BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

EU: Ƒfalsa recuperación de un "hombre ciego"?

Empantamiento en crecimiento sin empleos

ES INNEGABLE QUE el texano Baby Bush fue sumamente exitoso en conseguir texanizar a su homólogo Fox (él mismo de origen texano), al haberlo incorporado a sus depredadoras políticas de integración en seguridad y energía (a costa de la desintegración de los mexicanos), pero en el frente doméstico sufrió tres severas sacudidas el fin de semana que no solamente evidencian la mitocracia imperante en la Casa Blanca, al unísono del malestar "académico" en el ejército, sino que también vulneran toda su credibilidad en cuanto a "recuperación sin empleos" se refiere. Pese a las apariencias engañosas de los epifenómenos fugaces, justamente en la "recuperación sin empleos" se encontraría su principal vulnerabilidad, si hacemos caso al muy solvente economista Stephen Roach, de la correduría Morgan Stanley ("Falsa Recuperación", 12-1-04).

NO HAY QUE tomar a la ligera el reciente libro de Ron Suskind (El precio de la lealtad), en el que el anterior secretario del Tesoro Paul O'Neill estremeció las entrañas del bushnomics al describir al presidente No.43 como un "hombre ciego rodeado de sordos en un cuarto", quien ya tenía preparados de antemano, desde su controvertido ingreso a la Casa Blanca, la invasión a Irak y su "cambio de régimen", así como la captura de sus riquísimos yacimientos petroleros. Nada nuevo para los lectores de Bajo la Lupa: O'Neill revela que el verdadero poder tras el trono es el vicepresidente Dick Cheney.

MAS ALLA DE la indefectible alianza pan-texana entre un "hombre ciego" (Baby Bush) y un "hombre sordo" (Fox), como si todo lo anterior fuera poco, el prestigiado Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército (de Estados Unidos) acaba de publicar un ensayo muy juicioso del doctor Jeffrey Record (de 62 páginas y 125 citas bibliográficas): Los límites de la guerra global contra el terrorismo, que merece un tratamiento especial en la coyuntura presente, en el que despedaza el abordaje poco profesional del bushnomics: "carece de claridad estratégica, abarca objetivos poco realistas y pudiera ser insostenible en el largo plazo".

DESDE LUEGO QUE un profesional de la talla de Stephen Roach no podía soslayar el último reporte, muy deprimente, sobre el empleo: "la economía de EU se encuentra empantanada en una recuperación sin empleos jamás vista, con profundas implicaciones en la perspectiva económica, el clima político, las políticas comerciales y el ciclo global de los negocios". Recuerda el significado de la creación de fuentes de empleo para el alma comercial estadunidense y, sobre todo, para su rebote cíclico: "impulsa el crecimiento del empleo que alimenta el consumo personal". El gran economista se ve obligado a pronunciar los axiomas básicos. Su diagnóstico es demoledor: "los puestos siguen siendo eliminados en la manufactura, comercio al menudeo y los servicios de información y finanzas", mientras que "los únicos empleos que han aumentado se ubican en la 'fuerza-laboral contingente' de bajo-costo (temporales) y en áreas de altos costos que son inmunes en la competitividad, como son la salud y la educación". Hasta ahora, porque India, incluso, puede empezar a desplazar a los trabajadores de cuello blanco de EU en los supuestos sectores inmunes, debido al fenómeno del back-office (el trabajo de apoyo a las oficinas matrices desde la lejanía geográfica, que ha aprovechado India), como subproducto de la globalización laboral, pues ya pasaron 25 meses de la tan cacareada "recuperación" del bushnomics y las empresas, que acumulan enormes ganancias en la bolsa de valores (no importa que sean ficticias), aún no han reanudado las recontrataciones laborales. Como que no cuadra tanta "recuperación", tanta ganancia bursátil, tanta productividad y tanta competitividad con la ausencia de recontrataciones laborales. A su conocida hipótesis sobre la "deslocalización" laboral (outsourcing),producto de la "conectividad de Internet" en el ámbito del sector de los servicios, donde India sobresale como nadie, Roach agrega que sectores que antes eran considerados "no-negociables" (non-tradables) -de lo que bien harían los mediocres economistas neoliberales de la maligna tríada Salinas-Zedillo-Fox en actualizarse-, "incluyen profesiones como ingeniería, diseño, contabilidad, abogacía, medicina, actuaría y análisis financieros". Así las cosas, "la globalización de los servicios, apuntalada por la tecnología de la información, se encuentra en proceso de transformar este vasto sector en un segmento negociable de la economía de EU" que ha provocado un " tremendo desafío a su otrora imparable maquinaria laboral". Después de recordar los archisabidos desequilibrios de la macroeconomía, Roach despunta impecablemente los otros desequilibrios en la microeconomía que se han profundizado paradójicamente con la "recuperación sin empleos", y toca el punto nodal: "si por alguna razón llegase a fallar la economía de aquí a la elección presidencial y la tasa de desempleo comienza a incrementarse, los temas relacionados con el empleo figurarán en forma prominente en el debate político". No lo dice, pero existe un axioma electoral de que por encima de una tasa de 8 por ciento de desocupación, es virtualmente imposible que un presidente consiga relegirse. Roach sopesa los "riesgos de fricciones comerciales y los peligros elevados de proteccionismo" que ponen en la mira a India, la cual, en un ambiente desfavorable, pudiera ser puesta en la picota "como una amenaza en el sector otrora sacrosanto de los empleos en los servicios", que perjudicaría a las trasnacionales estadunidenses que encabezan la deslocalización laboral. ƑSe habrá adelantado Paul O'Neill, quizá en representación oficiosa de las trasnacionales que se sienten prematuramente traicionadas, en su furibundo ataque al "hombre ciego" de la Casa Blanca y a lo que se huele ya en Washington como probables medidas neoproteccionistas contra China e India? Finalmente, Roach fustiga que a los mercados financieros se les ha escapado "una fuga en el sistema" y que las "recuperaciones sin empleos (..) desenmascaran los falsos fundamentos de un vuelco cíclico", cuando la Reserva Federal se ha quedado sin municiones fiscales y monetarias.

POR LO PRONTO, el senador neoyorquino Charles Schumer y el columnista de corte conservador Paul Craig Roberts retumban jadeantemente contra la "deslocalización laboral" ("Dudas sobre el libre comercio", NYT, 6-1-04). Por cierto, Craig acaba de denunciar que los neoconservadores están dispuestos a llevar al mundo a una cuarta guerra mundial en Medio Oriente (LewRockwell, 20-9-03). A cada quien su muy respetable hipótesis, y es evidente que alguien se va a equivocar en el debate conceptual que se ha instalado entre las dos percepciones diametralmente opuestas de la "recuperación sin empleos". A nuestro humilde entender, el bushnomics exhibe multidéficits fuera de todo control, por lo que ha recurrido a la perniciosa contabilidad al estilo Enron y a su consuetudinaria mitomanía, para así poder ocultar la deplorable realidad de su lastimosa situación económica y financiera. De entrada, Bajo la Lupa duda de todas y cada una de las cifras contables, económicas y financieras que presenta el bushnomics, carente de todo rigor, no se diga credibilidad. ƑCómo se puede entablar un debate de altura cuando las estadísticas financieras y económicas (hasta las laborales), al igual que todas sus "mentiras de destrucción masiva" en la geopolítica, están falsificadas por el circuito criminal mafioso de Wall Street?

NO FALTAN APOLOGISTAS a ultranza de la "recuperación sin empleos", como Alan Beattie, del Financial Times (11-1-049), rotativo portavoz del neoliberalismo global, quien pone en relieve el "optimismo de los economistas de EU". Beattie, quien no tiene la más mínima idea de la medicina ni de la enfermedad, abusa de metáforas clínicas descabelladas: el bushnomics dice que salió de los "cuidados intensivos" después de su "leve recesión" (nota: si fue "leve", entonces Ƒpara qué la internaron en urgencias?) y, a su juicio, se porta bien para encaminarse a la recuperación; cataloga el actual desplome del dólar como "enfermedad de largo-plazo" (léase "crónica"). ƑY a poco la enfermedad crónica no mata? A su juicio, la "debilidad laboral (...) despierta pocos temores". Cita a Mickey Levy, economista en jefe de Bank of America, para quien la debilidad laboral refleja el "aumento en la productividad". Ni el endeudamiento, el excesivo consumismo, el desempleo ni la ausencia de ahorro podrán hacer descarrilar la recuperación, que solamente sería afectada por la devaluación del dólar en medio de un profundo déficit de cuenta corriente. šNada más! Bueno, ni los multidéficit consiguen perturbar al flemático Alan Greenspan, el polémico gobernador de la Reserva Federal, quien arguye que la "misma profundidad y liquidez sin precedentes de los mercados financieros globales que permitieron a EU alcanzar un déficit tan grande, también harán que salga airosamente sin heridas de manera ordenada". ƑY si no? Beattie rechaza la analogía de Estados Unidos con los mercados emergentes (la argentinización postulada por el irreverente Paul Krugman): "EU se autopresta en su misma moneda" y sus deudas están cotizadas en su divisa, lo cual es real y al mismo tiempo impropio (el famoso "dolarcentrismo"). Argumenta que "la tesis de que la caída del dólar refleja la pérdida de confianza en los hacedores de la política todavía no se refleja en los mercados bursátiles". Desde luego que se pasa olímpicamente por el arco del triunfo la burbuja bursátil sin sustento en las ganancias y desecha como "muy remoto" el "peligro de un aterrizaje duro, de que EU enfrente un cese abrupto desde afuera, o se vea obligado a recortar en forma severa el consumo o las inversiones". ƑPero cuáles inversiones en el sector privado obscenamente subsidiado, si simplemente son inexistentes en la actual coyuntura, fuera de las inversiones públicas de triple estímulo bélico, fiscal y monetario del híbrido bushnomics? Es evidente que el tenaz globalizador Beattie abulta el unilateralismo financiero y económico del bushnomics y no toma ni siquiera en cuenta la plétora de fuertes jugadores como la "zona euro", que empieza a preocuparse por el alza desmedida del euro en tan corto tiempo, lo cual le puede socavar sus exportaciones, y que ha llevado a ciertos sectores europeos a reclamar una regulación controlada de los flujos que torpedearía al sistema financiero internacional todavía vigente.

TERRY REIK, de Clapboard Hill Partners, pone el dedo en la llaga del "asombroso" colapso en los flujos foráneos de capitales: "de un pico de 110 mil 400 millones de dólares en mayo, los flujos foráneos netos decrecieron en septiembre a 4 mil 200 millones", es decir, se derrumbaron más de 26 veces en solamente cinco meses. šEstremecedor! Para captar el grado de turbulencia monetaria global, en septiembre, el intervencionista Banco de Japón dilapidó 40 mil millones de dólares para apoyar al vapuleado dólar. šEstamos hablando de cifras inconcebibles! Hasta el exageradamente conservador Robert Mundell, autoridad en asuntos de divisas y premio Nobel de Economía, consideró que el endeudamiento de EU se había convertido en un "problema mayúsculo" que podía desembocar en una "catástrofe a punto de estallar" y en la fuga de los inversionistas (CNBC, 17-12-03). Cuando falta elucidar la profundidad de la insolvencia de Parmalat, la empresa alimentaria global (el Enron italiano) y sus macabras vinculaciones con Citigroup y Bank of America en el desquiciante mercado especulativo de los "derivados financieros" de "cuentas invisibles" en los paraísos fiscales, es normal que el oro, la plata y el gas natural se hayan literalmente destapado en una sola semana.