México D.F. Miércoles 26 de noviembre de 2003
El gobierno se atribuye el crédito, por
los recortes fiscales
Creció 8.2 por ciento la economía estadunidense
en el tercer trimestre
Minimiza la Casa Blanca las posibilidades de que la
expansión se mantenga a ese ritmo
REUTERS
Washington, 25 de noviembre. El sólido gasto
de las empresas y del consumidor impulsó la economía de Estados
Unidos en el tercer trimestre más de lo calculado previamente, mientras
los beneficios de las empresas registraban su mayor crecimiento en más
de una década.
Un informe del Departamento de Comercio dijo este martes
que el producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos creció en
el tercer trimestre a una tasa anual de 8.2 por ciento, más del
doble de la expansión de 3.3 por ciento en el segundo trimestre
y el mayor repunte en casi 20 años.
Hace
un mes, el Departamento de Comercio calculó que el PIB había
crecido a una tasa anual de 7.2 por ciento en el tercer trimestre.
Al mismo tiempo, un informe del sector privado publicado
este martes sobre la confianza del consumidor estadunidense reforzó
la percepción de que la recuperación económica está
cobrando fuerza.
Una economía fortalecida podría ser un factor
significativo en las elecciones presidenciales del próximo año,
mientras el gobierno del presidente George W. Bush se apresura a atribuirse
el crédito por la recuperación porque, según afirma,
se debe principalmente a los recortes fiscales.
Por su parte, la Casa Blanca dijo que la cifra más
reciente revisada del PIB es "muy positiva," pero minimizó las posibilidades
de que la expansión se mantenga a ese nivel.
Pero el informe del PIB da muestras de la esperada reactivación
de la inversión de las empresas, y el gasto de las empresas no relacionadas
con la vivienda creció a un ritmo anual de 14 por ciento en el tercer
trimestre, el doble de la expansión del segundo trimestre.
La cifra está, además, muy por encima del
incremento del tercer trimestre publicado anteriormente, de 11.1 por ciento.
Los analistas dijeron que este es un dato especialmente
alentador.
"Esta economía está caliente. Es una rectificación
al alza bastante buena. Parece que la revisión se debió en
gran parte al área de la inversión, lo que es una señal
positiva debido a que ésta había sido un área de verdadera
debilidad por un tiempo", dijo Patrick Fearon, economista de A.G. Edwards
& Sons Inc. en San Luis.
"Pero ahora estamos viendo un buen crecimiento en la inversión
residencial y en equipo y software por parte de las empresas. Parece que
éste es el quid de la cuestión", agregó Fearon.
Por otra parte, el gasto del consumidor, apuntalado por
los recortes fiscales, creció a un ritmo anual revisado de 6.4 por
ciento en el tercer trimestre, por debajo del ritmo de 6.6 por ciento calculado
hace un mes.
Sin embargo, el crecimiento de este gasto estuvo muy por
encima de la tasa del segundo trimestre, de 3.8 por ciento.
Las ganancias netas de las empresas aumentaron a una tasa
anual de 10.6 por ciento en el tercer trimestre, drástico cambio
frente a la contracción de 5 por ciento del segundo trimestre.
El Departamento de Comercio dijo que es el repunte más
fuerte de las ganancias desde que crecieron 12.4 por ciento en el cuarto
trimestre de 1992.
"Ahora que comienza la temporada navideña, las
familias compran con más confianza debido a que la economía
está cobrando ímpetu y creando empleos", dijo el secretario
de Comercio de Estados Unidos, Don Evans.
Pese a los indicadores económicos positivos, los
precios de los bonos y las acciones no registraron fuertes variaciones
antes de este mediodía y los operadores se mostraban cautelosos
con respecto a la duración del repunte económico.
La nota discordante en los datos económicos divulgados
hoy provino del sector de la vivienda, que fue uno de los motores de la
recuperación económica tras la recesión de 2001.
Las ventas de las viviendas de segunda mano se redujeron
en octubre en 4.9 por ciento, a 6.35 millones de unidades.
Según varios analistas, las ventas de viviendas
para todo 2003 registrarían una cifra récord, pero la recuperación
de la economía finalmente supondrá tasas más altas
de interés, que pueden poner freno a la adquisición de casas.
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