México D.F. Jueves 29 de enero de 2004
Hay una política institucional para la compra o edificación de inmuebles, señaló
Derbez reconoce ante diputados que autorizó los gastos de Flores Alcocer
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, aceptó anoche ante diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores que él, por medio del área administrativa de la cancillería, autorizó los gastos del cesado embajador de México en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Carlos Flores Alcocer, y reveló que la compra o construcción de edificios para sedes diplomáticas forma parte de una "política institucional" que pretende reducir el desembolso por rentas. La política exterior -dijo- cuesta, y si el país quiere participar en el ámbito internacional, está obligado a invertir.
Derbez, quien admitió que la conducción de la SRE se fundamenta en su formación como economista, continuó ayer la defensa de Flores Alcocer, actitud que -acusaron los legisladores- se debe a que éste es "amigo del presidente Vicente Fox".
Durante una larga comparecencia en la que rechazó las acusaciones de mantener una posición "sumisa" ante el gobierno de Estados Unidos, Derbez también sostuvo que la participación de México en torno a la organización del referéndum revocatorio del mandato de Hugo Chávez se debió a que el gobierno de Venezuela así lo pidió, y entonces se formó "un grupo de países que se conoce como Amigos de Venezuela".
Eludió las preguntas sobre el sentido del voto de México respecto de Cuba en la próxima asamblea de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, y ante la persistencia de los diputados de PRD, PT y Convergencia sobre la posición mexicana en torno a los presos en la base militar estadunidense en Guantánamo, relacionados con Al Qaeda, el canciller respondió que se buscará el "respeto a los derechos humanos de cualquier preso, y en este caso concreto, también".
En la reunión, el tema de los gastos de Flores Alcocer ocupó una buena parte de las preguntas de los diputados y las respuestas de Derbez. El funcionario arguyó que la compra de la residencia de la representación ante la OCDE, en París, no es un caso aislado.
"Hay la impresión de que es la única adquisición de residencia y edificios para embajadas. Desde el inicio de la administración, para conseguir ahorros por arrendamientos y la fluctuación del tipo de cambio, la instrucción fue adquirir inmuebles con pagos de contado o por arrendamiento financiero", dijo.
Afirmó que con ese mecanismo, el costo de los arrendamientos de residencias para los embajadores se ha reducido, y presentó como ejemplo las sedes en Guatemala y San Francisco, que representaban erogaciones de 40 mil y 75 mil dólares mensuales. Esos son, resaltó, "gastos estratosféricos".
Eso sí, a partir del razonamiento de que "la política exterior cuesta", se planea la reapertura de la embajada en Arabia Saudita, que representaría para el gobierno mexicano una erogación de "15 millones de dólares".
"Bajo este criterio, he autorizado la adquisición de las residencias", dijo, y afirmó que las compras se han apegado a la normatividad. Sin embargo, señaló que en el caso de los gastos por 16 mil dólares de Flores Alcocer en colchones y almohadas, la Secretaría de la Función Pública "determinará qué fue lo incorrecto en el proceso, si es que existiese".
Respecto del cese del representante en la OCDE, explicó que también forma parte de "una política institucional, de retirarlo del cargo mientras continúa la investigación". Incluso explicó que el área administrativa de la cancillería autorizó esos gastos.
Ante las preguntas de los legisladores, declaró que la administración foxista no puede "abrir y cerrar embajadas" sin ninguna razón, sino a partir de "cuál debe ser nuestra política, cuáles nuestras prioridades, y si creemos en la participación internacional, šeso cuesta! Y tenemos que aclarar a los mexicanos que no es un gasto, sino una inversión".
Las afirmaciones del canciller sobre los diferentes temas de la agenda diplomática nacional merecieron duros cuestionamientos de los diputados. Jesús González Schmal, de Convergencia, afirmó que en el caso de Venezuela no podía ocultar la sumisión ante Estados Unidos "con el camuflaje de los 'Amigos de Venezuela' y de otras componendas".
El petista Joel Padilla acusó al Ejecutivo de asumir "una subordinación total con Estados Unidos, y cualquier capricho que al presidente George W. Bush se le antoja, inmediatamente encuentra una respuesta afirmativa y servil del régimen foxista y su secretario de Relaciones Exteriores".
"Para ustedes -insistió- no ha sido suficiente continuar apoyando al gobierno estadunidense en su aventura bélica. Si no fuera porque el pueblo no les otorgó la mayoría para renovar la diputación en 2003, no habrían dudado en dar su apoyo incondicional a la Casa Blanca para cometer todo tipo de barbarie contra el pueblo iraquí".
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