México D.F. Sábado 24 de enero de 2004
A la edad de 83 años, murió luego
de chocar su Cadillac en Hollywood
Falleció Helmut Newton, el legendario fotógrafo
alemán que señaló a la moda
AGENCIAS/ARTURO CRUZ BARCENAS
Helmut Newton, el fotógrafo alemán emblemático
de la posguerra, artista de la lente que captó los vellos más
bellos de las últimas décadas, murió ayer en un accidente
automovilístico, en Hollywwod, a la edad de 83 años. El fotógrafo
conducía un Cadillac que se estrelló contra un muro en pleno
Sunset Boulevard.
Es
la muerte de un viajante. Sus ojos privilegiados vieron la belleza sin
telas, sin cubiertas, en medio del clima. Sus obras pueblan las galerías
de arte y el imaginario erótico colectivo.
En 2003, este diario publicó una entrevista realizada
por Eva Usi, realizada en Dusseldorf, Alemania, donde se exponía
la retrospectiva más amplia de la producción del fotógrafo
alemán. A continuación se reproduce parte de ese amplio texto,
como homenaje a quien hizo de su trabajo una provocación excitante
e incitante:
"Para unos, es uno de los fotógrafos más
influyentes del siglo XX; para otros, su obra es provocante y de una obsesión
sexista que raya en la pornografía. En Dusseldorf, Alemania, se
exhibe la retrospectiva más amplia de su obra.
La exposición abre con una de esas imágenes
con las que al fotógrafo tanto le gusta provocar: una mujer ensillada.
Lleva pantalones y botas de montar y sus manos y rodillas están
apoyadas sobre una cama de colcha blanca. De la cintura para arriba no
lleva más ropa que un sostén negro.
La retrospectiva, en el Foro Cultural y Económico
de Dusseldorf, fue organizada inicialmente para conmemorar el 80 aniversario
del fotógrafo, en octubre de 2000, y desde entonces ha sido exhibida
en Berlín, Hamburgo y otras ciudades europeas. Helmut Newton-Work
comprende una selección de 250 fotografías realizadas entre
1960 y 2000.
"Esos lugares a los que generalmente un fotógrafo
no tiene acceso siempre fueron una atracción para mí -afirma
Newton en entrevista con La Jornada-, por lo demás, siempre
preferí la calle al trabajo de estudio, me gusta fotografiar a mis
modelos en los lugares que conozco íntimamente".
"Mi esposa me llama un agente provocador y es mejor ser
eso que ser aburrido", dice Newton en su departamento en Montecarlo. Pese
a hablar perfecto alemán, prefiere expresarse en inglés.
El único vínculo que siente con Alemania es Berlín.
"No tengo absolutamente ningún sentimiento patriótico, pero
creo que en el fondo sigo siendo berlinés, me identifico con ese
temperamento dicharachero, a veces mal encarado de los berlineses, que
no se toman las cosas demasiado en serio".
"Me pueden llamar como quieran, eso no ha cambiado mi
estilo. Ciertamente las mujeres ocupan un lugar preponderante en mi obra,
tanto en desnudos como en retratos, creo que sólo he hecho un desnudo
masculino, el del actor Helmut Berger y también fotografías
de mí mismo", señala. Estas recriminaciones son contestadas
en el catálogo de la exposición. "Helmut Newton no es sexista",
escribe Francois Marquet, y añade: "El fotógrafo anticipó
la imagen de la mujer de principios del siglo XXI: una mujer consciente
de la radiante vitalidad de su cuerpo, sobre el que sólo ella decide.
Un ser tan racional como capaz de placer sensual que está muy lejos
de la imagen de la mujer débil domilnada por el hombre".
"Probablemente la manera como miro a las mujeres es diferente
de como lo hace otra gente". Las mujeres son el principal interés
del fotógrafo, o mejor dicho, sus cuerpos. Es un arquitecto de piel
y músculos femeninos en combinación con un fuerte contraste
de luz y sombra. Newton reconoce la influencia del fotógrafo húngaro
Brassai en su obra. A Newton no le gusta la comparación con Riefenstahl,
de quien se dice su amigo. "¡No tiene nada que ver con mi obra!'',
afirma categórico. Sin embargo, reconoce una similitud en el tipo
de iluminación: "Me gusta mucho el contraste entre luz solar fuerte
y sombras marcadas y tal vez eso retome la iluminación de la fotografía
alemana de los años 30".
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