México D.F. Miércoles 28 de enero de 2004
SRE: MAS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS
La
Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció ayer la
remoción de Carlos Flores Alcocer como representante de México
ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), con el propósito de facilitar la auditoría
que se realiza en esa sede diplomática, a raíz de la divulgación,
con escándalo, de las astronómicas sumas empleadas por el
funcionario cesado, en la adquisición de una residencia de lujo
en las afueras de París y en objetos domésticos de precios
absurdos.
Pero al mismo tiempo que se anunciaba "el término
de la comisión" de Flores Alcocer, para repetir el eufemismo del
comunicado 011 de la SRE, el titular de esa dependencia, Luis Ernesto Derbez,
salía en defensa de la honestidad del ahora ex representante y aseguraba
que "hasta el momento no existe nada que compruebe que Carlos (Flores Alcocer)
se excedió en gastos".
Así, en vez de resultar esclarecedora, la remoción
constituye un mensaje equívoco y ambiguo hacia la opinión
pública, y parece más la fabricación de un chivo
expiatorio por los dispendios gubernamentales en general, que una medida
de transparencia administrativa.
En todo caso, la conducta errática de la cancillería
obliga a plantear nuevos interrogantes: si Flores Alcocer no cometió
ninguna acción indebida, ¿por qué se le remueve? Si
los gastos del ex representante ante la OCDE no son una práctica
deshonesta o incorrecta, ¿significa que estuvieron apegados a los
criterios generales del actual gobierno en materia de estipendios para
algunas sedes diplomáticas mexicanas en el extranjero, o para un
grupo selecto de representantes?
Por otra parte, la SRE tendría que aclarar a la
opinión pública -para lo cual no es necesario esperar a la
culminación de la auditoría en curso- si Flores Alcocer dispuso
a discreción de un presupuesto o si las adquisiciones que realizó,
al menos las más ofensivas y disparatadas, fueron previamente autorizadas
por alguna instancia de la propia secretaría. ¿Se envía
a nuestros representantes al extranjero con un cheque millonario en la
bolsa para que lo gasten a su real saber y entender, o se les asignan partidas
para objetivos específicos?
Esas y otras preguntas obligadas deben llevar a una investigación
puntual y profunda de posibles responsabilidades administrativas y penales,
tanto por parte de Flores Alcocer como de quienes, en Tlatelolco, pudieron
haber aprobado sus compras estratosféricas, pero también
a una corrección general, y a la baja, del abusivo tren de vida
que suelen regalarse, a costillas de los contribuyentes, muchos funcionarios
públicos.
Porque en esa materia, así como en la política
económica, el "cambio" ofrecido hace cuatro años por el actual
presidente Vicente Fox sigue siendo una asignatura pendiente.
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