Se han presentado 29 denuncias en México; las principales, contra maquiladoras

En 10 años de TLCAN ninguna queja por violación laboral ha sido sancionada

La única ventaja, la difusión internacional de los abusos empresariales, afirman sindicatos

FABIOLA MARTINEZ

En los 10 años de vigencia del Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte (ACLAN), mecanismo paralelo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México ha recibido 29 denuncias sobre violaciones a derechos básicos de trabajadores, Estados Unidos 14 y Canadá 11. Sin embargo, ninguna de éstas ha alcanzado nivel de sanción para los respectivos gobiernos o patrones aludidos en las quejas.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Carlos Abascal Carranza, aseveró que en esta materia los resultados son "muy positivos, muy satisfactorios", porque el ACLAN -dijo- "no fue hecho para sancionar sino para corregir".

Lo anterior, aun cuando ninguna denuncia ha llegado al nivel de "pánel", única instancia de la que podrían derivarse sanciones comerciales para el gobierno que no haya vigilado el cumplimiento de su respectiva legislación laboral.

En diversos casos, trabajadores afectados han presentado pruebas contundentes respecto a violaciones a sus derechos básicos, específicamente incumplimiento de los reglamentos de seguridad e higiene, y en los preceptos elementales como libertad sindical.

No obstante, hasta el momento el máximo nivel que han alcanzado las denuncias es el de consultas ministeriales, es decir, una reunión en la que participan funcionarios de los países involucrados y de la que surgen recomendaciones con el objetivo de evitar la repetición de los episodios en cuestión.

El ACLAN fue firmado en septiembre de 1993, y su objetivo es "mejorar las condiciones de trabajo y los niveles de vida en los tres países". Para los gobiernos, la principal obligación es que "sus leyes y reglamentos laborales provean normas congruentes con lugares de trabajo de alta calidad y productividad".

Desde 1994, las oficinas del ACLAN han recibido poco más de medio centenar de casos, la mayoría por violaciones a la libertad sindical, aunque entre las causas de inconformidad consideradas graves, abundan las relativas a seguridad e higiene, trabajo infantil o incumplimiento en el pago del salario mínimo.

Entre los casos interpuestos, en los primeros años de vigencia, destacan los promovidas contra empresas maquiladoras de General Electric, Honeywell, Sony, Sprint y Maxi-Switch; otras, por discriminación sexual (uso de pruebas de embarazo) en maquiladoras instaladas en México; casos de irregularidades en seguridad e higiene y libertad sindical en Han Young, Itapsa/Echlin, Solec, industria de la manzana en Wa-shington, DeCoster Egg, requisa de Aeroméxico, Dol-INS, trabajo de menores en México (denunciado en Estados Unidos por la asociación empresarial Florida Tomato Exchange), McDonald's-Canadá (caso contra el gobierno de ese país), empleados postales de Canadá y sobrecargos de Taesa, entre otros.

Desde los primeros años del ACLAN, representantes de diversos sindicatos, señalan que ese acuerdo es un mecanismo de escaso contrapeso social ante la movilidad de las empresas beneficiadas por el TLCAN. La única ventaja, afirmó en 2000 Berta Luján, entonces coordinadora del Frente Auténtico del Trabajo, ha sido la difusión internacional de las violaciones cometidas y, en especial, la solidaridad entre los sindicatos de los tres países para demandar el cumplimiento de los derechos básicos.

El camino que debe recorrer una denuncia es complejo, desde la presentación y aceptación de un asunto hasta el informe, consulta ministerial e integración de un pánel de expertos. Cuando alguna queja llega a este último nivel y se refiere a trabajo infantil, salario mínimo o seguridad e higiene, cabe la posibilidad de que se im-ponga una multa al país en donde se cometió el agravio y, en caso extremo, decretar la suspensión de beneficios comerciales derivados del TLCAN.

De acuerdo con el secretario Abascal, de las 29 denuncias interpuestas contra México sólo sigue una "viva", esto es, que no ha llegado a resolución. El funcionario atribuyó el "éxito" del ACLAN a la coordinación y colaboración entre los países, vía por la que se han resuelto casos complejos como aquellos vinculados a los derechos laborales de los mexicanos migrantes en Estados Unidos.

-¿Por qué habla de éxito si ninguna de las denuncias ha llegado al nivel de sanción, aun cuando se comprueba que hubo violaciones?

-Porque el ACLAN no se hizo para que los estados tuvieran injerencia en las legislaciones internas de los países o para que se pudieran aprovechar del tema laboral para imponer sanciones, inclusive comerciales, a los socios... El meollo está en corregir situaciones que conforme a la ley de cada país tengan que corregirse, dijo.