México D.F. Sábado 20 de diciembre de 2003
En el grupo somos los hermanos ricos, dice asesora
de la Subsecretaría de Educación Básica
Por ser país en transición México
abandonaría el grupo E-9: SEP
En los pasillos se comentó que el gobierno pretendía
desmarcarse del organismo formado por las nueve naciones más pobladas
del mundo La decisión, en manos de Reyes Tamez
CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA
El Cairo, 19 de diciembre. La quinta reunión
del grupo de las nueve naciones más pobladas del mundo se puso en
marcha con la presentación de informes que dan cuenta de los desiguales
avances en la incorporación de los niños a educación
inicial y prescolar, que constituyen los niveles educativos más
desatendidos.
Asimismo, los países aprovecharon para hacer un
balance crítico de la primera década de funcionamiento de
esta iniciativa conocida como E-9. La delegación mexicana en voz
de Isabel Farha, directora de Relaciones Multilaterales de la SEP, anunció
que el país podría abandonar el organismo al considerar que
éste no ha dado los resultados esperados mientras que -señaló
en entrevista- en años recientes los indicadores educativos de México
han mejorado de tal forma que se le puede considerar como una nación
en transición.
"En
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE) somos los hermanos pobres y aquí (en el E-9) somos los hermanos
ricos", comentó en entrevista Dulce María Nieto Pascual,
coordinadora de asesores de la subsecretaría de Educación
Básica y Normal de la SEP, la otra funcionaria mexicana que participó
en la reunión de expertos.
El resto de los países también hicieron
críticas al E-9, pero finalmente apoyaron su existencia. Egipto
fue uno de los principales defensores, mientras que la representante de
Brasil Victoria Cleaver, señaló que el grupo debe continuar
y para ello propuso la creación de una secretaría que se
encargue de vigilar el cumplimiento de las metas y el trabajo multilateral.
De esta manera inició la reunión del grupo
E-9, que coordina la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y que está integrado
por Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, México,
Nigeria y Pakistán, países que en conjunto tienen 3 mil 200
millones de habitantes, más de 50 por ciento de la población
mundial.
En la sesión previa al diálogo ministerial,
que se lleva a cabo en el histórico hotel Mena House, las delegaciones
también presentaron sus informes sobre la atención a los
niños menores de seis años de edad en los que dieron cuenta
de desiguales avances en los años recientes. Mientras en México
77 por ciento de la población de cinco años de edad recibe
atención educativa, en países como Nigeria y Pakistán
esta cifra es de apenas 18 y 17 por ciento, respectivamente.
Los expertos de cada país difundieron estudios
detallados y demostraron que en los actuales años han tenido progresos
en la incorporación de millones de niños menores de seis
años de edad a la educación.
Pero reconocieron que todavía debe aumentar la
conciencia sobre la importancia de la educación inicial y prescolar,
así como la necesidad de destinar mayores recursos para este fin.
Señalaron la necesidad de promover la cooperación gubernamental
con la sociedad civil, el sector privado y los organismos internacionales
con el propósito de aumentar las oportunidades de acceso a las aulas
a los niños más pequeños.
Por otra parte, al cumplir una década la instauración
del grupo E-9, la mayoría se pronuncó por su continuidad,
pero señalaron la conveniencia de que haya mecanismos para supervisar
el cumplimiento de sus metas y la búsqueda de fuentes de financiamiento.
La postura de México fue la más crítica
y en los pasillos se comentaba que los representantes del gobierno pretendían
desmarcarse del grupo de los países pobres para concentrar su participación
en organizaciones del tipo de la OCDE, que es llamado "club de los ricos".
Finalmente se señaló que el secretario de Educación
Pública, Reyes Tamez Guerra, definirá la postura final en
el diálogo de ministros de educación que iniciará
hoy y concluirá el domingo.
Isabel Farha, directora de Relaciones Multilaterales de
la SEP, dijo que el E-9 no ha logrado avances en el terreno de la cooperación
multilateral. Inclusive se mostró sorprendida cuando, al inicio
de los trabajos, se anunció que México ocuparía la
vicepresidencia del E-9, porque se le propuso como sede de la próxima
reunión, en 2005.
Farha señaló que México aún
no podía asumir ese compromiso, porque estaba por definir su futuro
en el E-9. Dijo que nuestro país comparte con Brasil los indicadores
educativos más altos del grupo en rubros como alfabetismo, cobertura
en educación básica y equidad de género en el acceso
a educación.
Señaló que este grupo puede tener un peso
importante, porque representa 51 por ciento de la población mundial,
pero coincidió con un balance que se preparó para el encuentro,
en el sentido de que el E-9 no ha desarrollado todo su potencial.
A su vez, la representante de Brasil también se
quejó de que el E-9 no ha servido para establecer programas de cooperación
multilateral y que el trabajo hasta ahora se ha reducido a una reunión
cada dos años. A pesar de ello, explicó que se justifica
su existencia, porque reúne a países que comparten problemas
similares.
Por la tarde, la funcionaria brasileña logró
el respaldo inicial a su propuesta para establecer un secretariado, en
lo que significó la discusión preliminar de la que sostendrán
los ministros de Educación.
La jornada de ayer fue larga. Por la noche el ministro
de Educación de Egipto, Hussein Kamel Bahaa ofreció una cena
a los participantes en un lujoso restaurante del barrio Khan El Khalili,
uno de los más antiguos de El Cairo. El titular de la SEP, Reyes
Tamez, quien recién había llegado a Egipto, atrajo la atención
porque se presentó con ropa informal y después dedicó
varios minutos a una conversación por teléfono celular.
De esta forma, la reunión ministerial iniciará
formalmente este sábado con la ceremonia que encabezará la
primera dama de Egipto, Suzanne Mubarak; el ministro de Educación
de ese país, y el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura.
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