México D.F. Viernes 26 de diciembre de 2003
Perecen 14 personas en la acción; hay casi 50 heridos
El presidente paquistaní sale ileso de ataque con dos coches bomba
AFP Y REUTERS
Islamabad, 25 de diciembre. El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, escapó este jueves a un atentado suicida con coche bomba que costó la vida a por lo menos 14 personas en la ciudad de Rawalpindi, cerca de Islamabad, 11 días después de haber sobrevivido a otro ataque en el mismo lugar.
Musharraf, quien parecía estar bien, dijo más tarde a la televisión estatal que aún no estaba claro quiénes eran los responsables del ataque, pero subrayó que "seguramente son extremistas terroristas".
"Por lo menos 14 personas murieron y 46 resultaron heridas", declaró el ministro del Interior, Faisal Salé Hayat. "Los atacantes estaban en dos automóviles, que trataron de penetrar en la caravana", informó el portavoz de las fuerzas armadas, el general Shaukat Sultan.
Sólo un vehículo blindado del convoy sufrió daños por las explosiones de los dos coches, agregó Shaukat Sultan.
Tres automóviles del convoy presidencial sufrieron daños, según el ministro de Información, Sheij Rashid, quien precisó que el parabrisas del vehículo presidencial sufrió daños.
Este atentado ocurrió en una esquina donde hay una gasolinera. Las víctimas eran peatones o personas que se encontraban en la estación de combustible, dijo el ministro de Información, sin precisar si el balance incluía a los dos conductores de los automóviles empleados en los ataques suicidas.
La circulación era bastante fluida el jueves, día feriado, que celebra el 127 aniversario del nacimiento del fundador de Pakistán, Muhamad Ali Jinná.
Es el segundo atentado frustrado en menos de dos semanas contra el presidente, que el 14 de diciembre escapó a la explosión de bombas colocadas bajo un puente que acababa de atravesar su caravana, a pocos cientos de metros del lugar de este nuevo atentado; en esa ocasión no hubo víctimas.
Musharraf llegaba de Islamabad y se dirigía a la Army House, su residencia habitual en la ciudad-guarnición de Rawalpindi, cercana a la capital del país.
Desde agosto de 2001, Musharraf, aliado clave de Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo, ilegalizó a más de una docena de organizaciones islámicas en el país y congeló las cuentas bancarias de varias; precisamente ayer el embajador estadunidense en Afganistán, Zalmay Khalizad, dijo que la guerrilla del talibán y Al Qaeda usan a Pakistán como santuario.
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