México D.F. Jueves 22 de enero de 2004
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Escándalos y handicap político
EL TAN comentado asunto del jefe de logística de la jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF) da pie para iniciar varias investigaciones sobre cómo y en qué gastan los recursos públicos los gobernantes del país.
AYER, EN la Comisión Permanente se ventiló el asunto. A las conciencias escandalizadas por el salario del empleado del gobierno de la ciudad se respondió con el tamaño de las erogaciones que hace el gobierno federal en vestir a la pareja presidencial.
EN ESE rubro los mexicanos gastamos 167 millones de pesos, es decir, el equivalente a 18 años de salario del jefe de logística del gobierno capitalino, y aunque las comparaciones son odiosas, ésta, por el tamaño del escándalo, vale la pena ponerla en la mesa de las discusiones.
AHORA BIEN, no se trata, eso sí, de decir que unos no son honestos y los otros nada más un poquito, ni de explicar aquí lo que desde un principio no se ha explicado lo suficiente en el propio GDF.
EL ASUNTO no es una cuestión de honestidad del jefe de Gobierno. Probado está que tal vez ningún otro Ejecutivo local haya actuado con tanta severidad en el gasto. El asunto va en otro sentido, se inscribe en una competencia política a la que López Obrador no ha querido entrar.
ESO HASTA ahora lo tiene claro el jefe de Gobierno, pero ese no es el mismo interés de quienes necesitan meter en la carrera a sus candidatos, aunque sea con los mínimos puntos porcentuales que deja López Obrador.
ENTONCES, SI esto es correcto, empezamos a darnos cuenta de por dónde y por qué vienen los ataques. La popularidad del jefe de Gobierno ha dejado en la sombra a todos sus posibles contrincantes, la desproporción es tal que, aún usando los medios de comunicación cotidianamente, hay quienes apenas pintan en las encuestas, que tanto les preocupan.
ESA ES una razón que por ningún motivo debe dejarse de lado para entender no los errores de comunicación del gobierno de la ciudad, sino la guerra que suscita el enorme peso político logrado por el tabasqueño.
Y EN la guerra, tampoco se debe olvidar, no hay ética ni comprensión, en ella se trata de eliminar al enemigo y se le ataca con todo y desde todos los puntos posibles, sólo queda en la conciencia, en este caso de la gente, el valor moral del atacante.
POR ESO es bueno tener en cuenta los motivos de cada uno de los escándalos que se presentarán en el futuro inmediato y preguntarse constantemente a qué circunstancia obedecen. No sería bueno para nadie en este país que se vuelva a creer en el engaño. La experiencia actual habla por sí sola.
PERO ADEMAS, de regreso al tema del funcionario a quien se quiere hacer pasar necesariamente como chofer, resulta bueno recordar que así como los 167 millones de pesos que se gastan en vestuario de gala Marta y su marido, los 63 mil que cobra el jefe de logística del GDF fueron autorizados por los diputados federales y locales, cada uno en su caso.
TOTAL, LA falta de un verdadero líder político en el país ha adelantado los tiempos de competencia, se quiera o no, y por ello la guerra será más larga, tortuosa y sangrienta que las que se han presenciado hasta la fecha. De eso no cabe duda. ciudadperdida-[email protected] [email protected]
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