Exhibe obra de los artistas argentinos Marcela Astorga y Leonel Luna

Galería KBK impulsa proyecto para entablar lazos entre el arte de México y América Latina

MERRY MAC MASTERS

A raíz de su proyecto para entablar lazos entre el arte de Latinoamérica y México, la recién creada Galería KBK (Petrarca 239-piso 8, Polanco) exhibe hasta el 2 de diciembre la obra de los artistas argentinos Marcela Astorga y Leonel Luna, que se relaciona con la realidad política y social de su país.

Tal vez las piezas de Astorga (Mendoza, 1965), realizadas con correas de cuero, de uso militar, son las más elocuentes. Explica ella: ''El icono del cuero, la vaca, la carne, tiene una relación directa con la historia que nos formó como país y también con la que construimos. Pienso que somos, en mi país y en Latinoamérica, muy bestiales en la construcción de esa historia. Me interesa el tema de la violencia, la de todos los días, la histórica. Utilizo el cuero porque lo siento muy propio. El objeto de la correa tiene su memoria. Me interesan los objetos como testigos".

Astorga consigue sus correas en desechos del ejército. En algunos, inclusive, está el escudo de la institución, o los apellidos de sus dueños han sido escritos con pluma. El ''uso" que han tenido algunos habla de la ''memoria" del objeto en ''nuestro país, donde no la hay".

Luna (Buenos Aires, 1965), quien ya estuvo en México en 1987 y 1992 para desarrollar una investigación de arte precolombino y montar un taller gráfico para una galería, justamente en ese último año dejó de pintar para hacer instalaciones de objetos. Volvió al cuadro en 2000, junto a su incursión en el arte digital y una serie de trabajos surgidos de la fotografía digital como un collage de sucesos políticos y sociales que ocurrían en esos momentos en Argentina.

''Para mí son como cuadros. No me considero fotógrafo. Hago un solo ejemplar sobre vinilo que monto en bastidor. Uso la fotografía para citar a la pintura. Muchas son citas de pintores rioplatenses, como Antonio Berni, Cándido López y Juan Manuel Blanes quienes, al igual que aquí los muralistas, fueron muy significativos en cuanto a su incorporación al inconsciente colectivo como material iconográfico. Algunas son versiones de estas obras y otras son versiones libres mías. Luego, hay cruces tejidas entre la obra citada y mi cita."

Arte light y euforia consumista

Antes de trabajar con las correas de cuero, Astorga ''jugaba" con la representación de la carne vacuna, así como con las vísceras. Si no molestaba su obra, tampoco gustaba, porque hace una década imperaba otra estética y otro discurso, y manifiesta: ''En cada obra se puede reconocer una individualidad, así como una situación social. Formamos parte de esta época, de este acontecer, y ello está metido dentro del trabajo y la producción".

Luna, por su parte, expresa: ''En los años 90 en Argentina se desató una discusión muy fuerte respecto del tipo de arte que se producía en esos momentos que se vio como light, liviano, que no denunciaba ningún tipo de problema social, sino que se volvió un arte banal que reflejaba perfectamente lo que en su momento Menem mismo instauraba en nuestro país, esta euforia consumista, la sensación de que todo está bien, la cadena neoliberal".