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México D.F. Domingo 18 de enero de 2004
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
La incógnita de los chiítas de Irak
EL ANALISIS "LA ideología del imperio estadunidense", del profesor Claes Ryn (Orbis, verano 2003), y las estrujantes revelaciones del ex secretario del Tesoro, Paul O'Neill, corroboran la agenda oculta sobre el petróleo de Irak de parte del equipo Bush, en particular del verdadero poder tras el trono, Dick Cheney (el general Colin Powell fue descrito apropiadamente por O'Neill, como la "cobertura" indispensable). Por cierto, no pasó inadvertido el casi apocalíptico planteamiento de Cheney ante el influyente World Affairs Council de Los Angeles, respecto a la magnitud de la amenaza terrorista que supuestamente enfrenta Estados Unidos (EU) y que tomará contrarrestar en un tiempo similar a la guerra fría (así que va para largo: unos 45 años), lo cual obliga a un despliegue mayor y a una redefinición militar (San Francisco Chronicle, 15-1-04). ƑEstará preparando Al Qaeda (whatever that means) un espeluznante ataque nuclear en suelo estadunidense que lleve a la aplicación global de la agenda oculta de Cheney y sus aliados neoconservadores straussianos? Como si lo anterior fuera poco, el periódico Los Angeles Times (17-1-04) divulgó que Cheney y Antonio Scalia, el controvertido presidente ultraconservador de la Suprema Corte (que dio la victoria a Baby Bush en la elección bananera de Florida), se fueron de cacería de patos. ƑQué se estará cocinando de horrible tras bambalinas para imponer un segundo mandato de Baby Bush o hasta un gobierno militar, como planteó el general texano Tommy Franks? Pareciera que la fractura iraquí ha llevado a Cheney, y a sus aliados neoconservadores straussianos en el Pentágono, a redimensionar los atentados terroristas del 11 de septiembre (a nuestro humilde entender, todo un pérfido montaje hollywoodense) que tantos dividendos les ha proporcionado.
LOS SUNITAS SON los grandes perdedores en el reparto del moderno "vellocino del oro negro" en Irak. El títere Consejo del Gobierno iraquí aceptó las demandas kurdas para una estructura federal, así como su autonomía en tres provincias (Sulaimaniya, Dohuk y Arbil) del total de 18, lo que no sólo ha exacerbado las tensiones intraétnicas y religiosas, sino que también ha estremecido a los gobiernos de Turquía, Siria e Irán, que han coincidido en un frente común para impedir la creación del Kurdistán independiente basado en la producción de petróleo en Kirkuk y vinculado con un tratado de defensa con EU e Israel, que pudiera incluso llevar sus fronteras hasta el mar Caspio, la tercera reserva mundial del petróleo (a través de la provincia del "Kordestán" iraní). Queda pendiente el control de otras tres provincias cosmopolitas del norte de Irak con poblaciones mezcladas de árabes (primordialmente caldeos-católicos y sunitas), turcomenos (de origen turco-mongol) y kurdos (arios): Diyala, Nínive y, sobre todo, Tamim (que extrae 40 por ciento del total del petróleo iraquí), cuya capital es la cosmopolita Kirkuk. Esta es la caja de Pandora etnorreligiosa que destapó la invasión anglosajona.
LA FRACTURA IRAQUI ha puesto en marcha una serie de fuerzas centrípetas y centrífugas en Medio Oriente y en las regiones de Asia Central y el subcontinente indio, sobre las que ya habrá tiempo de regresar, donde están moviendo ágilmente sus piezas las grandes potencias del planeta. Sin duda, la mejor noticia del año ha sido el notable encuentro en Islamabad, el 6 de enero pasado, entre los mandatarios de dos medianas potencias nucleares -el primer ministro de India, Atal Behari Vajpayee, y el presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf- susceptible de generar la paz en el subcontienete indio, la región más densamente poblada del planeta, lo cual requiere análisis especial.
EN CONTRAPUNTO, EL mundo árabe mantiene un "horizonte oscuro y amenazador", como refiere el veterano periodista británico en la región Patrick Seale ("Ganadores y perdedores"; diario libanés Al Hayat, 16-01-04), a quien mejor dejamos evaluar el proyecto de "transferencia de soberanía" de Irak para finales de junio y el montaje seudodemocrático del procónsul Paul Bremer III (anterior funcionario de Kissinger Asociados): "EU todavía enfrenta la insurgencia sunita, y también ha fracasado en ponerse de acuerdo con los líderes de la comunidad chiíta. El gran ayatola Alí Al Sistani, quizá el más influyente, insiste en elecciones democráticas para una asamblea que redactará una nueva Constitución y avalará a un gobierno provisional. Las elecciones generales podrían seguir, y los chiítas anticipan les darán el liderazgo en el gobierno". Muy hábil, Sistani juega la carta democrática, con la fortaleza de 60 por ciento, que le daría en términos demográficos la mayoría, por encima de los kurdos sunitas arios y los sunitas árabes. Pero, una cosa es que los chiítas árabes del sur de Irak se alíen por conveniencias transitorias con los kurdos sunitas arios del norte contra los sunitas árabes del centro, y otra cosa es que acepten el control de los kurdos en un Irak federal que desechan. En teoría, el equipo Bush, con sus aliados israelíes, tienen ya asegurado el control de los yacimientos petroleros de Kirkuk, por conducto de sus aliados kurdos. Falta ver cuál será la estratagema para controlar los pletóricos yacimientos de la región de Basora, capital de los chiítas árabes. La quintaesencia de los neoconservadores straussianos, es decir, el cuarteto maligno (para estar a tono con la lingüística primitiva y punitiva del bushnomics) Wolfowitz-Perle-Libby-Feith desea imponer en sus sueños guajiros a su aliado, el banquero Ahmed Chalabi, un chiíta posmoderno y criminal convicto por fraude al Banco Petra de Jordania. No es anormal el apoyo desmedido a Chalabi por el equipo Bush que se ha caracterizado por miles de fraudes en el circuito delincuencial de Wall Street mediante los cuales avanza su agenda de control global: la corrupción empresarial-financiera-bursátil es consubstancial al putrefacto bushnomics. Seale pone en relieve que "EU presiona en favor de un sistema en que los notables locales, en su mayoría escogidos por la autoridad de ocupación, seleccione una asamblea, que entonces elija un gobierno [...] que difícilmente podría ser considerado democrático o legítimo". Suena increíble que los chiítas árabes de Irak sean más "democráticos" que las fuerzas anglosajonas de ocupación, que pregonan llevar la modernidad a Medio Oriente. En contraste con la propaganda prevaleciente en los orwellianos multimedia anglosajones, es nuestra muy humilde opinión que la salvación del mundo árabe pasa ineluctablemente por la "democracia" que no desea EU que, por el contrario, ha instaurado y legitimado una serie de sátrapas en la región desde la Segunda Guerra Mundial para mejor controlar el petróleo; lo demás son cuentos texanos. Seale advierte que "la transferencia de la soberanía puede ser el preludio de una guerra civil".
PERO ANTES DE la limpieza étnica viene la "limpieza demográfica estadística". El manual estadístico de la CIA es de carcajada y ya no sabe cómo manipular las cifras poblacionales de los diferentes segmentos étnicos y religiosos del mosaico iraquí, al sobredimensionar a kurdos y chiítas y subestimar a los sunitas árabes para las sumas porcentuales que unas veces no alcanzan 100 por ciento y otras lo superan. Expongamos las cifras actualizadas de la CIA para divertirnos un poco. La población iraquí contaría con poco más de 24.5 millones (hasta julio de 2003) de los cuales, en la "división étnica", la raza árabe contaría de 75 a 80 por ciento, los kurdos (arios) de 15 a 20 por ciento, y los turcomenos y los "asirios" 5 por ciento. Hasta donde nos quedamos en materia etnolingüística, los asirios -que en realidad son caldeos-católicos- son semitas árabes (el mejor conocido es el ex ministro Tareq Aziz), por lo que la CIA se confunde y confunde a los demás. Viene lo mejor en la subdivisión "religiosa": musulmanes 97 por ciento (chiítas 60-65 por ciento, sunitas 32-37 por ciento, cristianos y otros 3 por ciento). Las cifras manoseadas, en las que la autoridad anglosajona ocupante se basará, son más fáciles a deducir: los chiítas árabes del sur comprenderían alrededor de 15 millones y los kurdos sunitas del norte un poco más de 4 millones. Ahora resulta que existen más kurdos arios que árabes sunitas, relegados al tercer lugar, quienes son literalmente diezmados a poco más de 3 millones, lo cual propulsa el significado de los asentamientos y limpiezas étnicas por venir. Al fundamentalista "cristiano" (sic) Baby Bush le importan un comino los "cristianos" de Irak, igual que su padre, el presidente número 41, quien vendió a los "cristianos" de Líbano en el altar sirio en 1991 por un barril de petróleo. Por los resultados geopolíticos desde 1991 hasta la fecha, pues tal parece que los primeros cristianos de la humanidad (sean libaneses, sean iraquíes), debido a su exigüidad demográfica, no gozarán del apoyo de la "cristiandad" (sic) fundamentalista texana que ha preferido en forma herética aliarse a los intereses de la gasopetrocracia anglosajona y del Partido Likud de la dupla Sharon-Netanyahu, quienes de paso cobran las facturas al papa Juan Pablo II, protector de las iglesias católicas medio orientales, por haberse rebelado al "nuevo orden mundial" del bushnomics y del tóxico "choque de las civilizaciones" huntingtoniano.
NO HAY QUE equivocarse sobre los chiítas de Irak, quienes son lingüística y étnicamente semitas árabes, aunque sean correligionarios de los iraníes. El equipo Bush, a proclividad maniquea simplona, puede caer en el error de que las negociaciones tras bambalinas con la teocracia chiíta de los ayatolas de Irán sean más que suficientes para domar a los chiítas árabes de Irak. Recordemos que durante la guerra de Irak contra Irán, los chiítas árabes iraquíes permanecieron fieles al régimen de Saddam. Esas son las sutilezas medio orientales que desconocen o no les convenga reconocer en Washington.
LA FATWA, EDICTO religioso de carácter jurídico, que lanzó sobre las elecciones directas el ayatola Sistani conmocionó a Paul Bremer III, quien salió disparado a pedir audiencia urgente a la Casa Blanca que, como de costumbre, busca limitar los daños con promesas vagas sobre algunos cambios ligeros a sus planes en la selección de los gobernantes (New York Times, 17-01-04). Resulta que las fuerzas anglosajonas de ocupación, que nos avientan sus espurias estadísticas demográficas, aduzcan ahora con que no poseen un padrón electoral confiable (šni papel para boletas!), para celebrar comicios en los plazos establecidos.
SERIA GRAVE ERROR de Sistani -quien con el "arma democrática" puede descarrilar los planes anglosajones- ceder en menos que a elecciones directas generales libres, que de paso darían una lección de resonancia universal y desmontarían el absurdo invento texano de la incompatibilidad racial árabe con la "democracia" occidental (whatever that means). Porque la "transferencia de soberanía" en favor de los títeres seleccionados por el procónsul anglosajón equivaldría a una ocupación maquillada de largo aliento por súbditos interpósitos y, sobre todo, enajenaría el petróleo sureño en beneficio de las trasnacionales anglosajonas (el verdadero objetivo). Es lamentable que el ghanés colonizado Kofi Annan, quien funge como secretario general de la ONU, promueva los intereses de sus amos anglosajones y se haya plegado, como ha sido su costumbre recidivista, a los planes antidemocráticos de Paul Bremer III (Al Watan, 10-01-04), que pasan por el control petrolero trasnacional del sur de Irak, que busca su salvación con el "arma democrática" de elecciones directas generales libres. šCómo hace falta Sergio Vieira de Mello, el inolvidable diplomático brasileño de la ONU auténtica!
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