50% de población sin acceso al recurso, pese a tener dos importantes regiones hidrológicas

Plantean concesionar a empresas el servicio de agua potable en Chiapas

La falta de disponibilidad, por razones socioeconómicas y problemas en la distribución: Conapo

ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL

Tuxtla Gutierrez, Chis. 2 de enero. En Chiapas se ubican dos de las más importantes regiones hidrológicas de agua dulce del país. Sin embargo, menos de 50 por ciento de la población cuenta con servicio de agua potable, debido al alto costo de llevar el recurso a las zonas Sierra y Altos, donde se asientan las comunidades con mayor índice de pobreza en la entidad.

Para subsanar este problema, los gobiernos local, estatal y municipales buscan que la iniciativa privada intervenga en la ampliación de las redes de distribución y potabilización del agua, con la intención de que ofrezcan servicio a los aproximadamente un millón 568 mil chiapanecos que hoy carecen del recurso.

Entre los estados del sureste del país, Chiapas destaca por la magnitud de sus regiones hidrológicas. La de la costa ocupa 14.44 por ciento de la geografía estatal, y la de Grijalva-Usumacinta es por lo menos cinco veces mayor; de ésta se obtiene el líquido que hace funcionar a cuatro presas hidroeléctricas.

El agua abunda en Chiapas, pero el Consejo Nacional de Población (Conapo) indicó que menos de 50 por ciento de la población estatal dispone del recurso en sus viviendas, mientras que en entidades que carecen de recursos de agua dulce significativos como Baja California, por lo menos 90 por ciento de los habitantes cuentan con el servicio.

Del acuerdo con el Conapo, el nivel mínimo de disponibilidad de agua para satisfacer los requerimientos de un ser humano durante un año es de alrededor de 2 mil metros cúbicos. El organismo acotó que las diferencias geográficas repercuten en la distribución del recurso. Es decir, la desigualdad en el acceso al agua potable obedece a razones socioeconómicas y a los patrones de distribución espacial de la población, no a la disponibilidad del recurso.

De 50 por ciento de los chiapanecos con acceso a agua potable, sólo la mitad cuenta con tomas dentro de sus hogares, de tal manera que tienen agua entubada menos de un millón de los 3 millones 920 mil personas que viven en Chiapas. 75 por ciento que carece del servicio en el interior de sus viviendas, o por una toma en su comunidad, se localiza en las regiones Sierra y Altos, donde el índice de desarrollo es de pobreza extrema.

En municipios como Oxchuc y Chanal, la falta de agua causa enfermedades como el tracoma, que ataca los ojos y se deriva de la falta de higiene. El argumento de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) para no llevar agua a estos lugares, es que sólo 52 de 118 ayuntamientos chiapanecos cobran el servicio, con cuotas "simbólicas" que van de 2 a 15 pesos mensuales, lo que según el organismo no garantiza el sostenimiento de los sistemas de distribución.

Aunado a lo anterior, el titular de la CEAS, Mario Bustamante, aseguró que la falta de inversiones ha ocasionado el deterioro de las redes de agua potable, por lo que los ayuntamientos dedican la mayor parte de sus inversiones a obras de mantenimiento.

Asimismo, la Gerencia Regional de la Frontera Sur de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) señaló que más allá de la abundancia de agua en Chiapas, otros problemas interfieren con la distribución del recurso natural.

La Conagua explicó que en Chiapas, 95 por ciento de las aguas residuales se depositan en las 10 cuencas que componen las dos grandes regiones hidrológicas del estado, regiones donde la pérdida de suelo, producto de deforestación e incendios, es mayor a 100 mil hectáreas anuales. Agregó que la deforestación contribuye a la falta de medios naturales para purificar el agua que llega a las cuencas, y por tanto las mismas presentan alto índice de contaminación.

Apuntó que las dos principales industrias en la entidad: la petroquímica y la azucarera, presionan para que se les destine el agua entubada disponible. Agregó que los pesticidas utilizados en la agricultura han contaminado los cuerpos de agua en la zona de estuarios, situación que agrava la limitada cultura de la población respecto al uso y aprovechamiento racional del recurso.

"Muchos alcaldes enfrentan el problema de proveer agua a sus habitantes", para lo cual la inversión privada en la red de distribución y administración de agua potable en los 118 municipios del estado sería una solución, consideró el secretario de Obras Públicas estatal, Rafael Camargo Vidal.

En diversas reuniones con ediles, el titular del CEAS, Mario Bustamante, los ha exhortado a "no temerle a la entrada de la iniciativa privada. No es la panacea, pero es una alternativa que deben analizar", les ha dicho.

Aunque en Chiapas existe la Ley Estatal de Aguas, promulgada el 8 de diciembre de 2000, que prevé concesionar a la iniciativa privada el servicio de agua potable, ningún alcalde se atreve a hacerlo al temer inconformidad y protestas. Inclusive el gobierno del estado se ha comprometido a dar asesoría técnica, enlace a padrones de empresas certificadas, proporcionar tabuladores de precios y servicios a los ayuntamientos para que realicen obras de mejor calidad y tengan la certeza de su adecuado funcionamiento.

Asimismo, se ha sugerido a los alcaldes participar conjuntamente con las autoridades estatales en la definición de las nuevas bases de operación que regulen los aspectos técnicos de los sistemas, y las tarifas "de acuerdo con la calidad del servicio y las condiciones de las localidades".

Hasta el momento ningún cuerpo edilicio chiapaneco ha aceptado la participación de la iniciativa privada, y sólo la presidenta municipal de Tuxtla Gutiérrez, Victoria Rincón, ha planteado al cabildo esta posibilidad, sin obtener respuesta.

Pese a lo anterior, la Secretaría de Obras Públicas y la CEAS convocaron a constructoras e ingenieros a concursar en octubre anterior, para presentar propuestas de solución integral a los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento. Para todos estos proyectos se requiere de millonarios recursos, de los que el Estado no dispone.