México D.F. Lunes 1 de diciembre de 2003
Novatez, indisciplina, locuacidad
Más ocupados algunos en la sucesión presidencial -alentada por el presidente Vicente Fox y de cuyos "riesgos" ya alertó el dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena-, en el gabinetazo foxista se falló en cumplir el principio fundacional: no hubo contrataciones por seis años y fracasó el modelo de crear ocho oficinas de coordinación o "supersecretarías", como se les definió, dadas las facultades que les concedió el mandatario de "evaluación y definición de los proyectos prioritarios para la nación".
No sin pleitos y diferencias hechas públicas por ellos mismos, a la mitad del sexenio de Vicente Fox es más lo que se ha escrito y dicho de la "novatez", "indisciplina" "locuacidad" en el gabinete, que de su apoyo real a la políticas públicas impulsadas por el Presidente. Y el caso es que dos de ellos (Jorge G. Castañeda y Leticia Navarro) se fueron cuando quisieron; otros (Ernesto Martens y Víctor Lichtinger) fueron separados más por cumplir con cuotas partidistas -que se remarcaron con la caída electoral del panismo en julio pasado- y a otra más (María Teresa Herrera) se le reubicó también por necesidades de Acción Nacional.
De los "superasesores", sólo tres permanecen en el círculo cercano al mandatario: Ramón Muñoz, en Innovación Pública Gubernamental; Eduardo Sojo, "coordinando" las Políticas Públicas, y Xóchitl Gálvez en la recientemente creada Comisión Na-cional para la Atención de los Pueblos Indígenas. JUAN MANUEL VENEGAS
|