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México D.F. Viernes 13 de febrero de 2004
Mañana, la revista Generación
le rendirá un homenaje en el Faro de Oriente
En 15 años se valorará la obra de Melquiades
Herrera: Bustamante
La performancera lamenta que sólo se reconozca
al artista después de su muerte
Su importancia es su influencia, pues ahora muchos jóvenes
ven como él veía: Mónica Mayer
JORGE CABALLERO
El pasado 18 de octubre falleció el artista performático
Melquiades Herrera, miembro en los años 70 del legendario No Grupo,
formado además por Maris Bustamante, Rubén Valencia (fallecido)
y Alfredo Núñez, parteaguas en el arte contemporáneo
méxicano y uno de los pioneros en el arte performance.
"La justa dimensión de la obra de Melquiades Herrera
se dará dentro de 10 o 15 años: los artistas que anteceden
con sus radares y visiones serán reconocidos después de su
muerte; no es un proceso agradable porque así están armadas
la cosas en la sociedad'', menciona la artista Maris Bustamante, que acuñó
el término Formas Pías para catalogar al performance,
la instalación y el arte no objetual.
Sin Melquiades Herrera resulta difícil comprender
el arte contemporáneo en México. Se convirtió en un
artista indisoluble de la persona/personaje. Melquiades lo mismo daba clases
a sus alumnos con máscara de luchador que asistía a una inauguración
plástica inmaculadamente vestido luciendo un anillo en la nariz
con una gran piedra y con su bolsa de mandado en la mano. Algunas veces
vestía capas, playeras de superhéroes como Batman, de Tortuga
Ninja o con una careta a lo Aníbal Lecter. Eso lo hizo famoso, pero
sobre todo sus lentes, manufacturados con diferentes tipos de materiales
deconstruidos: peines, batidores de clara de huevo, coladores o con pantallas
de televisor.
La
artista Maris Bustamante considera que la importancia artística/performática
de Melquiades radica en que "era un sujeto brillante en dirigir su energía
intelectiva y conceptual a la realidad urbana de la sociedad popular urbana;
como artista no objetual sus propuestas fueron alógicas, no son
tradicionales, no lineales y trabajan simultáneas en varios puntos.
Existe un tercer punto donde Melquiades fue muy importante: él no
pensaba que el mercado del arte tradicional era decisivo para proponer
cosas a la cultura de su país; Melquiades no está ni estuvo
en el mercado común de arte pero sí está en el tianguis
conceptual, que también es un mercado, pero que no requiere establecer
compromisos con galerías, representantes o agentes''.
La artista Maris Bustamante explica la relevancia de su
No Grupo: "El movimiento de Los Grupos artísticos de los años
70 y 80 ha sido uno de los que no se han rescatado completamente, aunque
muchos extranjeros los han investigado. Después del 68 en México
los cambios se ven reflejados en productos concretos; uno de esos fue el
movimiento de Los Grupos, donde hubo muchos y muy importantes. Al que pertenecimos
se llamó el No Grupo que duró de 1978 a 1983, los elementos
con los que me gusta seguirlo defendiendo son: fuimos un grupo abierto,
crítico con el producto artístico, con el sujeto que las
producía, con las instituciones culturales, con los políticos
y con los promotores culturales; como grupo siempre presentábamos
la propuesta junto con un texto. En esa época todos los grupos estábamos
orientados a ser liberales de avanzada y de izquierda; los hubo de la extrema
izquierda y otros de centro, pero ninguno conservador. Todos veníamos
de la ruptura con las instituciones tradicionales tratando de construir
nuevas opciones".
La performancera y teórica de arte Mónica
Mayer menciona: "Melquiades fue un artista brillante, auténtico...
que ha sido ignorado a pesar de la admiración e influencia de sus
colegas'',
Mayer continúa: "Su manera de ver, coleccionar
y de ser como performancero era uno solo, mezclaba la vida y el arte en
su cotidianidad. Su importancia es su influencia, hay muchas generaciones
posteriores que ven como veía Melquiades. Como parte del No Grupo
es de los primeros que se dedican al arte acción en México,
porque había antecedentes de que habían sido Manuel Felguérez
o Alejandro Jodorowski, pero de los que se dedican realmente al performance
en México pues el No Grupo, es el parteaguas''.
La artista finaliza: "Quisiera subrayar lo descuidado
que ha estado, no se le ha hecho una gran exposición y no creo que
exista material suyo en los museos. Su colección es una obra maravillosa,
objetos que nos encontramos todos los días en la calle, parecería
que fueran cualquier cosa, pero juntos y a través de la mirada de
Melquiades son una análisis de todo el arte occidental hasta toda
la cultura popular mexicana, una colección llena de humor y sabiduría''.
En continua acción performática
Melquiades Herrera también formó a todo
un ejército de artistas impartiendo clases en la Escuela Nacional
de Artes Plásticas (ENAP), en la escuela de arte del Instituto Nacional
de Bellas Artes (INBA) y en la Academia de San Carlos; en esta última,
por cierto, existió una pinta que realizó Herrera a finales
de los años 70: "El arte ha muerto y ni Cuevas podrá resucitarlo'',
frase que se hizo popular entre los estudiantes y ahora es parte del mito
Melquiades.
Dulce María de Alvarado, en su tesis de licenciatura
El performance en México, dedica un capítulo a Melquiades
Herrera: "El mencionaba que su arte venía de la vida no del arte;
por ejemplo señalaba 'Leonardo y Miguel Angel no se sabe de dónde
habían venido porque fueron innovadores, no había un arte
el cual pudieran retomar'. Melquiades tomó la estética de
diferentes partes, de la calle, de la carpa y de la geometría; él
era geómetra, gran parte de su vida se la pasó tratando de
solucionar el mapa de cuatro colores, ojalá en su casa estén
esos apuntes".
Alvarado opina sobre Melquiades: "Es una de las corrientes
más significativas del performance en México; desde
que descubrió el performance, éste lo acompañó
hasta su tumba".
Melquiades, en opinión de otro de sus alumnos,
Martín González, de la Academia de San Carlos y ahora coordinador
del número especial de la revista Generación, "es
alguien a quien todos los que estén en el mundo del arte deben conocer,
porque con él y su generación se abre toda la corriente del
performance, las instalaciones, las acciones".
González agrega: "Melquiades mostró nuevas
formas de encontrar la estética, la 'artisticidad' en los objetos
comunes; se convierte en un referente del arte contemporáneo mexicano''.
Acerca de la cátedra que impartía Melquiades,
González informa: "Eran verdaderos performance en el sentido
de que los alumnos siempre estábamos a la expectativa de cómo
iba a llegar vestido, llegamos a la conclusión de que Melquiades
vivía en una continua acción performática, la hacía
todos los días.. en la calle, en el aula''.
Para recordar/homenajear a este importante e influyente
artista, la revista Generación en su más reciente
número reunió una veintena de artistas para evocarlo/tributarlo,
entre los que se encuentran Felipe Ehremberg, Carlos Blas Galindo, Alberto
Híjar, César Martínez y Josefina Alcántara.
Además, en la presentación del número que se realizará
mañana, se le rendirá un homenaje a partir de las 15 horas
en el Faro de Oriente (calzada Ignacio Zaragoza s/n., colonia Fuentes de
Zaragoza, Iztapalapa), con la participación de Martín González,
María Eugenia Chellet, Arturo Belmond, Arturo Guerrero, Marisa Lara
y Hugo Corripio, además de un performance de Emma Villanueva.
Asimismo, habrá un brindis por Melquiades y bailongo con el grupo
afroantillano Matraka.
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