México D.F. Domingo 18 de enero de 2004
La situación en Morelos, grave, advierte;
encabeza el PRD nueva protesta por la represión
Pide Cárdenas Solórzano destituir al
gobernador Estrada Cajigal
Policías estatales insultan e impiden paso a
diputados del sol azteca que entregaban víveres a refugiados
LA JORNADA MORELOS
Tlalnepantla, Mor., 17 de enero. El ex dirigente
nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD),
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, sostuvo aquí
que debe iniciarse un proceso para la destitución del gobernador
Sergio Estrada Cajigal, pues la situación en el estado, luego del
desalojo de la alcaldía de Tlalnepantla, es grave y de no tomar
medidas podrían revivirse tiempos funestos como los del otrora gobernador
Jorge Carrillo Olea.
El
también ex jefe de Gobierno capitalino dijo lo anterior luego de
visitar a la familia de Gregorio Sánchez Mercado, muerto la madrugada
del miércoles durante el desalojo que efectuó la policía
contra los habitantes que tomaron el palacio municipal.
En tanto, diputados locales perredistas que intentaban
llegar al monte para verificar las condiciones en que se encuentran los
refugiados, fueron hostigados e insultados por policías estatales,
quienes les impidieron el paso ante la mirada indiferente de sus mandos.
Agentes encabezados por el director de la Policía
Preventiva del Estado (PPE), Francisco Sánchez, intentaron agredir
a los diputados Fidel de Médicis Hidalgo, Anacleto Pedraza Flores
y Guillermo López Ruvalcaba.
Fue después del mediodía cuando los legisladores
ingresaron al municipio después de escuchar las solicitudes de apoyo
de las personas que por temor a ser detenidas no salen de sus domicilios
y les cuesta trabajo encontrar alimento, toda vez que las tiendas no funcionan
con regularidad.
En dos autos particulares y una ambulancia del ayuntamiento
de Totolapan, los legisladores ingresaron no sin antes tener un altercado
con los uniformados que se encontraban en el primer retén de revisión
en el entronque a la cabecera municipal en la carretera Oaxtepec-Xochimilco,
donde un uniformado apuntó con su arma el vehículo de Anacleto
Pedraza debido a que éste no hizo caso a la indicación de
detenerse.
Más adelante, a unos metros de la alcaldía
donde se encuentra un grupo de simpatizantes del alcalde electo constitucionalmente,
el priísta Elías Osorio Torres, los diputados intentaron
recuperar para sus propietarios un taxi con placas de Cuautla que fue severamente
dañado por los simpatizantes del alcalde la noche del martes 13,
antes del desalojo.
Los perredistas decidieron continuar la visita a los domicilios
pero al llegar a uno de ellos fueron cercados por los policías,
quienes llegaron en seis unidades, lo que aumentó la tensión.
Fidel de Médicis preguntó acerca de la presencia
policiaca y al no obtener una respuesta otro legislador intentó
comunicarse con el secretario de Seguridad, Jesús Sebastián
Insunza Gutiérrez, pero sólo contactó a su secretario
particular, a quien le indicó que eran hostigados.
El diputado Guillermo López Ruvalcaba insistió
en la ilegalidad de la acción de los uniformados y puso el teléfono
al oficial al mando, quien explicó por el auricular: "No se les
está persiguiendo pero la población no los quiere aquí.
Nosotros sólo resguardamos el vehículo. Pero que no se haga
más grande esto, pues ya sabe, son políticos que aprovechan
pues el encargo que tienen es más grande".
-Fíjese en lo que habla, licenciado -recriminó
Fidel de Médicis al jefe policiaco.
-Lo que hacemos es proteger al pueblo.
-Parece que no. Esto se llama represión.
-Mejor lo arreglamos en otro lugar.
-Como guste -aceptó el diputado.
Al caminar rumbo a sus vehículos, los uniformados
gritaron a los diputados: "nosotros somos pueblo y ustedes no han hecho
nada por nosotros (...) ¡A chingar a su madre!, ¡órale!,
¡órale! ¡Por su culpa estamos aquí. Por su control
que llevan y todavía vienen a chingar! ¡Fuera!, ¡fuera!",
gritaban mientras pateaban las unidades de los visitantes.
Callados, los diputados intentaron continuar con la entrega
de víveres, pero cuando sus autos detuvieron su marcha, otra vez
a media cuadra los uniformados los comenzaron a perseguir, por lo que huyeron
del municipio.
Durante la marcha que convocó el PRD hoy, cientos
de morelenses volvieron a gritar "¡Asesino!, ¡Asesino!" al
gobernador Estrada Cajigal. En tanto, la anciana Virginia Mercado exigía
justicia para que "no quede impune" la muerte de su hijo Gregorio Sánchez
y responsabilizó al mandatario de los hechos violentos ocurridos
en Tlalnepantla, porque "él envió a la policía".
Alrededor de dos mil 500 personas, incluidos 12 diputados
federales y dos senadores, el dirigente estatal del PRD, Jorge Messeguer
Guillén, y Graco Ramírez, secretario de Asuntos Electorales
del CEN, marcharon de la glorieta de Emiliano Zapata al palacio de gobierno
en protesta por la represión que como saldo dejó la muerte
del campesino, 23 detenidos y decenas de lesionados.
Exigieron la liberación inmediata de los presos,
castigo a los responsables del desalojo, salida de las fuerzas policiacas
del pueblo y juicio político a Sergio Estrada. Insistieron en la
desaparición de poderes en Tlalnepantla y respetar el gobierno electo
por usos y costumbres.
Los desplazados no regresan
Más de 300 agentes de la PPE, apoyados por agentes
municipales de Ocuituco, Yecapixtla y Cuautla, vigilan los accesos y los
movimientos de las personas que ingresan a Tlalnepantla, particularmente
si no se identifican como simpatizantes del alcalde Elías Osorio
Torres.
Las calles siguen desoladas, los negocios abren sus puertas
de manera irregular, no hay suficiente abasto y el transporte colectivo
es deficiente.
Mientras, continúa el exilio de las familias simpatizantes
del movimiento popular, quienes enfrentan serios problemas de salud, cobijo
y falta de alimentación en comunidades de la región.
Muchas de las más de 500 personas que son atendidas
en domicilios particulares y en la parroquia de Tlayacapan enfrentan diarreas
y afecciones respiratorias, principalmente menores de edad y ancianos.
La mayoría duerme en el suelo y come lo que les entregan vecinos
de las comunidades. En los rostros se denota el cansancio y el estrés.
La necropsia a Sánchez Mercado
El subprocurador metropolitano Juan Carlos Muñoz
Bacab informó que de acuerdo con la necropsia, la muerte de Gregorio
Sánchez Mercado fue causada por un proyectil de arma de fuego, el
cual entró por la boca y alojó fragmentos de bala en la cavidad
craneana. Un estudio de rayos X reveló que el proyectil está
completamente fragmentado. Con base en las piezas encontradas y la radiografía,
el perito en balística estableció que no se puede determinar
el calibre de la bala.
Aseveró que la necropsia determinó que no
hay huellas de forcejeo ni sometimiento y que la muerte fue provocada a
corta distancia. Por lo anterior se abren varias líneas de investigación,
mismas que se integran a la averiguación previa CT/5ª/137/04-01
por el homicidio de Sánchez Mercado y lesiones a Carlos Quintero
Juan, Benjamín Medina Barrera y Pedro Guerrero Dircio, toda vez
que en las pruebas de criminalística realizadas en el sitio del
enfrentamiento se encontraron casquillos de calibres .22, .38 súper,
.9 mm, y otros, además de petardos, bombas molotov, un lago hemático
y gotas de sangre.
La vida es primero: Centro Pro
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro
Juárez solicitó al gobierno de Morelos y a la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que se respete la vida e integridad
física de las personas desaparecidas en Tlalnepantla.
La organización exigió que se efectúe
una investigación expedita de los hechos violentos con el propósito
de identificar a los responsables y proceder a su procesamiento y sanción.
Demandaron información sobre el paradero de 15
personas y que se respeten los derechos humanos de los pobladores detenidos,
que actualmente se encuentran en la ciudad de Cuernavaca. CON INFORMACION
DE CLAUDIA HERRERA BELTRAN
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