México D.F. Sábado 29 de noviembre de 2003
Encuentro de narradores mexicanos en Berlín
Sandra Cisneros escribe para reivindicar a los inmigrantes
José Agustín no acudió, pero sus textos fueron leídos
ALIA LIRA HARTMANN CORRESPONSAL
Berlin, 28 de noviembre. Los encuentros de escritores mexicanos cuyas obras se traducen al alemán o los que están en vías de hacerlo empiezan a ser habituales en la capital alemana. La sección cultural de la embajada de México, los institutos Iberoamericano y el Cervantes organizaron en días pasados un encuentro con autores mexicanos.
Los trabajos de José Agustín, plato fuerte del programa, fueron leídos en el encuentro, ya que el autor canceló su visita a Berlín por motivos personales.
Sandra Cisneros, escritora chicana anunciada como la ''Jennifer Lopez" de la literatura, cuya obra se encuentra traducida a más de 10 idiomas, se llevó la noche con su espontaneidad y desparpajo, aunque con poca confianza en su español, salpicado de frases en inglés que el público le ayudaba a traducir,
Cisneros dejó claro que después de ver muchas injusticias, lo mejor que puede hacer para ayudar a su comunidad es escribir sobre los inmigrantes y así lograr que se entienda su contribución a la sociedad. ''Esta es mi protesta, mi marcha por la paz; creo mucho en el poder de un cuento, es como un caballito de Troya, se lleva a tu casa y después salen los soldados, cada quién hacemos lo que podemos, por ejemplo, la señora Bush es fan de mi literatura y si le mando una carta sé que la va a leer, y pienso que eso puede ayudar en un momento dado, lo malo es que está casada con el señor Bush".
Séptima novela de la escritora chicana
Después del encuentro, en conversación con La Jornada, Sandra Cisneros habló de Caramelo, su reciente obra, que este mes aparece en México bajo el sello Seix Barral. Se trata de la séptima novela de Cisneros, con la cual dice haber alcanzado a su madre, pues cada libro es como un hijo y su mamá tuvo siete hijos. Caramelo, que le tomó nueve años de trabajo, cuenta la historia de migrantes entre México y Estados Unidos durante tres generaciones, y según la crítica va a convertirse en la ''biblia" de la literatura chicana:
''Lo que opinen los críticos no me interesa, si yo voy a un supermercado y el cajero me reconoce, eso me emociona profundamente; las personas del pueblo no compran libros, pues si tienen dinero mejor adquieren un refrigerador, de ahí que mi sueño es que de Caramelo se haga una telenovela con actores mexicanos y chicanos, ésta es la mejor ruta para llegar al pueblo."
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