.. |
México D.F. Viernes 9 de abril de 2004
Jorge Camil
Terrorismo y democracia
En Estados Unidos, especialmente, el voto en favor del PSOE en las pasadas elecciones generales fue interpretado por los medios, con ayuda del gobierno de ese país, por supuesto, de manera equivocada. Se asegura que los españoles votaron en contra del Partido Popular (PP) por cobardía y, peor aún, que con el ataque de Madrid los terroristas encontraron la manera de manipular el proceso electoral en países democráticos.
Por otra parte, la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero (anunciada desde la campaña electoral) de repatriar a las tropas ha sido severamente criticada por medios generalmente objetivos como The Economist. Rodríguez Zapatero está enviando el mensaje equivocado, se dijo, regresar las tropas es claudicar, es hacerle el juego a los terroristas. Nada más lejano a la verdad. šVive Dios!, que tachar de cobardía al pueblo español es desconocer la historia universal, borrar de un plumazo los episodios heroicos de la Guerra Civil y negar el arrojo de conquistadores que se lanzaron a descubrir el nuevo mundo con menos elementos técnicos, pero más enjundia que los precursores del espacio; es hundir las tres carabelas de un solo golpe y olvidar la grandeza de un imperio que durante el siglo XVI gobernó buena parte del mundo.
El epíteto de "cobarde" difícilmente se podría achacar a los 30 mil valientes que intentaron la conquista del imperio británico en la aventura romántica de la Armada Invencible. Por otra parte, en tiempos modernos, la hidalguía y el esfuerzo del pueblo español convirtieron en unos cuantos años al "paisito simpático" menospreciado por José María Aznar en vísperas de la invasión de Irak en una potencia económica de la Comunidad Europea. (Según Aznar había que ir a la invasión de Irak de la mano con Bush para ser un país "serio".)
No hay que olvidar que, a pesar de los estúpidos comentarios del presidente del Gobierno, miles de españoles ofendidos se opusieron a la aventura petrolera estadunidense marchando con tapabocas que mostraban la frase "soy antipático".
Un año después, esos mismos españoles, como emisarios del pasado, se habrían de plantar a las puertas del PP la víspera de las elecciones generales mostrando la foto de las Azores que dio la vuelta al mundo: Bush y Blair, dando palmaditas condescendientes en el hombro del "aliado" José María Aznar, mientras éste, tildado a partir de ese día de "perro faldero de Bush", miraba al infinito obnubilado por un orgullo que parecía proclamar: "mirad, soy un líder internacional".
En esta ocasión, sin embargo, dos días después del 11-M, miles de copias de esa misma foto eran sostenidas por manifestantes que le habían añadido una leyenda ominosa: "esta foto le costó 200 vidas al pueblo español". Aun así el voto no tuvo que ver con el miedo sino con la rabia. Rabia por una decisión política equivocada, que puso al ejército en la línea de fuego contra la opinión de 90 por ciento del pueblo español; rabia contra un gobierno que mintió a sus ciudadanos e intentó manipular la información desde las primeras horas de la tragedia para que el pueblo, temeroso de que los socialistas no tuviesen los arrestos para detener a ETA, votara por el PP: šéste es el verdadero origen del voto español sobre el que los medios internacionales hacen especulaciones totalmente equivocadas!
ƑCobardía: cuando 12 millones de españoles se echan a la calle exigiendo paz? Salieron a dar la cara, enfrentar al enemigo, repudiar al gobierno. Jamás a pedir perdón. En una excelente entrevista en El País Rodríguez Zapatero puso todo en perspectiva: Aznar quiso jugar al juego de la alianza del Atlántico. Se imaginó parte de los legendarios aliados europeos de la posguerra (un Charles de Gaulle, un Churchill, tal vez un Konrad Adenauer) sin caer en la cuenta de que la alianza del Atlántico había muerto, víctima del embate del nuevo imperialismo estadunidense.
Se olvidó de que España, miembro importante de la Comunidad Europea, tenía el deber de jugársela con el futuro, con la civilización, lejos de la barbarie y esgrimiendo los principios del derecho internacional. Aznar soñó erróneamente con el pasado, cuando los líderes de Francia y Alemania, miembros legítimos y distinguidos de la antigua alianza, votaron por el futuro en el Consejo de Seguridad.
Hoy, personeros de Aznar envían cartas a los principales medios españoles pretendiendo "corregir la plana", olvidando que el presidente del Gobierno les llamó inmediatamente después de la tragedia: "fue ETA, fue la banda". Aznar se equivocó. Se equivocó en el tema de la invasión y en el intento de manipular la tragedia de Madrid por motivos electorales. Aznar mentía mientras ETA se distanciaba y la policía española descubría la furgoneta con versos del Corán y detonadores idénticos a los utilizados en los trenes de Atocha. Es increíble que los medios estadunidenses y británicos, acostumbrados al juego de la democracia, interpreten como cobardía el merecido voto de castigo.
|