ANDANZAS

Colombia Moya

Bernardo Benítez y el Gato

LA PACIFICA PERSONALIDAD de este bailarín y coreógrafo lo convierte, sin duda alguna, en un maestro de la lucha y la sobrevivencia. Su origen como bailarín, aunque de tardío inicio, se remonta a los más variados e importantes grupos de la danza mexicana, incluidos todos sus avatares logros y pesadillas, por lo que su experiencia con semejante aprendizaje es de incalculable valor. Esto le ha permitido gran independencia y libertad de acción, la cual se traduce en trabajar como reconocido maestro de danza contemporánea para todo tipo de personas: principiantes, avanzados y profesionales que asisten a sus clases seguros de la sencillez y solidez que sólo da la certeza de que las cosas se hacen bien, sin demasiado azote, ruido, grilla y la chocante autopublicidad que la gente del gremio tanto debe utilizar, pues parece que en este generoso ambiente el que no llora no mama.

SU LARGA TRAYECTORIA, con la bendición del ballet independiente en tiempos de Raúl Flores Canelo y, posteriormente, del Ballet Teatro del Espacio, Chez Gladiola Orozco y Monsieur Descombey, y como fundador de su propia compañía en 1983, llamada Ballet Danza Estudio, es ampliamente reconocida, por lo que con agrado lo invitamos a participar en aquella serie televisiva a mi cargo en el Canal 11 llamada La otra danza; Benítez se ha desplazado con sobria solidez en el oficio coreográfico, que incluye una seria entrega a la búsqueda permanente de nuevos lenguajes, muy apartados de lo que el llama la vitrina de entretenimiento o danza sólo para pasar el rato.

AHORA, EN 2001, funda un nuevo colectivo danzario llamado Gato, como una metamorfosis de este bagaje artístico y técnico de tantos años y vivencias, donde apuesta definitivamente por nuevas formas expresivas, genuinas y contemporáneas como corolario de su extensa experiencia.

LA TEMPORADA DEL grupo Gato, del maestro Bernardo Benítez, comenzó ayer en el teatro Julio Jiménez Rueda y continúa hoy 26 de noviembre a las 20 horas y el 2 de diciembre en el mismo horario, bajo el auspicio del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a través de la Coordinación de Danza que ahora dirige el también experimentado bailarín y coreógrafo (ahora funcionario) Marco Antonio Silva, con el esfuerzo de siempre por incluir en la programación del INBA lo más granado de la danza, así como dar oportunidad a nuevos talentos (bailarines y coreógrafos), labor que no es nada sencilla pues hay gente nueva y talentosa a montones, que debe enfrentar como cualquier hijo de vecino las carencias y estrecheces a que nuestra gran clase de "intocables" (esta gente que nunca se recorta nada ni se priva de nada) nos tiene sometidos o amenazados, como al Ballet Teatro del Espacio, que parecía ser intocable por sus fuertes nexos políticos y periodísticos, mientras los burócratas, pupeés, y demás personajes que realmente viven del desempeño y trabajo de los artistas continúan con el gran favoritismo de sus puestos y salarios sin ceder un ápice por la causa de México.

CANDADOS Y COMPADRAZGOS cada día más escandalosos llevarán al país a la peor ruina, pues son aves de paso, pero pesado, y dejan huella de atraso y fastidio por dondequiera que posan su nefasta planta. Es por eso que el valor de Bernardo Benítez en medio de esta locura que vivimos, usted bien lo sabe, es importante y meritorio, y hay que decirlo. Impresiones se llama la obra que presentará en tres partes, con los siguientes títulos: Todo es un juego que duele, Lugar de espera e Impresiones, que da el título a la trilogía. Las bailarinas son Erika Carrasco, Samantha Escamilla y Alejandra Baldamenti, entre otras, quienes, gracias a la técnica utilizada por Benítez, sentirán la conexión con otras pieles o cuerpos como uno de los deseos que siempre se mantienen latentes en la vida, ya sea abiertamente o de manera clandestina en un erotismo capaz de desahogar las penas, en un mundo, a decir del coreógrafo, ''lleno de carencias sociales, espirituales e individuales, que se dirigen en busca de la paz".

ACERQUESE A ESTA corta temporada, quizás se sorprenda agradablemente.