México D.F. Sábado 24 de enero de 2004
Arranca el programa Para leer de boleto en el Metro
Jóvenes de la Ola Naranja animan al público a usar los nuevos libros
LAURA GOMEZ FLORES
A partir de ayer, un grupo de 80 juglares subterráneos recorren los vagones del Metro en la Línea 3, leyendo fragmentos de la primera antología del programa Para leer de boleto en el Metro, cuyos volúmenes estarán a disposición de los usuarios durante dos meses.
La intención, explicó el director del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, Javier González Garza, es fomentar la lectura, mejorar la convivencia y promover mayor solidaridad hacia los grupos vulnerables.
Desde ayer se ofrecen en préstamo 8 mil libros, colocados en dispensadores y mesas en todas las estaciones de dicha línea, en la primera etapa del programa, para que los pasajeros los lean en el trayecto y al llegar a su destino los devuelvan.
Este viernes, 80 jóvenes, pertenecientes a la Ola Naranja, desde temprano explicaban a los pasajeros la mecánica del programa y la importancia de regresar los textos para que otros disfruten su lectura. Se trata de una compilación de cuentos, poemas y crónicas de autores como Carlos Monsiváis, Vicente Leñero, Myriam Laurini, Eduardo Hurtado, Emilio Carballido, Hernán Lara Zavala, Thelma Nava, René Avilés Fabila y Eduardo Parra.
Al leer fragmentos de la primera antología, de un total de seis que se editarán este año, las voces de los jóvenes se confundían con las de los vendedores, que ofrecen discos compactos, dulces, artículos para el hogar, o de las personas que cantan una melodía a cambio de alguna moneda.
La lectura de versos o cuentos atrajo la atención de los usuarios, quienes guardaban silencio para escuchar a los nuevos juglares subterráneos vestidos de naranja y su libro negro en la mano, que diseñó Paloma Sáiz, subdirectora de Literatura de la Secretaría de Cultura, quien dijo tener confianza de que la gente regresará los libros.
Explicó que la idea surgió debido a que el Metro es uno de los lugares donde se lee más, para matar el tiempo durante el trayecto. Por ello se pensó en fomentar la lectura entre "los 4.7 millones de usuarios que utilizan este medio de transporte diariamente".
Así, la dirección del Metro aceptó la propuesta y buscó fuentes de financiamiento para editar los libros, cuyo precio es de 5.15 pesos por unidad y se proyecta editar 300 mil, además de la construcción de los dispensadores y los trípticos informativos, lo cual se logró y ahora "tocará atender las deficiencias que se presenten en este programa piloto, para ampliarlo a toda la red", indicó la funcionaria.
Hoy se conocerá el número de libros devueltos el primer día del programa, que en las tres primeras horas sumó 700 ejemplares tomados por pasajeros para leerlos en su trayecto.
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