México D.F. Miércoles 14 de enero de 2004
Vigilantes de Aeroméxico humillan a pasajeros durante revisiones
Policías estadunidenses supervisan a agentes mexicanos
Contrario a lo que se afirma en instancias del gobierno federal, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), de manera "discreta", elementos de la Dirección de Seguridad de Transporte Aéreo (TSA, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, continúan observando la forma en que los agentes de seguridad privada de la empresa Aeroméxico llevan a cabo la revisión de los equipajes de mano y de los pasajeros que van a volar hacia Los Angeles, California.
Lo hacen con pleno conocimiento y autorización de las autoridades aeroportuarias encargadas de "controlar" el funcionamiento de todos los cuerpos policiacos -oficiales o privados- que actúan en la terminal aérea. La vigilancia de "los TSA" (clave con que son identificados los citados funcionarios estadunidenses), se sigue concentrando en la salida del vuelo 490 de Aeroméxico que diariamente, entre las 18:50 y las 19:30 horas, parte hacia la mencionada ciudad californiana.
En la práctica, los empleados de Aeroméxico proceden con actitudes que rayan en la humillación de las personas. En lo mínimo les importa de quién se trate y cuál es su condición; a todos por igual los cachean y les aplican detectores de metales. El colmo llega cuando los agentes masculinos pasan dichos aparatos entre las piernas de las damas.
Cierto, ya los policías de la Oficina Federal de Investigaciones estadunidense (FBI, por sus siglas en inglés), organización policiaca que en México tiene 15 elementos de manera permanente, acreditados en la embajada de Estados Unidos, ya no son visibles en las áreas internas del AICM, sobre todo en las salas de última espera y menos frente a los túneles de abordaje de los pasajeros de aeronaves nacionales (Aeroméxico y Mexicana), pero sí son dos o tres individuos de la TSA quienes se sientan a unos 10 metros, desde donde mantienen comunicación telefónica, al tiempo que toman nota en las computadoras portátiles que utilizan.
Lo saben los policías federales preventivos, los agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, los miembros de la Procuraduría General de la República, los "zetas", de la subdirección de seguridad y la comandancia general de la terminal aérea. Comentarios "en corto" de algunos agentes aeroportuarios permiten saber que entre ellos hay disgusto por la presencia de policías extranjeros: "ƑPor qué nos hacen sentir que no estamos suficientemente preparados para esta labor preventiva?"
En los sitios por donde transita la gente, en especial los pasillos principales, frente a los mostradores de las aerolíneas, en la entrada de los filtros de rayos X, la situación es normal. Hay vigilancia, pero no tan notoria como en días pasados. De hecho, el periodo vacacional de fin de año, en que se dio una "etapa pico" por el exceso de usuarios ya fue superada, al grado que los 90 jóvenes bilingües contratados para orientar a las personas terminaron su trabajo. Todo está volviendo a normalidad.
El vuelo 490 de Aeroméxico partió ayer hacia Los Angeles a las 18:50 horas con 82 pasajeros a bordo, después de una revisión minuciosa de 25 minutos supervisada por agentes de la FBI y la TSA en listas de pasajeros y pasaportes, principalmente de viajeros mexicanos. Este vuelo estuvo despegando con horas de retraso debido a las medidas de seguridad clasificadas como nivel tres en México y color naranja en Estados Unidos. La revisión comenzó a las 18:15 y terminó a las 18:40. Diez minutos después la aeronave partió hacia su destino. TRIUNFO ELIZALDE
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