México D.F. Sábado 29 de noviembre de 2003
Diariamente se producen 10 millones de tortillas
en Nueva Jersey, asegura Mario Riestra
La comida, vínculo entre México y sus
migrantes, afirma experto
Campaña contra Taco Bell por el trato discriminatorio
dado a los connacionales y por "desvirtuar el platillo nacional" El mercado
de la nostalgia afecta a nuestros paisanos, dice
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Puebla, Pue., 28 de noviembre. Durante el quinto
congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural, realizado
en esta ciudad, el especialista Mario Riestra Venegas habló sobre
un tema en el que ha estado involucrado desde hace diez años: la
comida mexicana en Estados Unidos, donde expuso con detalle las aportaciones
de México a la gastronomía mundial. Con orgullo de poblano
resaltó que el frijol, el maíz y el aguacate son originarios
de su estado.
El
pasado indígena ocasiona que la comida mexicana sea un vínculo
de identidad entre los migrantes mexicanos y su país, estado y municipio.
Asimismo, citó los productos que México ha asimilado en su
cocina. Tal mezcla dio origen a la actual gastronomía nacional.
Riestra fue citando platillos y con ello provocaba hambre.
En este congreso se tortura a los asistentes, quienes imaginan las delicias
que nombran los ponentes. Entrando en materia, dijo que en EU hay actualmente
37 millones de personas denominadas hispanas; de éstas, 25
millones son de origen mexicano (15 millones nacidas en EU y 10 millones
en México). Emigran cada año un millón 569 mil 157,
pero sólo se quedan 350 mil.
Puebla ocupa el sexto lugar en número de trabajadores
migrantes enviados a EU (5.8 por ciento). La mano de obra nacional se concentra,
sobre todo, en California, Texas, Arizona, Illinois, así como en
la triada Nueva York-Nueva Jersey-Connecticut; es decir, la zona de Manhattan,
donde según un censo elaborado por autoridades estadunidenses, hay
mil 200 restaurantes de comida mexicana. Tan sólo en Nueva Jersey
se producen diariamente 10 millones de tortillas, mismas que son usadas
para preparar chilaquiles, quesadillas, enchiladas, flautas y su majestad:
el taco.
En medio de ese auge de comida mexicana se incluye a Taco
Bell, empresa gringa que enfrenta una demanda y una campaña
impulsada por diversas asociaciones defensoras de los derechos de trabajadores
mexicanos por abusos y explotación, sobre todo de un segmento de
connacionales que sólo hablan su lengua nativa y no el español,
y mucho menos el inglés.
Taco Bell vende "fajita grilled stuf burrito" y tacos
varios, pero los quejosos señalan que distorsiona la comida mexicana
e instan a no comprar sus envoltorios. Los defensores de los derechos de
los mexicanos han hecho saber su inconformidad y exigen al presidente de
Taco Bell, Emil J. Brolick, que sus negocios cambien su trato o continuarán
con su campaña de boicot.
No obstante, la idea no es fácil de cumplir, pues
en EU los mexicanos se comportan de acuerdo con lo que se ha dado en llamar
"el mercado de la nostalgia". Una encuesta hecha por una empresa gringa
indica que la comida que más se extraña al viajar al extranjero
es la mexicana. En Estados Unidos hay unos 250 mil establecimientos de
comida mexicana (desde taquerías hasta restaurantes de lujo).
El ambiente en el auditorio era más que patriótico
y se resaltó que nada tienen que hacer los hot dogs y las
hamburguesas y "sus salpicados de catsup" contra los moles y salsas de
los mexicanos, plenos de texturas y colores. Además, los platillos
de los gringos son precarios, lo cual contrasta con los platos rebosantes
y grandotes de los mexicanos. "Hay pocas cosas tan tristes como quedarse
con hambre, y eso ocurre regularmente con el desayuno continental que sirven
en restaurantes de Estados Unidos. Los mexicanos prefieren echarse un taco
de un paisano que lo vende en tráileres, en las llamadas trocas
-de ahí que se les llame taqueros móviles-, en una esquina
de Manhattan. Hay de buche, de nana o de trompa".
Red de defensa gastronómica
En el evento protocolario más importante del congreso,
ayer se hizo el lanzamiento-creación de la Red de Ciudades para
la Cultura Gastronómica de América Latina, cuyo documento
oficial fue suscrito por cuatro países: Colombia, Perú, Argentina
y México.
Se trata de un mecanismo para asociar ciudades que se
identifiquen por la defensa de sus valores gastronómicos y por el
reconocimiento del impacto que tienen en el desarrollo económico
y social de la región. El antecedente de esta red fue el primer
Congreso Gastronómico de Popayán, Colombia, donde este país,
así como México y Perú, suscribieron una resolución.
Mediante la red se busca implicar a gobiernos y sectores
empresariales; al mundo académico y a los gremios invoucrados en
el amplio sector en el que convergen la cultura, la gastronomía
y el turismo. Sus siglas serán Recigal, que habrá de ceñirse
formalmente a los acuerdos multilaterales y bilaterales vigentes entre
los países de la región.
Firmaron el documento base Jaime Nualart y Gloria López
Morales, por México; Alvaro Garzón, de Colombia; Juan Leuridán,
por Perú, y Marcelo Alvarez, de Argentina, quienes coincidieron
en la idea de que la red fortalecerá el patrimonio cultural.
En un ambiente emotivo, pues es mucho el compromiso por
las tareas que deberán desarrollarse, López Morales expresó
que con la Recigal se propiciará el cultivo de las cocinas autóctonas,
la promoción de las artes culinarias, el desarrollo de la producción
agrícola, la adecuada nutrición, así como la excelencia
en la mesa, los servicios y la formación profesional.
Las ciudades que aspiren a formar parte de la red deberán
respetar políticas ecológicas y de preservación de
la biodiversidad, de los contextos culturales, dar facilidades turísticas,
entre otros aspectos.
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