México D.F. Miércoles 14 de enero de 2004
Denuncian maltrato; exigen sus abogados atención médica
En huelga de hambre desde hace 8 días, 40 reos del penal de La Palma
ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL
Almoloya de Juarez, Mex., 13 de enero. Veinte abogados de internos del penal de La Palma, ubicado en este municipio, solicitaron hoy de manera formal una reunión con el nuevo director del centro penitenciario para hacerle llegar quejas de los reos, quienes desde hace ocho días mantienen una huelga de hambre en protesta por los maltratos de que son objeto.
De acuerdo con los litigantes, el sábado pasado la Secretaría de Seguridad Pública federal cesó del cargo a Saúl Eugenio Torres y en su lugar designó a Edgardo Aguilar Aranda, quien se desempeñaba como director del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco.
Los abogados señalaron que al menos unos 40 reos de los distintos módulos del penal ya presentan cuadros de salud delicados, pues desde hace una semana no consumen alimentos.
"La preocupación es la salud de los internos, por lo que solicitamos sean atendidos de manera inmediata por el personal médico del penal. Ya no queremos negligencias que provoquen otra muerte, como la de Abel Aranda Mendoza, quien falleció el pasado 29 de diciembre por no recibir atención de las autoridades del penal", expresaron.
Asimismo, solicitaron la intervención del comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y la presencia del secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, para que conozca de viva voz las quejas de los reclusos.
"Hemos escuchado con preocupación las declaraciones de Carlos Tornero, responsable del sistema penitenciario federal. Sabemos que muchos internos cometieron algún delito, pero eso no es justificación para que los traten como animales. Queremos trato digno, un trato para seres humanos, y no aceptamos las generalidades que expresó el doctor Tornero", manifestó el abogado Jesús Solano.
Los litigantes expresaron que, a pesar de la huelga de hambre, la vida en el penal no ha cambiado, por lo que continúan los abusos contra los reos. "Los siguen despertando en la madrugada para que personas encapuchadas hagan inspecciones en sus celdas. Las llamadas telefónicas de sus familiares son cortadas a los tres o cuatro minutos, pese a que tienen derecho a 10 minutos cada tercer día. Las revisiones continúan siendo exhaustivas y el tiempo que se ocupa en eso reduce el tiempo de visita para familiares y abogados".
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