México D.F. Miércoles 26 de noviembre de 2003
Este año han muerto 3 millones en el mundo y 5 millones se contagiaron: Onusida
Portadoras del VIH, más de 2 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe
AFP
Paris, 25 de noviembre. Más de 2 millones de personas viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en América Latina y el Caribe, incluyendo unas 200 mil que lo contrajeron este año, durante el cual 100 mil murieron de sida en la región, señala el informe 2003 de la Organización de Naciones Unidas para el Sida (Onusida) sobre la situación de la epidemia en el mundo, publicado este martes.
A escala mundial la epidemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) cobró más de 3 millones de vidas en 2003, y se estima que 5 millones de personas contrajeron el virus. La cifra de personas que viven con el VIH/sida en el mundo llegó a 40 millones, lo cual demuestra que la epidemia está lejos de ser controlada.
Africa subsahariana sigue siendo la región más afectada, con 26 millones 600 mil casos y 2 millones 300 mil muertos.
Por su parte, la región de América Latina y el Caribe tiene "el más alto número de víctimas mortales a escala regional, después de Africa subsahariana y Asia", indica el informe.
Doce países de la cuenca del Caribe tienen una prevalencia nacional de VIH de por lo menos uno por ciento, y en seis naciones la prevalencia entre las mujeres embarazadas alcanza o supera el 2 por ciento, como ocurre en República Dominicana y Haití, que tienen "dos de las epidemias más graves de la región".
La mayoría de países de la región presenta "epidemias altamente concentradas", en particular Brasil, donde vive "la mayoría de personas" seropositivas de la zona.
El Onusida da cuenta de los resultados positivos de los programas de prevención y tratamiento de las personas que viven con el VIH/sida en Brasil, pero afirma que el país "no puede dormirse sobre sus laureles", al señalar, por ejemplo, la alta tasa de prevalencia de la enfermedad entre las mujeres embarazadas en Río Grande do Sul.
El informe indica que hay "modelos epidemiológicos característicos" en la región, con una coexistencia de los principales modos de transmisión (inicio precoz de la vida sexual, relaciones sin protección con parejas múltiples, utilización de jeringas no esterilizadas), pero recalca que "las relaciones sexuales entre varones es una característica importante, si bien no reconocida en su justo grado, de la epidemia en América Latina".
El Onusida señala que "será imposible vencer a la epidemia" mientras los países no reconozcan "las razones ocultas aunque extendidas" de la misma, es decir, el consumo de drogas intravenosas y las relaciones homosexuales masculinas. "Estigmatizar y negar estos comportamientos sólo puede avivar la silenciosa propagación de la epidemia", insiste.
Finalmente, el Onusida señala que muchos países latinoamericanos "han reforzado recientemente las respuestas al sida, pero existe preocupación porque la inestabilidad económica y social que se presenta en parte de la región pueda debilitar dichos programas".
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