Dos estudiosas del tema analizan la coyuntura

El conflicto en el gremio de burócratas, por resistencia al cambio social: investigadora

BERTHA TERESA RAMIREZ

La historiadora Joana Cecilia Noriega, quien realizó una investigación sobre el devenir del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), señala que "la terrible continuidad del antiguo régimen priísta sigue tratando de imponerse al cambio social, y esta situación tiene un reflejo importante en la coyuntura que actualmente vive ese sindicato".

En entrevista, la investigadora, quien participó en la elaboración del libro SUTGDF: historia de un cambio histórico, afirma que en esa organización laboral persisten intereses que se resisten a utilizar métodos distintos, así como a vincularse de forma diferente con el Estado, ya que esto significaría la pérdida de prebendas y de control corporativo. A lo largo de su historia, el SUTGDF ha preferido la utilización de métodos violentos y corruptos y el mantenimiento y continuidad de sus intereses políticos, apuntó.

Recuerda que el SUTGDF nació y creció en codependencia con el Estado, y en este sentido las prestaciones y garantías laborales siempre tuvieron una retribución. "Esto tuvo su mayor expresión en el apoyo político brindado por ese sindicato al antiguo régimen político mexicano; sus trabajadores se convirtieron en los paladines más solícitos del Estado".

La larga y complicada tarea que representó para los trabajadores del gobierno local alcanzar sus derechos laborales y el logro de un estado semejante al que gozaban los empleados de las empresas privadas, tuvo como base una dependencia estrecha con los gobiernos de la postrevolución y los regímenes priístas. Señala que desde la creación, el 8 de junio de 1935, de la AOSTE (antecedente de lo que en 1937 se constituiría en el SUTGDF), quedó asentada la relación de dependencia que regiría por mucho tiempo los vínculos entre el Estado mexicano y los trabajadores del gobierno de la ciudad de México, quienes "reclamaban su inclusión en la Ley Federal del Trabajo y su organización en grupos sindicales; la concesión de estos derechos se revertiría en un apoyo político nada despreciable para el Estado". Así, las prebendas alcanzadas se pagaban con apoyo incondicional a las candidaturas priístas y al régimen en turno.

Por su parte, María Xelhuantzi López, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que es necesario dejar en libertad al SUTGDF, para que lleve a cabo su renovación interna, a propósito de la posible destitución de su actual dirigente, José Medel Ibarra.

La catedrática advirtió que, de continuar la intervención del gobierno en este sindicato, constituiría un factor negativo en los intentos de reformar a esa organización laboral. "Un gobierno realmente democrático gana mucho más con un sindicato también democrático", sostiene. Recordó que uno de los lastres que ha arrastrado el sistema político mexicano es el intervencionismo en las organizaciones laborales.