México D.F. Viernes 13 de febrero de 2004
No podía generar beneficios automáticos para México, afirman en un reporte
El TLCAN no es una estrategia de desarrollo: expertos del Banco Mundial
Exige agenda nacional complementaria; una década, poco tiempo para juzgar un ajuste, dicen
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 12 de febrero. Expertos del Banco Mundial (BM) reconocieron aquí hoy que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no podía tener beneficios automáticos para México, "no es una estrategia de desarrollo y exige una agenda nacional complementaria".
Los especialistas Luis Servén y William Maloney, de la Oficina del Economista Jefe para la Región de América Latina y el Caribe del BM, presentaron un informe sobre el pacto comercial de Canadá, Estados Unidos y México al foro Globalización y problemas del desarrollo, que sesiona aquí esta semana.
"Un tratado de libre comercio no es más que una oportunidad de desarrollo", dijo Servén al plenario de la reunión, a la que asisten más de mil economistas. "No es una garantía de desarrollo y tampoco una estrategia de desarrollo."
El informe de más de 200 páginas acaba de ser publicado en inglés. Los expertos hicieron aquí en tribuna su primera presentación pública.
Servén dijo que una década es relativamente poco tiempo para juzgar un ajuste estructural, pero defendió el efecto del TLCAN como positivo "en conjunto".
Sin embargo, matizó que los impactos "no fueron tan espectaculares como los proponentes y defensores del tratado auguraban y tampoco se dieron los resultados catastróficos que diversos sectores predecían".
El especialista puso en la columna de haberes "un moderado impulso" al acercamiento del producto por habitante en México al de sus socios del norte, la evolución salarial y el aumento del comercio exterior y la inversión extranjera.
Pero el catálogo de objeciones pareció remitir al debate de hace más de diez años en México.
"Los beneficios no fueron iguales para todas las áreas ni para todos los sectores económicos", señaló Servén. "Los beneficios que se puedan derivar de un tratado de este estilo no son automáticos, dependen en gran medida de la adopción de medidas complementarias, medidas internas, que tienen que ver, en el caso de México, con temas institucionales, de educación, tecnología e infraestructura".
Al TLCAN sólo se le puede atribuir un 40 por ciento del aumento de la inversión extranjera en el decenio. Un acuerdo similar "no es garantía de recibir grandes volúmenes de inversión extranjera indefinidamente", añadió.
En el periodo apenas subió el ingreso per cápita en un cuatro o cinco por ciento, respecto al escenario sin acuerdo comercial, dijo Servén. Aumentó el ingreso de los estados del norte, mientras en el sur "el Tratado pasó de largo".
Maloney dijo que la investigación mostró que había que "preparar al país antes de entrar, o al menos mientras está entrando al tratado".
Ambos investigadores insistieron en que las variables macroeconómicas del decenio 1994-2004 en México no pueden atribuirse íntegramente al acuerdo, y argumentaron que casos como el desempleo y la disparidad regional pueden tener otras causas, distintas o adicionales al TLCAN.
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