México D.F. Sábado 20 de diciembre de 2003
Opera red en el centro de la ciudad, afirman;
policías municipales, enganchadores, dicen víctimas
Ejercen prostitución más de 900 niños
en Tijuana, según activistas
Dedicadas a promover esa actividad, más de 300
mil páginas de Internet, refiere asociación
JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL
Tijuana, BC. 19 de diciembre. Organismos defensores
de derechos humanos de ambos lados de la frontera han documentado que al
menos 900 menores de edad practican en esta localidad el sexoservicio,
y aseguran que existe una red de prostitución de menores cuyo centro
de operaciones podría estar en la Plaza Santa Cecilia, en el centro
de la ciudad.
El problema es de tal magnitud que, de parte oficial,
el Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ejerce,
desde enero de 2003 y hasta junio de 2005, una partida de un millón
800 mil dólares para brindar apoyos a los niños en situación
de riesgo y un programa encaminado a rehabilitar a menores explotados sexualmente
en las ciudades de Tijuana, Baja California; Guadalajara, Jalisco, y Acapulco,
Guerrero.
Aún más: durante la tercera Conferencia
Bilateral de Explotación Sexual, efectuada en agosto pasado en San
Diego, California, se informó que la red mundial de computadoras
se ha convertido en la principal herramienta de este tipo de servicios.
"Hay más de 300 mil páginas de Internet que promueven esta
actividad en México y todo el mundo, estamos sufriendo este problema",
comentó Rosa Martha Brown, presidenta de la Federación Internacional
de Asociaciones de Ejecutivas de Empresas Turísticas.
Es un secreto a voces que a Tijuana llegan "turistas"
extranjeros atraídos por la relativa facilidad para obtener compañía
de menores de edad, inclusive de apenas 10 años, quienes están
dispuestos a posar para fotografías pornográficas y cometer
actos sexuales a cambio de unos cuantos dólares.
Lugares
como el parque Teniente Guerrero, ubicado en el centro de la ciudad, y
la ya tradicional "zona norte", considerada de tolerancia para la prostitución,
son los lugares predilectos de los pederastas. Allí no es difícil
encontrar quien ofrezca menores a los turistas.
Testimonios de niños víctimas de esta situación
señalan inclusive a oficiales de la Policía Municipal como
los enganchadores que les proveen clientes a cambio del 50 por ciento
de sus ganancias.
El tema está documentado por defensores de los
derechos de los menores, principalmente de California, Estados Unidos,
quienes han integrado con mexicanos la Coalición Bilateral de Seguridad
Fronteriza, organismo que pretende evitar la explotación de los
migrantes en cualquier forma.
Este organismo cuenta con vi-deos grabados clandestinamente
de los enganchadores que ofrecen este servicio a los turistas y
han alertado a las autoridades municipales de Tijuana sobre ello; sin embargo,
la policía local no tiene registro de un solo arresto.
Martín Domínguez Rocha, secretario de Seguridad
Pública de Tijuana, afirma que no hay reportes oficiales de estos
hechos y que la corporación policiaca a su cargo mantiene estrecha
vigilancia en los sitios denunciados como centros de reclutamiento de menores.
Sin embargo, para la activista Marisa Ugarte, presidenta
de la coalición, la realidad es la que enfrentan por lo menos 900
niños de la localidad.
El antropólogo Víctor Clark Alfaro, director
del Centro Binacional de Derechos Humanos, también ha denunciado
públicamente la existencia de una red de prostitución de
menores y señala la Plaza Santa Cecilia como el lugar de operación
de estas bandas.
En una entrevista reciente para un canal de televisión
angelino, el alcalde de la ciudad, Jesús González Reyes,
admitió la problemática e identificó a la zona norte
de la ciudad como "foco rojo", sin embargo, confirmó lo dicho por
su jefe de la policía municipal: no hay ni solo arresto.
Testimonios grabados
Los testimonios videograbados por los activistas dan constancia
de la existencia del problema. En uno de ellos, mostrado a La Jornada,
se aprecia a un hombre ofreciendo a una menor de 12 años a un turista.
Por un truco, como le llaman a masturbar al "cliente",
se cobran 20 dólares, por sexo oral 50 y por sexo anal, en el caso
de los varones, 100 dólares y hasta 180 sin preservativo, si así
lo desea la clientela.
En el caso de las mujeres los precios no varían
mucho, salvo que se ofrezca a una niña cherry, como le llaman
a las vírgenes, y en ese caso "la desquintada" puede llegar a costar
hasta 500 dólares sin condón.
Activistas consultados aseguran que las redes de tráfico
de menores gozan de la protección de las autoridades locales y que
en algunos casos están relacionadas con bandas de traficantes de
indocumentados.
Por su parte, Oscar Escalada, director de la Casa del
Menor Migrante en esta ciudad, dijo que el tema de la explotación
sexual de menores no es más que un mito, aunque luego pidió
no seguir hablando de ello, y advirtió: "meterse en eso puede ser
peligroso".
Ante la insistencia del corresponsal, Escalada aceptó
haber encontrado "indicios" de explotación sexual en el norte de
la ciudad, principalmente entre menores que están de paso por la
ciudad y van a encontrarse con sus familiares en Estados Unidos; aseguró
haber notificado a las autoridades pero al igual que las denuncias de otros
activistas, la suya no tuvo eco.
Apoyos
El problema es de tal magnitud que en diciembre de 2002
fue instalado en esta ciudad el Comité Estatal de Protección
a la Infancia para brindar apoyos a los menores en riesgo y al mismo tiempo
se inició un programa encaminado a rehabilitar a menores explotados
sexualmente.
Durante la instalación de dicho comité,
la directora general del DIF, Ana Teresa Aranda Orozco, señaló
que a partir de enero de 2003 y durante 30 meses se invertirá un
millón 800 mil dólares para atacar el problema de la explotación
sexual comercial de menores en las ciudades de Tijuana, Baja California;
Guadalajara, Jalisco, y Acapulco, Guerrero. Expuso que estos recursos fueron
adquiridos a través de la Organización Internacional del
Trabajo y el Departamento del Trabajo de Estados Unidos.
La estrategia consistirá en difundir la problemática,
promover la cultura de la denuncia, rehabilitar a los menores víctimas
y capacitar al personal que los atiende. Otra de las acciones, se dijo
entonces, consistiría en crear un programa educativo para que los
padres de familia sepan cómo proteger a sus hijos y se sensibilizará
a los jueces y ministerios públicos para que conozcan el problema.
Las estadísticas dadas a conocer en la tercera
Conferencia Bilateral de Explotación Sexual indican que cada año
50 mil mujeres y niños son traficados de manera ilegal a Estados
Unidos para forzarlos a cometer actos de prostitución. La región
Tijuana-San Diego es uno de los corredores principales de esta actividad
ilícita.
Rosa Martha Brown, presidenta de la Federación
Internacional de Asociaciones de Ejecutivas de Empresas Turísticas
identificó a Tijuana, Baja California; Puerto Vallarta, Jalisco;
Acapulco, Guerrero, y Cancún, Quintana Roo, como los principales
centros del turismo sexual. Dijo que la falta de un régimen legal
que castigue estas actividades es la principal causa de la proliferación
en México de lugares donde los menores son explotados sexualmente.
Pederastas estadunidenses pasan inadvertidos en México
En el caso de la pornografía infantil, los activistas
tienen detectada la existencia de una red organizada con tiene su base
de operaciones en el municipio de Playas de Rosarito y en el poblado de
San Felipe, ubicado al sur de Mexicali.
Son ciudadanos estadunidenses que en ocasiones cuentan
con antecedente por delitos sexuales cometidos en su país, donde
son obligados a registrar su domicilio ante las autoridades policiacas
y éstas a su vez notifican a los vecinos para que estén alertas.
Aquí en México pasan inadvertidos.
En octubre del año pasado, un hombre y una mujer
acusados de pederastia fueron consignados al juez mixto de San Felipe,
Baja California, por los delitos de corrupción de menores y pornografía
infantil.
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