México D.F. Sábado 3 de enero de 2004
El jefe de Gobierno del DF colocó la
primera piedra el 11 de diciembre pasado
Parque Delta deja atrás al beisbol y se transforma
en centro comercial
Jugadores y aficionados lamentan el cambio e insisten
en que el Foro Sol es inapropiado para el Rey de los deportes
''Ya no tiene el sabor de antes; ni los tacos de cochinita saben igual''
NORMA A. HERNANDEZ PEREZ
Después de varios años de rumores sobre
el destino del terreno de Viaducto y Cuauhtémoc, el pasado 11 de
diciembre el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel
López Obrador, colocó la primera piedra de lo que será
el centro comercial Parque Delta, nombre que evoca uno de los estadios
de beisbol que dieron vida a la ciudad en las primeras décadas del
siglo pasado.
El
Parque Delta dio paso en 1955 al Parque del Seguro Social, marco de inolvidables
juegos del llamado rey de los deportes; sin embargo, como parte
del gradual cambio en la ciudad, donde los malls sustituyen a los
centros de reunión de antaño, los 21 mil 858 lugares del
estadio fueron demolidos en mayo pasado.
Por eso, al hablar del viejo parque, que en 1985 sirvió
como depósito de cadáveres tras los terremotos, los sentimientos
se confunden: la nostalgia y la molestia penden del recuerdo que dejó
la llamada Catedral del Beisbol, símbolo no sólo para
los aficionados, sino de toda una época en la capital.
"Yo prefiero no voltear porque me da tristeza", dice doña
Conchita dentro de su puesto de periódicos. Durante el tiempo que
el estadio estuvo en pie, luego de su venta en el año 2000 por 169
millones 69 mil 862.50 pesos a Autocamiones Central y después a
Grupo Gigante, doña Conchita tenía la esperanza de que lo
rescataran, pero en enero de este año, cuando comenzó la
demolición, supo que todo estaba perdido.
"Dicen que un pachuco se pasea por el terreno"
Hace tres años, el 1º de junio, la Catedral
del Beisbol cerró sus actividades con la llamada "guerra civil"
entre Diablos y Tigres. Los dueños de los equipos ofrecieron sólo
90 millones de pesos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Luego
OCESA anunció una inversión de 20 millones de dólares
para el Foro Sol, pero éste, en vez de entusiasmar a los aficionados,
los alejó aún más.
"El Foro Sol está bien para conciertos, pero no
para el beisbol", insiste doña Conchita. Fue al primer partido,
el 2 de junio de 2000, y no regresó. Molesta, enumera: asientos
incómodos, el largo trayecto para entrar, la inseguridad y las más
de 100 escaleras "empinadas" la alejaron.
Silvia, otra aficionada, va a pesar de todos los inconvenientes.
"Cuando llueve no hay donde guarecernos, los baños suelen estar
cerrados; además hacer un jonrón es más fácil
porque es más pequeño y por el viento." Rememora que antes
la gente tenía más acceso a los jugadores, podía pedirles
autógrafos desde la tribunas y los niños los esperaban al
final para tomarse fotos con ellos.
El cátcher Cosme Valle coincide con esas apreciaciones:
"Sí ha cambiado el ambiente, ahora la gente está lejos del
jugador. Siento la pérdida del estadio porque se vivieron hazañas
de muchos jugadores, es triste para la afición y para nosotros".
-¿No hubiera sido mejor que invirtieran en el antiguo
estadio?
-Todos nos hemos hecho esa pregunta, pero los dueños
tienen la última palabra.
Una causa para cerrar el parque fue la falta de estacionamiento.
Silvia y doña Conchita rechazaron que los vecinos se molestaran
porque los aficionados dejaran sus carros en las calles aledañas,
pues la mayoría llegaba en camión, taxi o Metro.
Julio César, lavacoches en Xochicalco, afirmó
que muy pocos lugareños protestaban por el ruido y los autos. "Desde
que se anunció la venta del estadio, muchos aficionados y jugadores
vinieron a tomarse fotos, algunos con lágrimas en los ojos; incluso
ahora otros me preguntan por qué lo tiraron". Para él está
bien si se construye una tienda "porque traerá trabajos". El traslado
del béisbol afectó también la actividad económica:
los restaurantes Reyna, Modelo y Cuarto Bar están ahora cerrados.
Con el centro comercial, en el que se invertirán alrededor de mil
millones de pesos, se crearán 2 mil 300 empleos indirectos y 800
directos.
Enrique, nieto de doña Conchita, extraña
el alboroto de los días de partido porque pasaban familias enteras.
Tras la demolición, "dicen que un pachuco se pasea por el terreno",
relata el joven, como parte del cúmulo de leyendas en torno del
estadio. Su abuela cuenta que las cenizas de un pelotero muy famoso fueron
esparcidas en el diamante. Sobre éstas será construido un
centro comercial, como hay tantos, pero que sin duda devolverá el
ajetreo a la zona.
''El beisbol va en decadencia''
Don Melquiades, cerrajero, se acuerda de datos, nombres,
comentaristas, resultados. "El 14 de agosto de 1953 fue el primer juego
perfecto del estadio, entonces Parque Delta, de madera, se lo hizo Ramiro
Cuevas, de Laredo, a Diablos", reseña mientras sus ojos detrás
de unos lentes de doble graduación brillan con entusiasmo.
-¿Va a ver a los Diablos al Foro Sol?
-Pocos domingos. Ya no tiene el sabor de antes, ya ni
los tacos de cochinita saben igual. El beisbol va en decadencia.
-¿Por qué cayeron las entradas?
-Empezó en la década de los 80 con la huelga
de los jugadores; además el Foro Sol es incómodo.
Si bien durante la década de los 90 ya se percibía
cierto abandono (el IMSS reportó que hubo un promedio inferior a
2 mil fanáticos por encuentro), en 2001, ya en el Foro Sol, Tigres
emigró a la ciudad de Puebla porque la asistencia disminuyó
41 por ciento, con un promedio de 900 personas.
Actualmente, según un empleado de taquilla, el
promedio de asistencia es de 600 aficionados con boletos pagado, a pesar
de los 25 mil asientos, más de 5 mil lugares para estacionamiento
y vigilancia los días de partido que ofrece el Foro Sol. Los precios
de las entradas son de 70, 30, 20 y 10 pesos.
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