Anuncia que el próximo junio abrirá una muestra en la galería Serpentine, en Londres

Soslaya México la potencialidad de su arte, dice Gabriel Orozco

Falta documentar el quehacer de los creadores nacionales en el exterior, considera
Tenemos una sociedad que tiende a erosionar la individualidad, deplora el artista

MERRY MAC MASTERS

El arte contemporáneo mexicano, expresa el artista visual Gabriel Orozco, tiene ya una presencia y un contacto con el exterior de los que antes carecía.

Ahora, prosigue, falta documentar ese trabajo y que llegue aquí información para que los especialistas escriban sobre ello con ''seriedad y conciencia histórica".

Se trata de un ''fenómeno" generado no por la globalización, ni las instituciones ni los críticos, sino por los propios artistas, ''desde abajo, con el trabajo".

Lo que falta es ''ese acompañamiento que debe de seguir; enriquecerse de las instituciones y de los críticos para disfrutarlo".

Orozco aprovecha una estancia en México para hablar de su exposición, abierta el pasado noviembre, en la galería Marian Goodman, de Nueva York, en la que mostró esculturas hechas con una espuma expansiva que se utiliza en las construcciones que, al inyectarse en las paredes, sirve para sellar.

Por ''desagradable" y ''exótica", siempre llamó la atención del creador, por ser un material ''muy artificial, pero con algo de orgánico".

De igual manera se refiere a la exhibición montada en el Trinity College, en Dublín, en la que presentó una escoba flotante elaborada con material encontrado en la misma galería, así como a la colectiva de cuatro artistas de la galería Tate, en Londres, en la que él participó.

Abusos de poder y deificación

Gabriel Orozco anuncia que a finales del próximo junio presentará una exhibición en la galería Serpentine, en Londres, con su respectivo libro.

Asimismo, se publicarán textos sobre su obra en Alemania, de parte del Trinity College y del museo Hirschhorn, en Washington, DC.

Este último recinto propuso hace año y medio organizar también una exposición sólo de su obra fotográfica, que coincide con un conjunto de actividades de arte mexicano de diferentes épocas que se hará en la capital estadunidense.

En octubre será inaugurado el museo de Kanazawa, en Japón, que tiene obra de Orozco en su colección y está considerado un espacio para exhibirla. Además, el artista realizará allí un nuevo trabajo en un patio exterior que le fue asignado.

-ƑQué papel deben jugar las instituciones en la promoción del arte mexicano?

-Depende qué instituciones. Debemos ser muy conscientes del valor de las personas. Las instituciones son nada, un edificio. Lo que hace la diferencia son los individuos y eso, en México, a veces no queda muy claro.

''El arte también es como un edificio. Lo que da importancia al arte son los individuos que generan y dan la cara por esas instituciones.

''Un museo, sin un buen director, es un mal museo. No importa que la colección sea buena o que tenga bella arquitectura.

''Si su director es incompetente, es un recinto incompetente. Y lo mismo pasa con el arte. Depende del artista, si éste lo hace interesante o no.

''A veces en el país los individuos se esconden detrás de las instituciones por miedo o por incapacidad. También porque al proponer ideas y construir cosas no todo el mundo se atreve a hacerlo, porque hay un temor a la represión de la sociedad contra el individuo.

''México es una sociedad en la que se tiende a erosionar la individualidad. Hay algo extraño con eso que es muy complejo.

''No es nada más un problema de instituciones, de mentalidad, casi hasta religioso, político. También genera abusos de poder y deificación de ciertas maneras del individuo.''

Crisis de simbología

Dueño de una obra de difícil definición, al mencionar ''el momento de transición que vivimos", Gabriel Orozco opina que en las artes visuales los tres años anteriores han sido determinantes para cambiar el panorama nacional, de la proyección internacional de México y de la manera en que los artistas piensan.

''Se ha generado crisis educativa, conceptual, de lo que es el arte, cómo funciona, aparte de disgustos y polémicas."

Al hablar de una falta de claridad, ''sobre todo de instituciones culturales", no sólo se refiere al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, sino a las propuestas culturales de los partidos políticos que no se empiezan a ver ''desde el poder, sino desde que uno está en la oposición o en ciertas gubernaturas".

Para el entrevistado, en el PRD, el PRI y el PAN existe ''gran confusión. No saben qué proponer en el ámbito cultural que no sea, en mi opinión, estrategias trasnochadas, pasadas.

''Por ejemplo, lo que se hace en escultura pública en el país sigue siendo insignificante."

-ƑQué sería significante?

-Sería que la escultura pública pudiera servir de algún modo al ciudadano, contribuir a una consciencia en lo político y lo práctico.

''Que tuviera algo que la conecte con la realidad y no sigan haciendo estos seudo símbolos abstractoides, sexualoides, del ego del artista, imponiendo su mamotreto en medio de un camellón o en una plaza pública.

''Es evidente que hay una crisis de simbología en el México contemporáneo, pero los artistas deberían ser un poco más conscientes y también las autoridades tratar de encontrar nuevas maneras de proponer lo que es el arte público, para el pueblo, y ofrecer servicios en lugar de imponer monstruos. Parecen dinosaurios instalados en camellones."

Errónea actitud de los políticos

Para Orozco, el meollo del asunto está en que ''nadie ha entendido que el arte mexicano puede ser una industria que aporte mucho al país. No sólo en los rubros simbólico o estético.

''México no ha sabido entender la potencialidad de su arte como parte del proceso de intercambio económico y cultural con el mundo. Ese es un defecto de los tres partidos políticos más importantes.

''No se ve una conciencia o interés, pues se desperdician muchas oportunidades para desarrollar algo que podría beneficiar al país.

''El artista no puede esperar que los partidos lo ayuden, porque eso no existe. Los creadores tienen que seguir produciendo bienes públicos de algún modo, para servicio de la comunidad."

Al respecto, llama la atención el hecho de que ''no se asume el arte en su parte económica o industrial, por llamarla de algún modo. Aquél sigue como algo externo y eso constituye un grave error''.

Esa actitud ''habla mal de los políticos y de la idea de un país que sólo se asume como mano de obra barata y no como país creativo. Asumirse así implica ser un perdedor.

''La creatividad -prosigue- tiene que ser administrada y propuesta como una de las herramientas de México para entrar en el diálogo al tú por tú con todos los países."