México D.F. Sábado 3 de enero de 2004
El Mercosur incorpora a Perú como Estado asociado y firma acuerdos con la CAN
Sudamérica fortalece posiciones para futuras negociaciones comerciales
Organismos sindicales, sectores sociales y políticos de la región impulsan los contactos
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires 2 de enero. El 2004 comienza con fuerte actividad en torno al proceso de integración del Mercado Común del Sur (Mercosur) con Perú incorporado como Estado asociado en las mismas condiciones que Chile y Bolivia, y con el acuerdo de libre comercio firmado con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que permitirá que 10 naciones sudamericanas fortalezcan su posición en las negociaciones con Estados Unidos y la Unión Europea.
Los miembros del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- y los tres estados asociados firmaron con la CAN lo que se consideró "un salto cualitativo". Pero también hay que resaltar los avances políticos registrados en los tiempos recientes que indican que recién ahora se está logrando el proyecto inicial de una integración que supera los límites económicos.
En parte esto es resultado de los cambios en varios gobiernos de la región y por la labor constante de lo que ha sido llamado el "Mercosur alternativo", conformado por una red sindical de la región, sectores sociales, políticos y culturales que dieron otro aliento al proyecto.
La gira de finales de noviembre y principios de diciembre realizada por el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, por países árabes, a la que invitó al ex mandatario argentino Eduardo Duhalde, quien hoy tiene funciones políticas relevantes en el Mercosur, fue uno de los gestos fuertes en favor del bloque.
En Argentina, la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino (GNA) podría comenzar en marzo próximo e incorporará al país a la red de gas natural de Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones, lo que promoverá la integración regional energética con Bolivia y Brasil.
El presidente argentino, Néstor Kirchner, afirmó que el gasoducto "es una fuerte apuesta a la integración". Desde la llegada de Kirchner al gobierno y también durante el periodo de Duhalde (enero 2002-mayo 2003), hubo un importante acercamiento con Brasil para lograr una unidad que fortalecería de fondo al Mercosur.
El 16 de diciembre pasado, al culminar la reunión cumbre del Mercosur, nadie dudaba del avance logrado y se habló una vez más de que México podría ingresar al bloque como Estado asociado, cosa que algunos miembros de la región ven con reticencia, dada la previa integración de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Analistas chilenos juzgan con dureza al TLCAN, pues consideran que este tratado debilita la alianza sudamericana para oponerse a los designios del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que es calificada en general como un intento de "recolonización" de América Latina.
Al finalizar la cumbre del Mercosur, Lula da Silva señaló que "el acuerdo entre la Comunidad Andina y el Mercosur va a perfeccionar la relación política y comercial en la región. Cuanto más fuertes seamos más oportunidades tendremos de hacer acuerdos con otros bloques, sea la negociación con el ALCA o con la Unión Europea".
Diplomáticos que trabajan en el tema Mercosur consideran que en 2004 habrá oportunidad de crecimiento en las relaciones de intercambio comercial con la CAN. La Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), informó a finales de 2002, que las exportaciones del Mercosur a la CAN habían crecido sólo 3 por ciento, mientras las exportaciones de los países andinos a los del Mercosur habían caído casi 27 por ciento.
"El pacto Mercosur-CAN integrará a 350 millones de personas que producen un billón de dólares al año en bienes y servicios", señala un informe del equipo del Mercosur. Ya existe un fuerte intercambio comercial de países de la CAN con Brasil, y el Centro de Economía Internacional (CEI) de la cancillería argentina estima que el acuerdo firmado con la CAN promovería un considerable crecimiento de las exportaciones argentinas.
Entre 14 y 17 por ciento de las ventas de Argentina fuera del Mercosur van a la CAN, y esto podría causar un salto importante si el grupo eliminara por completo sus aranceles. Estudiando el impacto que puede causar esta nueva situación, los discursos finales de la pasada cumbre de diciembre fueron esperanzadores. El año comienza para el Mercosur con la llegada a escena del Comité Permanente de Representantes del Mercosur, encargado de las funciones ejecutivas del bloque y que preside Duhalde, quien ya ha presentado la idea de la creación de una Unión Sudamericana, impulsada por Brasil y Argentina.
De su lado, el presidente de Brasil difunde el programa Objetivo 2006, un proyecto de integración mucho más profundo y que pretende unificar políticas sociales, migratorias y de cooperación jurídica, además de crear un régimen común latinoamericano de importaciones, así como políticas de defensa comercial.
Poco espacio dan los medios a los resultados de las reuniones entre las centrales sindicales de la región que aportan importantes documentos a las respectivas cancillerías. Muchos diplomáticos piensan que ya debe incorporarse por algún medio ese Mercosur alternativo o paralelo, que en cada reunión cumbre da de qué hablar y donde se traman los espacios más creativos que podrían enriquecer el proyecto, si como dicen dirigentes sindicales se "acabara con la burocracia que no integra sino que desintegra".
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