.. |
México D.F. Domingo 18 de enero de 2004
JAZZ
Antonio Malacara
Balance anual/ y III
EL MOVIMIENTO SE multiplica y los espacios se reducen.
Los temas a abordar son muchos y tenemos que hacer la última entrega
del balance 2003. Ya después hablaremos sobre la gira europea de
Remi Alvarez y Aarón Cruz, o sobre el disco de Muna Zul o el de
Los Dorados del Norte o el de Diego Maroto o el de Villicaña-Bernal-Kautz.
Por primera vez el mareo se manifies- ta como síntoma de buena salud.
AGUSTIN
BERNAL. Entre lo bueno de 2003 está que abrió el club
de jazz Papá Beto; por fin un club de jazz decente en el DF. Hubo
varios festivales importantes, como el Artlife, que abrió un nuevo
espacio; Jazz en el Bosque, aunque no tuvo la publicidad adecuada, y hasta
el pequeño festival y las clases maestras de jazz en la Escuela
Nacional de Música... también el Seminario de Jazz en Xalapa.
El trío Villicaña-Bernal-Kautz se presentó en el festival
Out of Doors, del Lincoln Center en Nueva York. El trío Aanderud-Bernal-Puentes
estuvo de gira por la República Checa y por Colombia. El programa
Acústico, de Canal 22, invitó a varios grupos mexicanos de
jazz. El baterista Antonio Sánchez se consolidó a nivel mundial.
El pianista Rafael Alcalá recibió la beca Billboard
en la Berklee School of Music. Lo malo es que se perdió el Teatro
Juárez como espacio para el jazz; no hubo festival internacional
en la UNAM; el jazz fue prácticamente inexistente en la radio; aumentó
el precio de los cidís importados; no hubo ningún apoyo significativo
del Gobierno del DF hacia el jazz. Me gustaron varios discos: Mundo
Paralelo, de Diego Maroto; El Pez Dorado, de Eugenio Toussaint;
y Solo Sessions, de Enrique Nery.
IRAIDA NORIEGA. Creo que 2003 fue un año
afortunado, pues a pesar de ciertas autoridades culturales, nuestro jazz
sigue presente y expande sus fronteras. Para alegría de toda la
comunidad jazzística aparece el club Papá Beto tras muchos
años de ausencia de un lugar planteado y conceptualizado como los
grandes clubs del mundo y, sobre todo, con una verdadera pasión
por esta música por parte de sus creadores. Esta llama se ve reflejada
en la cantidad de producciones que salieron en 2003, ¡cuánta
vida!, ¡cuánto arte!, ¡cuánta alegría!
Esto consolida y da testimonio de un movimiento. No podría decir
que hay algo malo en 2003, simplemente que queda mucho por hacer, canales
que abrir, rutas por explorar; nos falta valorar lo que tenemos. Mi cidí
favorito, difícil, pero creo que Solo Sessions (Enrique Nery),
sin duda me llena de paz.
HERNAN HECHT. Lo bueno es que hay más proyectos
y hay más lugares donde tocar. Se conectó muy bien la nueva
generación, que es la cuarta etapa. Primero estuvieron Chilo Morán,
Marichal y todos esos; después vinieron Bernal, Campos, Piastro,
etcétera; luego la tercera, donde estamos nosotros; y ahora está
gente tan importante como Mark Aanderud, Pancho Lelo, Rodrigo Barbosa,
Demián Gálvez. Me gustó mucho el disco de Los Dorados
del Norte, aunque creo que todavía no está a la venta; pero
tienen muy buena propuesta, tocan muy bien, muy fresco, son jóvenes
con mucho futuro.
ENTRE LOS QUE se fueron. Juan José Calatayud,
Raúl Aranda, Benny Carter, Nina Simone, Herbie Mann, Mongo Santamaría,
Teddy Edwards, Mal Waldron, Earl King. Y más allá del jazz
y el blues, situado entre los más grandes de la cubanía,
se fue también el maestro Rubén González. Salud.
|