México D.F. Sábado 20 de diciembre de 2003
Vicente Fox prometió que se resolverían
los casos "pero sólo son palabras", afirma
"Denunciar despariciones de mujeres es delito en Chihuahua":
madre de víctima
JOSE GALAN
Denunciar la desaparición y asesinato de mujeres
constituye en Chihuahua un delito, no así los crímenes de
género, en los que estarían involucradas autoridades de los
tres niveles de gobierno, afirmaron las madres de dos mujeres desaparecidas
y asesinadas en ese estado -una en Ciudad Juárez y otra en la ciudad
de Chihuahua-, quienes anunciaron que interpondrán sendas denuncias
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en busca de
justicia y como freno a la impunidad.
"En noviembre el presidente Fox dijo y prometió
que se resolverían los casos, pero sólo son palabras", afirmó
una de ellas, Norma Ledezma. Para organizaciones de derechos humanos que
las asesoran, se trata de dos casos paradigmáticos que reflejan
la violencia de género, discriminación e impunidad que imperan
en ese estado. Evangelina Arce, madre de Silvia Arce, añadió:
"Somos reprimidas por pedir justicia; somos amenazadas. No es delito la
desaparición de una mujer, o de muchas, sino pedir justicia".
Silvia Arce desapareció el 11 de marzo de 1998
en Ciudad Juárez. A pesar de existir indicios claros sobre los presuntos
responsables de su desaparición, así como la de otras mujeres
-presuntos policías judiciales estatales involucrados con el crimen
organizado-, no se han llevado a cabo las investigaciones necesarias para
dar con su paradero. "Eso se traduce en graves violaciones a los derechos
humanos de Silvia y su familia", afirmaron las organizaciones ¡Alto
a la Impunidad!, Ni una Muerta Más y Comisión Mexicana de
Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, AC.
Paloma
Angélica Escobar Ledezma desapareció el 2 de marzo de 2002
en Chihuahua, Chihuahua, y fue encontrada asesinada el 29 de marzo de ese
mismo año. Como en el caso anterior, se tienen indicios de quiénes
pueden ser los responsables. Sin embargo, no se ha investigado adecuadamente.
Además, se ha comprobado la fabricación de culpables por
parte de funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del
estado, sin que hasta el momento se haya investigado y sancionado a los
culpables.
"Sólo los medios de comunicación mantienen
vivos nuestros casos", dijo Norma Ledezma, madre de Paloma. "Hace un año
9 meses de su desparición y asesinato cruel y atroz", añadió.
"Hay gente de la procuraduría que está involucrada; sembraron
evidencias y pretendieron involucrar al ex novio de mi hija". Quien presuntamente
sembró las evidencias es la comandante de la Policía Judicial
estatal Gloria Cobos, señaló.
"Denunciar y abrir la boca en Chihuahua es un delito,
no así la desaparición de las muchachas -más de 300
en todo el estado en 10 años-, pero voy a seguir luchando por llevar
a los culpables a la cárcel, porque cuando una trae a sus hijos
al mundo se siente un gran dolor, pero lo es más cuando se van.
"Creemos en la justicia pero a nivel internacional, porque
ni en Chihuahua ni en México se nos ha hecho caso y se ha realizado
una verdadera investigación", agregó. "El pasado 25 de noviembre
el presidente Fox se comprometió a resolver los hechos, pero han
sido sólo palabras. Por ello, acudimos ahora a la CIDH, porque es
una puerta que nos va a ayudar a encontrar justicia". Reveló que
una de las principales líneas de investigación, relacionada
con la Escuela de Computación Eco -con sucursales en toda la República-,
no ha sido investigada a fondo. "Al parecer esa escuela es intocable, y
eso que de allí han desaparecido varias mujeres".
En el caso de Silvia Arce, quien el día de su desaparición
salió de su casa para cobrar la venta de joyas y cosméticos,
dejando a sus tres hijos, hay también varias líneas de investigación
que no se han seguido, reveló su madre, Evangelina Arce, y agregó
que días antes de su desaparición, una amiga fue secuestrada
pero con la suerte de ser liberada, quien se refirió a elementos
de la Policía Judicial del estado como los presuntos responsables.
"Las autoridades de Ciudad Juárez encubren a las
personas que se la llevaron- agregó-. Quiero justicia. Es lo menos
a lo que podemos aspirar; que traigan a los culpables y que los encarcelen
y que paguen su culpa. Pero me han hecho caso omiso. Y no sólo eso,
estoy amenazada y ahora no salgo a la calle sin mi hijo. Y primero veo
para todos los lados antes de abandonar mi hogar.
"No sabemos qué pasó con ella. Y somos reprimidas
por pedir justicia. ¿Eso es normal? Es un gobierno corrupto. En
lugar de procurar justicia, como debe ser su función, es a nosotras
a quienes reprime, y a los culpables los dejan libres. Incluso nos han
retado: 'pues a ver quién puede más', nos han dicho".
Para los organismos defensores de los derechos humanos,
el Estado mexicano no ha actuado con la debida diligencia en la investigación
de los homicidios y desaparición de mujeres y niñas en todo
Chihuahua, así como en la prevención de los mismos, además
de incurrir en irregularidades en los procesos. "Todo ello es contrario
a los instrumentos interamericanos de derechos humanos que el Estado mexicano
se ha comprometido a cumplir", afirmaron.
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