México D.F. Sábado 7 de febrero de 2004
El crecimiento económico no resolverá
su creciente déficit, prevén analistas
G-7: Europa no está dispuesta a rescatar a Estados
Unidos
En medio de temores por la debilidad del dólar
se inicia hoy el encuentro de ministros de Finanzas del bloque Pedirá
a Washington limitar su política monetaria y presupuestaria expansiva
REUTERS
Boca Raton, Florida, 6 de febrero. La economía
mundial está creciendo, pero no lo suficientemente rápido
como para resolver los déficit de Estados Unidos, y Europa no está
dispuesta a rescatar a Washington, dijo una fuente del Grupo de los Siete
(G-7).
El secretario del Tesoro estadunidense, John Snow, y sus
colegas de los países más ricos del mundo analizarán
cómo impulsar el crecimiento mundial sin generar tensiones entre
ellos.
El
primer encuentro del año de los ministros de Finanzas y los banqueros
centrales del G-7 -que formalmente comienza esta noche con una cena y concluye
el sábado con un comunicado- tendrá como telón de
fondo la creciente inquietud por la debilidad del dólar.
Al hablar antes de la reunión de los ministros
de Finanzas del G-7 en Boca Ratón, Florida, este fin de semana,
la fuente dijo que los países de la zona del euro están preocupados
por la posibilidad de que la reciente apreciación de la moneda única
frente al dólar perjudique su recuperación económica.
"Europa dirá que dadas las circunstancias (...)
una mayor apreciación del euro constituiría un problema.
Los movimientos excesivos crean preocupaciones", dijo la fuente, que pidió
no ser identificada.
Los países europeos pedirán a Washington
que limite su política monetaria y presupuestaria expansiva y que
no dependa de otros países para financiar los déficit de
Estados Unidos, señaló la fuente.
Europa también está descontenta con los
acontecimientos en algunos países asiáticos, que desoyeron
la exhortación de los ministros de Finanzas del G-7 en la reunión
de Dubai para que adoptaran una mayor flexibilidad cambiaria, dijo la fuente.
Los funcionarios del G-7 dijeron que el mensaje de Dubai
estaba destinado a instar a las potencias económicas asiáticas,
como China y Corea del Sur, a que flexibilizaran el tipo de cambio casi
fijo de sus monedas frente al depreciado dólar.
"Queríamos ampliar el margen de flexibilidad",
dijo la fuente, y agregó que si bien el euro y la libra subieron
después de la reunión de Dubai, el Banco de Japón
siguió poniendo freno al yen y el yuan chino permaneció estable.
"El problema que tenemos es cómo cumplir con el
objetivo de Dubai, dado que con China la política de declaraciones
públicas no funciona. Las conversaciones privadas funcionan", indicó
la fuente.
"Si los ajustes cambiarios no ocurren sobre una base amplia,
entonces la estrategia de exhortaciones públicas no puede seguir
en marcha", agregó.
La fuente dijo que el comunicado final del G-7 al terminar
su reunión en Boca Ratón no daría una indicación
de la dirección que se desea en las divisas, pero sería tan
poco ambiguo como fuera posible.
Los mercados no comprendieron el mensaje de Dubai:
Francis Mer
Este viernes el ministro de Finanzas francés, Francis
Mer, dijo que los mercados no habían comprendido la totalidad del
mensaje de Dubai y agregó que los ministros del G-7 tendrían
que encontrar una nueva redacción para hacer comprender su mensaje.
La fuente del G-7 también dijo que los países
de la zona del euro no buscarían una intervención bancaria
para impulsar al dólar.
Europa está preocupada porque su recuperación
económica corre riesgo si un euro fuerte daña las exportaciones
y destaca que los déficit comerciales y presupuestarios récord
de Estados Unidos crean desequilibrios a escala mundial.
En tanto, Japón busca un apoyo tácito a
su estrategia intervencionista en los mercados cambiarios para evitar que
suba el yen y anticipó que dirá a sus socios del G-7 que
planea seguir haciéndolo.
A medida que las elecciones de noviembre en Estados Unidos
se aproximan, los funcionarios del gobierno del presidente George W. Bush
aprovechan los beneficios que trajo para la economía la caída
del dólar, que ya se observa en un aumento de la actividad manufacturera.
Snow ha evitado decirlo directamente, pero el jueves Ben
Bernanke, uno de los gobernadores de la Reserva Federal, subrayó
la percepción de que la baja del dólar era algo positivo.
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