México D.F. Sábado 24 de enero de 2004
La cineasta Cordelia Dvorák presenta
¡Bailar para vivir!... en la ''plaza del danzón''
Revisitan en un documental-ficción el fascinante
mundo del baile en el DF
En Europa podríamos ser más felices si
lo danzáramos o viéramos hacerlo, expresa
ARTURO JIMENEZ
Con ¡Bailar para vivir...!, de la directora
y dramaturga alemana Cordelia Dvorák, el maravilloso mundo del baile
y de la música populares en la ciudad de México es revisitado
una vez más por el cine.
Y
como buena fuente inspiradora -baile, bailadores, música, ciudad-,
el resultado ha sido sociológica y artísticamente interesante
por su visión del tema, recursos narrativos e imágenes en
mucho novedosas.
Se trata de un documental con dosis de ficción
en el que aparecen al menos 10 personajes principales, personas reales
que se interpretan a sí mismas como bailadores:
Una pareja de jóvenes que inventa pasos, otra de
ancianos que llevan 60 años bailando juntos, un cura que ve el baile
como un templo, una maestra de baile introvertida con un filin especial.
Un travesti que enfrenta la vida, dos ciegos músicos
que ponen a bailar a los viajeros del Metro, una bailadora ciega para la
que mucha gente parece muerta, aunque pueda ver.
Y
un taxista-Tiresias, una conciencia crítica que ayuda a observar
a la ciudad de México, una especie de antagonista del único
personaje ficticio: un zapatero misterioso que se transforma en el eje
que da coherencia a la cinta.
Este zapatero, ''portavoz", como el taxista, es narrador
de la historia, poeta y un filósofo de los zapatos al punto del
fetichismo.
Es además un buscador obsesivo de la dueña
de una zapatilla extraviada en una callejuela frente al salón Los
Angeles, en la colonia Guerrero.
No hubo ningún problema en trabajar con ellos,
dice en entrevista Dvorák. ''A la hora de filmar no cambió
mucho su actitud y el baile les salió muy natural y espontáneo".
Islas de rituales
Para Dvorák, ''el baile en esta urbe me pareció
como un modo de sobrevivencia, de catarsis y sublimación de muchos
para superar condiciones de vida muy difíciles.
''El
baile es transformado en algo muy valioso y enriquecedor", agrega la también
música y diseñadora de vestuario, con cuatro años
de residir en la ciudad de México.
Para ella, los salones de baile parecen refugios. ''Son
islas de muchos rituales, islas que generan una comunidad y una gran familia,
algo que me pareció impresionante en una megalópolis como
ésta".
Cuando ella observa a los bailadores descubre en ellos
una sensualidad y un erotismo sublimado.
''Es algo muy delicado, quizá difícil de
entender si uno viene del extranjero y se imaginaba algo más latino,
más por afuera."
En esta urbe, sigue, todo parece estar ''infiltrado" por
el baile y la música. ''Eso me encantó, y como ya no es algo
común en Europa, comencé a seguir esas venas que corren por
la ciudad de México".
Fue así como Dvorák encontró a sus
primeros protagonistas, las parejas de ancianos y de jóvenes bailadores,
y le surgió la idea de hacer una película.
Luego siguió un camino ''largo y penoso" de casi
tres años para concretar una coproducción México-Europa.
La filmación pudo realizarse en julio de 2003 y la posproducción
se hizo en Alemania.
Dvorák vivía en Munich, pero en 2000 vino
a la ciudad de México a impartir cursos de dramaturgia visual. Desde
2001 decidió residir aquí y ahora vive en el barrio de San
Francisco, en Coyoacán.
''Al llegar aquí me sentí liberada como
nunca. He recibido mucho apoyo y cariño de la gente, pero al mismo
tiempo es como un melting pot tremendo, porque uno nunca termina
de sorprenderse."
Con ¡Bailar para vivir...!, que lleva los
subtítulos Historias de vida. Historias de baile. Historias musicalizadas,
Dvorák trata de transmitir un mensaje a Europa:
''Aunque allá pareciéramos vivir en condiciones
más fáciles, podríamos ser más felices bailando
o viendo a la gente bailar."
Pilar Medina es ''La mujer desconocida''
¡Bailar
para vivir...! es coproducida por Canal 22, Fechner-Media -empresa
del director Carl Fechner-, NDR/Alemania y Arte/Alemania-Francia.
Dvorák es directora y productora. También
es coguionista con Miguel Angel Rivera Avila y Jorge Rojas. El camarógrafo
es Arturo de la Rosa. La música estuvo a cargo de Erando González,
también actor y director de teatro y cine. Sonido, Gabriel Espinosa;
edición, Sylvia Seuboth-Radtke. La coreógrafa Pilar Medina
es la invitada especial en el papel de ''La mujer desconocida".
La película será exhibida como prestreno
hoy en la plaza de La Ciudadela, la ''plaza del danzón", a las 17
horas, como parte de los festejos por los ocho años de ese espacio
de baile. El lugar y fecha del estreno están pendientes, pero este
año se presentará en festivales de Estados Unidos, Canadá,
Brasil y Europa.
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