.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
C O N T R A P O R T A D A
..

México D.F. Domingo 18 de enero de 2004

MAR DE HISTORIAS

Interiores

Cristina Pacheco

En la calle oscura y desierta Mónica y René despiden a sus invitados. Junto a sus automóviles, Diego, Mayté, Jaime y Luisa prolongan la sobremesa: hablan del clima, una futura reunión, la excelencia del platillo principal. Mónica agradece el cumplido:

-René se queja de que no le cocine más seguido; no comprende que no tengo tiempo.

Mayté se estremece bajo su capa envolvente y, en tono infantil, se dirige a su marido:

-Diego: ¿nos vamos a la casita?

-Pero yo manejo. No sea que nos caiga la policía y te haga la prueba del alcoholímetro-. Sin atender a las protestas de su esposa, Diego se vuelve hacia René: -¿Te animas? Vamos juntos.

Mónica interrumpe su conversación con Luisa:

-Ya te oí, Diego-. Se acerca a René: -A ver, mi amor, ¿adónde quiere llevarte este degenerado?

René hace un guiño:

-A un table-dance-. Advierte el gesto de Mónica: -Lo dije en broma. A Diego se le ha metido en la cabeza que me inscriba en el gimnasio.

-¿Te acuerdas de que también te lo he dicho? Te haría mucho bien el ejercicio, porque como todo el día estás sentado en la oficina te has puesto muy panzoncito-. Busca la anuencia de sus amigos: -Ustedes también han notado que mi amor está botijón.

-Y muy calvo y bastante miope -agrega René.

-Te encanta exagerar.

-No, Mayté, hablo en serio, al menos en cuanto a los anteojos. Ya los necesito. Hoy me costó trabajo leer la Sección Amarilla.

-La letra está imposible. A mí también se me dificulta leerla -agrega Luisa.

Con intención de ser graciosa, Mónica hace aspavientos:

-Por favor, no le des cuerda. René es hipocondriaco. Todo le duele, pero en realidad no le pasa nada: como los niños, siempre quiere hacerse el interesante.

Luisa se aferra al brazo de su marido: -Jaime, vámonos. Me estoy congelando.

-¿Te presto una bufanda?- Antes de que su amiga le responda, Mónica se dirige a René: -Tráela. Está en el primer cajón del clóset. Es azul y tiene flecos blancos. No vayas a equivocarte.

-Dije que veía mal pero no que estuviera ciego -comenta René mientras se dirige a la casa.

En cuanto desaparece, Luisa habla al oído de Mónica:

-Creo que tu marido se molestó porque le pediste que fuera a traer la bufanda.

-Eso no tiene nada de malo, ¿o sí, Jaime? -Mónica no obtiene respuesta. -Opina, Diego: ¿a ti te molestaría...?

Todos callan cuando René se une al grupo y le entrega la bufanda a Luisa. Ella promete devolverla al día siguiente y corre hacia el auto seguida por Jaime. Diego y Mayté se despiden también.

II

Desde la puerta, Mónica contempla la estancia desordenada. Suspira, se quita el broche que le sujeta el cabello y sacude la cabeza:

-¿Salió bien, no crees?- Va hacia la mesa y levanta una botella de brandy: -Quedó un poco. ¿Te sirvo?

-No, gracias. Mañana llega un inspector de Hacienda.

Mónica bebe, deja el vaso y observa a René:

-¿Por qué tan callado?- Ante el silencio de su marido, continúa: -¿Sabes qué? Me gustaría que disfrutaras un poco más de las cosas. Para mí lo de esta noche fue como una fiesta.

-Sí, estuvo muy bien...

-Pero casi no hablaste.

-¿Para qué?- René enciende un cigarro: -Nunca me dejas terminar un comentario y cuando lo hago me contradices.

-¡Estás borracho!- Mónica se sienta y mantiene una actitud despreocupada. -Si piensas reclamarme algo, ¡hazlo! No quiero irme a la cama llena de culpa. Ya me sucedió otras veces y no fue nada agradable. ¿En qué te molesté?

-¿Tenías que ponerme en ridículo diciéndome panzón?- René escucha la carcajada de Mónica: -¿Tu risita significa que eso no tuvo importancia?

-¡Ninguna!

-Te equivocas: para mí sí-. René se quita el saco y lo ensarta en el respaldo de una silla: -Algo más: no me gusta que me des órdenes delante de tus amigos.

-¿Lo hice?- Mónica reflexiona unos segundos: -Ah, te molestó que te pidiera la bufanda. Luisa se dio cuenta y yo no.

-Francamente no me lo explico: llevamos cinco años viviendo juntos. Deberías saber que hay comentarios que me chocan; por ejemplo, que hables de mis cosas. Hay asuntos privados. ¿A ti te gustaría que dijera que no puedes embarazarte?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email