Luis Javier Garrido

El desquiciamiento

El empecinamiento impune de Vicente Fox en imponer a su esposa en 2006 en la silla presidencial, usando para ello todos los recursos del Estado, no ha hecho más que evidenciar que la supuesta "transición democrática" nunca existió.

1. El caso de México es sin duda uno de los más significativos que se conozcan del desastre al que las políticas neoliberales han llevado a un país, pues en cuatro sexenios la nación fue depredada, el Estado semidesmantelado y los derechos fundamentales del pueblo cancelados mientras se ha ahondado, como pocas veces, el deterioro de las instituciones públicas.

2. El escenario político en el que se halla México a más de dos años de la sucesión de 2006 es tan deplorable como el de los últimos años del priísmo. A tres años de que el nuevo gobierno foxista preconizó que se había dado una "transición democrática", las instituciones de gobierno son el vivo reflejo de la crisis política y de la falta absoluta de democracia en todos los niveles. frente a un titular del Ejecutivo desquiciado y carente de autoridad moral, que da pena en todos los actos públicos en que se presenta y cuyo único empeño es imponer a su esposa en la silla presidencial, utilizando para ello todo el poder estatal, se halla una clase política también desquiciada ante la proximidad de la sucesión, que de manera autista no piensa más que en sus propios intereses, y da más importancia a la relección inmediata de los legisladores que a la defensa de los recursos básicos del país. La Suprema Corte de Justicia, en manos de oscuros abogados conservadores, carece de credibilidad alguna; el propio sistema electoral, que se creía pilar de un nuevo régimen, se encuentra ahora en el más absoluto descrédito por el asalto de que fue objeto por el PRI y el PAN, y los medios masivos de comunicación se hallan en manos de los mismos monopolios.

3. Los intereses que prevalecían en el antiguo régimen priísta son los mismos que dominan hoy, por eso no llama la atención que, ufanándose de su impunidad y mofándose de las imputaciones que se le hacen sobre el homicidio de Colosio, el 11 de febrero Carlos Salinas desafiara una vez más al país desde los micrófonos de Televisa.

4. El desastre histórico del gobierno de Vicente Fox ha estado marcado en estos tres años no sólo por un agravamiento de la crisis a la que llevó al país la tecnocracia priísta, y por la ineptitud de su gestión, que no ha tenido más proyecto para México que aplicar los programas de los organismos financieros internacionales, entregando los recursos estratégicos al capital extranjero con la consiguiente pérdida de soberanía y de independencia para México, sino también por un deterioro sin precedente de las instituciones políticas y por la pasividad de los partidos "de oposición" ante esta situación.

5. El proyecto trasnacional para México, como ya se sabe, presumió que el nuevo gobierno podría a partir de 2000 seguir imponiendo a los mexicanos las mismas políticas neoliberales de Salinas y de Zedillo, pero con mayor "legitimidad" debido a que era un gobierno no priísta, pero Fox y sus amigos no supieron aprovechar la coyuntura y, lejos de actuar con la eficiencia que desde Washington se les exigía, pero también muy distantes de aceptar la posibilidad de esa verdadera democratización que ofrecieron mentirosamente en la campaña, se empecinaron en gobernar a través de la propaganda, buscando imponer a los mexicanos la idea "del cambio" mediante costosísimas campañas publicitarias, pero haciendo del país un botín para satisfacer sus ambiciones de la misma manera que los priístas hicieron en el pasado, y ya no lo pueden ocultar.

6. La Presidencia de la República, lejos de adquirir dignidad en estos tres años, ha seguido hundida en el más absoluto descrédito, no nada más por las políticas antinacionales y antisociales de Fox o por el cretinismo del que ha hecho gala todos los días, sino por la venalidad y corrupción personales que no ha logrado ocultar por muy hábil vendedor de Coca Cola que haya sido, y que recuerdan múltiples hechos: el escándalo del financiamiento ilegal de su campaña a través de los Amigos de Fox, sus arreglos con Salinas y Zedillo para otorgarles impunidad en sus crímenes y negocios, las corruptelas de sus colaboradores y los negocios de los incómodos hijos de su esposa, el uso del poder para beneficiar en turbios negocios a los empresarios que lo financiaron en 2000, la entrega de recursos claves a intereses del extranjero y ahora el nuevo escándalo de Vamos México, que ejemplifica la perversidad neoliberal de querer confundir lo público y lo privado y de utilizar los recursos públicos para beneficiar a unos cuantos intereses empresariales o a los de él mismo.

7. ƑA quién sorprende que la Secretaría de Relaciones Exteriores, que se empeñó en ocultar que los votos de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas avalaron la invasión de Bush a Irak, esconda ahora que ha desplegado todos sus esfuerzos para que los empresarios salinistas mexicanos Carlos Slim (Telmex), Lorenzo Zambrano (Cemex) y Bernardo Quintana (ICA), dueños de las tres principales trasnacionales de origen mexicano, participen en la reconstrucción de Irak, según informa Milenio Diario el 12 de febrero?

8. En ese proceso de deterioro en que se halla inmerso México en todos los órdenes, no es extraño que se empiece a hablar de nuevo de la destitución de Fox, que se había venido tratando de manera discreta en sectores de la burocracia política, y que incluso algunos se hagan eco ahora de rumores de un posible "golpe de Estado" (El Independiente, 12/2/04), y que esto le sea planteado a un Fox, ya sin autoridad moral ni política, que no tiene más respuesta que una carcajada hueca.

9. En este contexto hay que recordar que no puede existir un régimen de derecho en el que un Presidente de la República actúe por encima de la legalidad y no exista un mecanismo para removerlo del cargo.

10. El actual desquiciamiento de la "clase política" que, de espaldas al pueblo y con la mira puesta en 2006, se halla en una desenfrenada lucha por el poder, carente de principios, pero también del mínimo compromiso social, no debe confundir: refleja también las contradicciones de los grupos multinacionales que quieren seguir haciendo de México un botín y que no han encontrado para ello más valladar que la movilización del pueblo.