México D.F. Domingo 4 de enero de 2004
Líder fundamentalista cristiano dice
que Dios le informó que Bush será relecto
Comienza 2004 muy sospechosamente en Estados
Unidos; augurios de escándalos
El año empieza con vuelos cancelados, pasajeros
fichados y peligrosas llaves perdidas
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 3 de enero. La tele no cesa
de dar no-ticias de vuelos sospechosos, pasajeros sospechosos, alertas
de alta sospecha (anaranjada), informes de inteligencia de complots sospechosos:
2004 comienza muy sospechosamente en Estados Unidos.
Para algunos resultan sospechosas las pa-labras de Dios
de que el presidente George W. Bush ganará la elección. Las
encuestas también son sospechosas: la más reciente de Time/CNN
registra que 65 por ciento de los estadunidenses consultados dice que las
cosas marchan bien en el país.
Al parecer, no hay graves preocupaciones por las "amenazas"
permanentes contra este país, ni por el hecho de que aún
no se han descubierto las armas de destrucción masiva en Irak por
las cuales se han sacrificado tantas vidas, ni porque la economía
parece ser sólo un regalo de Navidad para los más ricos,
ni porque no se han resuelto algunos de los escándalos más
graves de la historia de Estados Unidos.
Esa
es buena noticia para algunos, como por ejemplo los cientos de empresarios
inmiscuidos en el gran escándalo de contabilidad y fraudes que estalló
con el caso de Enron y destapó una economía empresarial de
ficción entre algunos de los grandes actores de Wall Street, o como
la industria privada eléctrica que logró dejar a oscuras
por completo a la ciudad de Nueva York, en agosto anterior, sin tener que
pagar costo alguno por su ineficacia.
Todo está bien, incluyendo el hecho de que han
desaparecido unos 3 millones de empleos en los pasados dos años,
que el déficit del presupuesto federal llegará a ni-veles
estratosféricos y que una buena parte de los gobiernos estatales
y municipales están ante el abismo de la bancarrota (Pittsburg ya
cayó en eso, técnicamente).
Claro, se ha registrado un crecimiento económico
impresionante desde la primavera de 2004, con datos que señalan
un crecimiento real del producto interno bruto de 8.2 por ciento en el
tercer trimestre del año que recién nos abandonó.
Pero como señaló el economista Paul Krugman
en su columna del diario The New York Times, el ingreso salarial
real sólo se incrementó en 0.8 por ciento en ese mismo periodo.
Y el auge sólo está produciendo un promedio de 90 mil empleos
al mes, muy por debajo de los 150 mil necesarios sólo para ocupar
a una creciente población laboral.
Esta vez las empresas no están compartiendo sus
ganancias con los trabajadores en este supuesto auge, y los salarios reales
están estancados o a la baja.
Los beneficios del auge se concentran en los bolsillos
de las grandes empresas: en el tercer trimestre las utilidades empresariales
se incrementaron a una tasa anual de 40 por ciento, señala Krugman.
Esto se reflejó en las compras navideñas,
donde las tiendas de lujo reportaron una gran alza en ventas, mientras
que las tiendas de clase media y de descuento sólo registraron un
modesto incremento en sus ventas. Para los ricos, pues, fue un buen fin
y comienzo de año.
Reses orates
No cabe duda de que sí hay malas noticias: las
famosas vacas locas aparecieron en Estados Unidos, y con ello una
ironía del libre mercado.
Hasta ahora los críticos del libre comercio en
Estados Unidos insistían que una consecuencia de abrir los mercados
del país sería la reducción de los controles sanitarios
sobre alimentos, y que llegarían productos del tercer mundo, inclusive
de México, que podrían envenenar a los consumidores de Estados
Unidos.
Ahora resulta que el peligro es de norte a sur, y que
todo el mundo, incluyendo el llamado tercer mundo, se tiene que proteger
de la carne estadunidense.
También hay cositas que podrían empañar
las buenas noticias. Por ejemplo, hoy se reporta que hay cientos de llaves
perdidas en algunos laboratorios de armas nucleares en Estados Unidos,
lo cual ha obligado a las agencias federales encargadas del sector a revisar
todos los procedimientos de control y seguridad en las plantas fabricantes
de armas nucleares en el país.
Se informó que desaparecieron unas 250 llaves en
la planta de procesamiento de uranio para armas en Oak Ridge, Tennessee.
Por su parte, un juego de llaves maestras está
extraviado en los Laboratorios Nacionales de Sandia, en Alburquerque, como
también una llave de tarjeta electrónica en el Laboratorio
Nacional Lawrence Livermore, en California.
Y está ese asuntito que podría convertirse
en tal vez el peor escándalo político del gobierno del presidente
Bush.
La investigación sobre quién al interior
del gobierno del mandatario republicano reveló la identidad de Valerie
Plame, agente secreta de la Agencia Central de Inteligencia, la CIA, a
un columnista político -acto que viola la ley federal- se intensificó
después de que el procurador general, John Ashcroft, anunció
que se apartaba del caso para evitar cualquier impresión de un posible
conflicto de interés.
Plame es esposa del ex embajador Joseph Wilson IV, quien
criticó la política de la administración Bush hacia
Irak, y se especula que es posible que alguien en el gobierno divulgó
su nombre al columnista conservador Robert Novak, como una acción
de represalia.
Como han señalado recientemente varios analistas
políticos, son este tipo de problemas, que parecen pequeños
al principio, los que a veces se han convertido en asuntos políticos
"graves" para otros presidentes en el pasado.
Bueno, como todos los años, éste empieza
entre buenas y malas noticias, y así nació el 2004, año
electoral en este país donde está en juego la presidencia.
Pero al parecer, no habrá suspenso en los resultados.
El reverendo Pat Robertson, uno de los líderes
del poderoso movimiento cristiano fundamentalista, anunció ayer
que Dios le informó que el presidente Bush ganará de manera
abrumadora su relección.
Comentó en su programa nacional de televisión
700 Club, de la Red de Trasmisión Cristiana, que el mandatario
republicano ganará abrumadoramente, ya que es un hombre bendito,
porque es "un hombre de oración (a Dios)".
Todo está bajo sospecha.
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