Cada año, a mediados de enero, Chiapa de Corzo celebra durante casi dos semanas a su santo patrón, San Sebastián Mártir. Antes del festejo, los habitantes conmemoran a otro símbolo de la comunidad: doña María de Angulo, que después de San Sebastián es el más importante de la fiesta. Según la leyenda, doña María era una dama española que llegó a Chiapa de Corzo procedente de Guatemala en busca de un curandero que sanara a su pequeño hijo, quien padecía una enfermedad considerada incurable. Tras un periodo de sequía que duró de 1767 a 1768, en la región hubo hambruna y muerte entre la población. Doña María de Angulo, para agradecer la curación de su hijo, emprendió un viaje hasta Tehuantepec para traer granos y alimentos a los menesterosos. A su regreso entró al pueblo repartiendo comida y dinero con auxilio de su servidumbre. Desde entonces, cada año se organiza durante cinco días la procesión de los chuntaes (servidumbres), que representan a los sirvientes de Angulo que trajeron alegría y reconfortaron al pueblo FOTOS Víctor Camacho