Silena y la caja de secretos, de María Baranda, y Ulises 2300, de Antonio Malpica

Circulan en librerías las obras galardonadas con los premios Barco de Papel y Gran Angular

DE LA REDACCION

Circulan en librerías las obras ganadoras, este año, de los premios Barco de Papel para literatura infantil 2003 (Silena y la caja de secretos, de Maria Baranda) y Gran Angular para letras juveniles (Ulises 2300, de Antonio Malpica).

Ambos reconocimientos, conferidos por SM Ediciones, fueron entregados a los autores en días recientes, durante la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil que concluyó la semana pasada en el Centro Nacional de las Artes.

Silena y la caja de los secretos, ilustrado por Gabriela Podestá, relata la historia de una niña de nueve años que desea tener un secreto realmente importante. Ella supone que será justo un secreto lo que la distinguirá de su pequeña hermana Lulú, quien en todo se involucra, todo le copia y todo le dice a su mamá.

Mediante las aventuras de su personaje central, la autora muestra aspectos del mundo infantil y destaca el potencial reflexivo e intelectual de los niños.

Hallazgos y forja de valores

El valor de la amistad, de la colaboración y el perdón están presentes en esa historia coeditada por SM/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Asimismo, la relación que establecen Silena y su abuela Victoria pondera la sabiduría de las personas mayores, cuando ella le regala una caja para guardar secretos y así la niña descubre el valor de lo íntimo y lo privado

En el relato de Malpica, Ulises 2300, acuden personajes singulares como Salomón Narváez, alias Sal o Caballo Loco, maestro universitario, padre de familia y amante del ajedrez, quien escribe una columna semanal en un periódico; Alan, su hijo adolescente, que es expulsado de la escuela a raíz de un incidente automovilístico, resultado de su afición por los arrancones, y Ulises Bernal, un muchacho genio.

Destaca en esta obra el ritmo vertiginoso y la estructura circular, mientras los personajes se transforman al tiempo que acumulan hallazgos y forjan valores, como el reconocimiento del otro, el compromiso y la perseverancia.