México D.F. Domingo 4 de enero de 2004
Predomina la representación de los bienes
culturales frente a los naturales y mixtos, indican
Marcados desequilibrios en la Lista de Patrimonio
Mundial: expertos
Ignorancia, falta de interés de la sociedad e
insuficiencia de recursos dificultan la conservación, sostiene ex
presidente de ICOMOS-México Propone acotar la participación
de la IP en la materia
ANGEL VARGAS Y MARIANA CHAVEZ ENVIADO Y CORRESPONSAL
Queretaro, Qro. La ignorancia, la falta de interés
de las sociedades y la insuficiencia de recursos económicos son
los principales factores que dificultan la conservación y la preservación
de los patrimonios natural, histórico y cultural, no sólo
en México, sino también en varios países, principalmente
los del llamado tercer mundo.
Así lo sostiene Ramón Bonfil Castro, ex
presidente de ICOMOS-México: ''Muy poca gente sabe lo que es el
patrimonio cultural y la importancia que representa en la construcción
de nuestros países. Eso facilita, además de la destrucción,
el saqueo".
También se debe considerar el uso indebido que
dan a esos bienes "intereses no muy legítimos", abunda, como ha
sido en varios casos con el llamado turismo cultural, que en lugar de coadyuvar
a la conservación adecuada del patrimonio, lo asume exclusivamente
como un botín para beneficio propio.
"(El
patrimonio) no representa sino una mercancía que hay que vender;
en ese sentido, en ocasiones se altera su naturaleza o esencia para hacerlo
'más atractivo'. Un ejemplo común de esto se presenta en
algunas ciudades coloniales, a la cuales se busca hacer 'más coloniales'
para que el turista disfrute de un show monumental".
Esa visión no significa que deba rechazarse la
participación de la inversión privada en el cuidado del patrimonio;
inclusive es un aspecto que se considera cada vez más necesario.
Sin embargo, para el especialista este proceso debe estar limitado por
reglas muy precisas.
''Sí es válida la participación de
esta inversión, sobre todo cuando gran parte de nuestro patrimonio
cultural es de propiedad privada, pero sólo en tanto lleve a que
la sociedad en general conserve el patrimonio y tenga el disfrute", agrega.
"No es válido si dicho factor conculca a los ciudadanos
el disfrute de este patrimonio o si se vuelve una mercancía tasada
en pesos y centavos. La participación de la inversión privada
siempre ha existido en distintas formas, sólo se trata de acotarla
debidamente.
''En el caso de México, el Estado y los organismos,
como los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH)
y de Bellas Artes, deben vigilar y normar esta situación, para que
se le dé un uso adecuado, que además tiene que ser sostenible
y redituable, aunque sin privilegiar el valor de los ingresos sobre el
valor del patrimonio.''
Bonfil Castro fue uno de los especialistas que representó
a México en el encuentro internacional La representatividad en la
Lista del Patrimonio Mundial. El Patrimonio Cultural y Natural de Iberoamérica,
Canadá y Estados Unidos, que tuvo lugar hace unas semanas en la
ciudad de Querétaro, a iniciativa del INAH.
En la reunión, más de medio centenar de
estudiosos, provenientes de diversos países de América, así
como de España, discutieron acerca de la desigualdad prevaleciente
en la Lista del Patrimonio Mundial, dependiente de la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), en lo que concierne al reducido número de países
con bienes inscritos y las pocas categorías representadas.
"La actual Lista del Patrimonio Mundial continúa
reflejando un marcado desequilibrio en cuanto a la representación
de los bienes culturales respecto de los naturales y mixtos, así
como de Europa en relación con las demás regiones", se asienta
en un documento emitido para tal encuentro.
"Basta mirar las cifras para comprobar este fenómeno:
de los 754 bienes inscritos hasta hoy, 582 corresponden a los bienes culturales,
149 a los naturales y sólo 23 son mixtos, localizados en 129 estados
de los 176 que han ratificado la Convención.''
De acuerdo con la representante del Centro de Patrimonio
Mundial de la UNESCO para América Latina y el Caribe, la española
Nuria Sanz, el organismo trabaja desde 1994 en salvar esas brechas de desigualdad
en el listado de Patrimonio Mundial y generar un tipo de planificación
para el porvenir.
La funcionaria rechazó que la Convención
del Patrimonio Mundial se encuentre en crisis o deba ser sujeta a un proceso
de revisión, y subrayó que la atención y los recursos
deben enfocarse en "reflexionar, repensar y ver hacia el futuro desde la
voluntad de una cierta renovación".
Lo anterior se traduce en términos prácticos,
precisó, en analizar las nuevas necesidades de preservación
y, en ese sentido, actualizar los criterios de inscripción en la
lista para considerar nuevas categorías que han sido muy poco representadas
o de plano omitidas, entre ellas los paisajes e itinerarios culturales,
el patrimonio moderno y el patrimonio industrial (esté o no en funcionamiento).
''En el mundo hay una enorme riqueza que debemos incluir
dentro de la responsabilidad del patrimonio mundial. Entre las nuevas categorías
debe atenderse también el factor de lo vivo, es decir, el patrimonio
intangible: esa riqueza presente en las ceremonias, los ritos, las fiestas
populares, la vivencia colectiva y la cotidianidad de los pueblos", apuntó.
"Ese es un aspecto que está cobrando cada vez más
valor en relación con el patrimonio inmueble, que es el motivo originario
de la convención. Es decir, como organismo internacional intentamos
acompasarnos con los tiempos y con sus gentes, y en ese entendido estamos
siempre trabajando para poner en día el texto de la convención.''
Para Nuria Sanz resulta muy difícil detectar cuáles
son los principales agentes de peligro que se ciernen sobre el patrimonio
mundial, pues se trata de aspectos específicos de la zona, el país
y las condiciones de cada uno de los bienes.
Sin embargo, juzga que el afán de desarrollo humano
y todo lo que en torno suyo gira es la principal amenaza que pende en este
momento sobre la riqueza cultural, histórica y natural. "La mayoría
de las veces no es posible hacer coincidir al binomio conservación-
desarrollo".
En ese sentido, refrenda el papel que juega la Convención
del Patrimonio Mundial de la UNESCO como defensor y protector de las riquezas
naturales, culturales e históricas del mundo, no obstante que el
organismo rector, la Organización de las Naciones Unidas, haya perdido
fuerza luego de no lograr impedir la guerra de Estados Unidos en Irak.
"Los organismos internacionales no pueden salvar al mundo,
pero aseguro que hacen todo lo posible para ello. UNESCO no tiene competencia
en materia de defensa y no pudo parar la guerra de Irak, pero lo que estamos
haciendo es trabajar en lo que nos corresponde", rubricó.
"Desgraciadamente no se pudo parar la locura de la gente,
el destrozo y el aniquilamiento deliberado del patrimonio mundial, como
fue el caso de los budas gigantes en Afganistán; pero estamos trabajando
por hacer algo más preventivo, por concientizar. Ese es nuestro
trabajo. No podemos impedir los desastres, pero nos toca trabajar para
evitarlos, prevenirlos y para mejorar la situación.''
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