México D.F. Viernes 13 de febrero de 2004
El premio Nobel de Literatura censura intolerancia
de la Iglesia católica
A Fox no le queda más que sonreír y acatar
los deseos de Bush: Saramago
ERNESTO MARTINEZ CORRESPONSAL
Morelia, Mich., 12 de febrero. El premio Nobel
de Literatura José Saramago consideró que al presidente Vicente
Fox Quesada no le queda más que sonreír a su colega estadunidense
George W. Bush y someterse a sus deseos.
"Ojalá y no salgamos de este planeta, y si ocurre,
como en Marte, ojalá y Bush se quedara con esa tripulación
allá", señaló el escritor portugués.
Invitado por el Instituto Tecnológico de Monterrey
campus Morelia, el autor de La caverna criticó severamente
a la Iglesia católica y la concepción de Dios como ser supremo.
Tras
definirse como ateo, dijo que cree en el mito, pero no en la religión.
"No creo en la existencia ni en la necesidad de un Dios, o en la necesidad
de tener un castigo eterno por el hecho de haberme equivocado en vida.
"No creo en la necesidad de un Dios; no soy el único,
es algo que debemos tener claro: las religiones nunca han servido para
acercar a los seres humanos unos a otros" aseveró.
Apuntó que las diferentes manifestaciones religiosas
han causado enfrentamientos entre las sociedades, mismos que han derivado
en masacres, exclusiones, torturas e intolerancias.
Explicó que los fundamentalismos son una invención
de los tiempos modernos y aseguró que si alguna religión
ha sido fundamentalista en los últimos años ha sido la católica.
Detalló que en muchos pasajes de la historia la
Iglesia romana ha emprendido encarnizadas persecuciones contra personas
que no estaban de acuerdo con su postura, y en muchos de esos casos sus
mismos perseguidores los han canonizado siglos después.
"¿Dónde está Dios? ¿Quién
es Dios? ¿Es el creador del universo? ¿Por qué no
aparece ahora aquí para decirme que soy un idiota y que no tengo
razón?", cuestionó.
Saramago comentó que la religión católica
tiene claros tintes de erotismo, pues sus postulados en torno a las prohibiciones
sexuales fomentan la libido de sus seguidores. "El erotismo del catolicismo
es enfermizo: la monja, el cura, todo... la gran equivocación del
catolicismo ha sido el cuerpo, no existe y si se manifiesta hay que condenarlo",
añadió.
Criticó la postura de la Iglesia de censurar ciertas
prácticas sexuales, pues consideró que como entes humanos
Dios dio un sexo a cada quien y "ahora resulta que es pecado disfrutarlo.
"No sé a dónde va la humanidad. En 50 años
el mundo será totalmente distinto, pero antes habría que
preguntar a dónde vamos y nos daremos cuenta de que no vamos a ninguna
parte.
"En la galaxia hay una agujero negro y llegará
el día en que todo se acabe. Lo importante no es a dónde
vamos, sino lo que estamos haciendo ahora, construir para el mañana.
Dejemos el mañana en paz, debemos tomar lo que nos pertenece, y
es el día, el hoy, y si no nos preparamos no tendremos un mañana",
concluyó.
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