México D.F. Viernes 13 de febrero de 2004
Concluyó el coloquio internacional en
memoria del filósofo francés
La ética de Michel Foucault consistía
en salirse de sí mismo: Daniel Defert
Aunque era un apasionado de la música, consideraba
más sencillo escribir sobre pintura
Se interesó por la manera de abordar la locura
y lo onírico de los surrealistas, dijo
MONICA MATEOS-VEGA
La vigencia del pensamiento del filósofo francés
Michel Foucault fue confirmada la noche del lunes al comenzar el coloquio
internacional organizado en su honor por la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), que concluyó anoche, pues la vasta presencia
de jóvenes superó las expectativas de los organizadores,
consideró Jean Franco, agregado de cooperación universitaria
de la embajada de Francia en México.
Decenas de estudiantes de filosofía que acudieron
a la Casa de Francia -sede del encuentro- escucharon embelesados a Daniel
Defert, quien impartió la conferencia inaugural sobre la relación
de Foucault con la pintura.
El
rector de la UAM, Luis Mier y Terán, consideró que ''acudir
a Foucault es una ocasión para movernos del sitio en el que nos
encontramos", pues el autor ''imaginaba una cultura en la que los discursos
circularían y serían recibidos sin que nunca aparezca la
función autor, con la intención de que el anonimato del murmullo
permitiera una especie de producción de nuevas formas de libertad".
Defert detalló las reflexiones filosóficas
que la obra de Diego Velázquez y René Magritte provocaron
en el autor de Historia de la locura, y recordó cómo
Foucault obsequiaba a sus amigos pintores textos sobre la obra de éstos
que, más que reseñas, eran extensos ensayos sobre el arte
y la creación.
Así fuera un artículo para un catálogo
o sobre un cuadro, el filósofo recurría a varias fuentes.
En sus textos había una cita por página, con su respectiva
referencia, inclusive, hay un texto suyo que ha sido considerado como parte
esencial de la historia de la fotografía.
Quien ha sido también editor de los cursos que
Foucault impartió durante más de 10 años en el Collège
de Francia, explicó que aunque el pensador también era un
apasionado de la música, consideraba que era más sencillo
escribir sobre pintura.
Pero también hubo muchos artistas que le gustaban
a Foucault y sobre los que nunca escribió, señaló
Defert, entre ellos los florentinos del Quattrocento: Giotto, Piero,
Masaccio; y los venecianos Giorgione, Carpaccio, Bellini, Tintoretto.
Por otra parte, puntualizó el conferencista, los
pintores surrealistas que convivieron con Foucault eran una suerte de hermanos
mayores del filósofo, ''pues no hay que olvidar que él nació
casi a la par que ese movimiento. Estos artistas le interesaron en cuanto
a su manera de abordar la locura y lo onírico".
Prolífico pensador
Al hablar sobre el método de trabajo del autor
de Vigilar y castigar (1975) reveló que ''era un hombre que
empezaba a escribir a las 9 de la mañana y terminaba a las 11 de
la noche.
''Tomaba solamente tres semanas de vacaciones al año
y sólo si debía impartir conferencias en el extranjero. No
obstante, siempre estaba disponible para las acciones políticas.
''En tres semanas escribió unas 600 páginas
de su libro El nacimiento de la clínica. Cuando lo terminó,
ya tenía en mente su siguiente obra. Quienes se encargan ahora de
editar sus cursos y conferencias se sorprenden ante el pensamiento prolífico
de Foucault y su manera de trabajar en una época en la que no había
computadoras.
''Siempre estuvo produciendo crítica bajo la premisa
de que si él pensaba de determinada manera, significaba que así
no se debía pensar. Esta era su ética, el salirse de sí
mismo. Por eso, cuando una obra ya estaba terminada, significaba que ya
no debía acudirse más a ella, para seguir indagando."
Daniel Defert también impartió el miércoles
la conferencia titulada La antropología en Michel Foucault.
La clausura del coloquio ocurrió anoche en el Auditorio
del Instituto Francés para América latina, con la participación
de Frédéric Gros, Sergio Pérez y Paul Ardenne. Este
último dictó la conferencia De las Meninas según
Foucault al arte contemporáneo: de una representación a otra.
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