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México D.F. Miércoles 26 de noviembre de 2003
Inmutable, aguantó la andanada de críticas
en San Lázaro
Nada sabía Gil de una nueva propuesta fiscal
Diputados le atribuyen la autoría del IPI y lo
llaman primer evasor
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
Sin aportar luces ni responder a las interrogantes en
torno a la propuesta fiscal de Vicente Fox, el secretario de Hacienda,
Francisco Gil Díaz, sorprendió al pleno de la Cámara
de Diputados porque desde la tribuna aceptó, sin ambages, que desconocía
la existencia de una nueva iniciativa del Ejecutivo federal, anunciada
por Santiago Creel horas antes, y tras leer en voz alta un cable de Notimex
(agencia que se pretende desincorporar) dijo: ''Creo que esta nota de prensa
responde cumplidamente las preguntas que se han hecho...''
Igual
de insólito fue que el secretario no pudo escuchar la réplica
final del PRI, porque el diputado encargado de emitir la postura de ese
partido, Antonio Francisco Astiazarán, no se encontraba en el salón
de sesiones y a pesar de la desesperación de su coordinadora, Elba
Esther Gordillo, y su burbuja, el presidente de la mesa, Juan de
Dios Castro, dio por concluida la comparecencia. La maestra terminó
por arrellanarse en su curul, mientras sus compañeros de bancada
planeaban una asamblea con objeto de destituirla.
De salida, Gil se despidió amablemente de cuanto
diputado se le acercaba; fue hasta el lugar de Gordillo y le dio un beso
en la mejilla, pero camino a la salida fue interceptado por el diputado
priísta por Jalisco Gonzalo Moreno, quien le mostró una pancarta
con la leyenda: ''¡Secretario, póngase a trabajar o renuncie...!''
Ese hecho provocó malestar en el funcionario, quien aceleró
el paso y, rodeado de reporteros, entre los empellones le arrebató
un teléfono celular a Gisela Ramírez, de Radio Red, que le
fue devuelto seis horas después.
Francisco Gil inició su comparecencia ante el pleno
camaral con un reconocimiento al Congreso y al Ejecutivo, porque han contribuido
a las finanzas públicas sanas del país, y ponderó
la propuesta económica oficial porque ''es responsable: un programa
austero de gasto compatible con las posibilidades sanas de financiarlo
o un ajuste al mismo a través de recursos adicionales provenientes
de una reforma fiscal, que permita atender algunas de las ingentes necesidades
de la población''.
Uno de sus argumentos a favor de aplicar las tasas impositivas
planteadas fue la importancia de la recaudación, y dijo: ''No creo
que se vulneren promesas de campaña si quienes legislan para estimular
la creación de empleos, bienestar general y estabilidad para la
población a la que desean y deseamos proteger, promueven a través
del presupuesto de egresos medidas que compensen el mayor gasto proveniente
de impuestos al consumo de los estratos de menor ingreso''.
Inmutable, Gil aguantó los reproches y acusaciones
que le infligieron diputados de PT y PRD. Fue el petista Oscar González
quien no sólo lo calificó de ''primer evasor'' del país,
sino que le atribuyó la autoría del IPI (impuesto a producción,
intermediación e importación), tras aquella reunión
nocturna con Gordillo, el 19 de noviembre, en el hotel Marriot de Polanco.
''No es posible que exista falta de información
entre el Presidente y usted. Borra de un plumazo al Colegio de Posgraduados,
al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, a la Comisión
Nacional de Zonas Aridas. ¿Por qué no cumplieron con el artículo
16 de la Ley de Entidades Paraestatales, que señala la obligación
que tiene la SHCP de consultar la opinión de las dependencias para
planear la disolución, liquidación o extinción de
los organismos descentralizados?''
En primera instancia, el funcionario negó ser el
autor del IPI, porque ''yo estaba fuera del país cuando se preparó,
y Hacienda no tuvo participación en la elaboración de esa
propuesta'', y en torno a las desaparición de varios organismos
matizó: ''Es un planteamiento, hay un proceso hacia adelante para
evaluarlo y no es una decisión, así que están siendo
ustedes parte integral y está siendo el Legislativo objeto del máximo
respeto que se le puede otorgar por parte del Ejecutivo, antes de instrumentar
cualquier medida de esta naturaleza''.
En su réplica, el legislador petista señaló:
''Usted es el primer evasor del país, protegiendo a los contribuyentes
poderosos para que no paguen impuestos y dándoles salidas legales
para que se los regresen, y por otro lado evadir los cuestionamientos de
los legisladores. Usted ¡es una marioneta del FMI y del Banco Mundial!
Y, por cierto, una mala marioneta, porque sólo ha generado desconcierto
e incertidumbre ante la población''.
Más adelante, la diputada del PRD Diana Bernal
recordó la ''maquiavélica'' instauración del llamado
terrorismo fiscal, figura que en su caso adjudicó al funcionario.
Cuestionó que hasta el momento el gobierno foxista no haya sido
capaz de enviar una iniciativa al Congreso que busque simplificar el cobro
de impuestos y en cambio se propone incrementar las cargas fiscales, en
una solución ''fácil y simplista''.
Ahora, dijo, el argumento es que ''la salvación
del país está en la homologación del IVA, que desaparezcan
exenciones y la tasa cero, y que la deteriorada economía de las
familias pobres y de nivel medio afronten el impuesto en productos y servicios
básicos, alimentos, medicinas, colegiaturas, así como los
libros y revistas, al fin que en México, se nos dice, sólo
se lee el Libro Vaquero. ¡Pobre y querida nación, con
un gobierno demandante que no sabe sancionar a los grandes evasores, pero
que sí quiere gravar la enfermedad y la comida!''
La respuesta del secretario fue tajante: se ha sancionado
a los grandes evasores, dijo, y agregó: ''Que yo recuerde no se
había, como en esta administración, auditado a las personas
de mayores ingresos; pero no solo importa eso, importan las medidas generales
y para eso contamos con reformas que el propio Congreso autorizó''.
Por su lado, los panistas, en voz de Miguel Angel Toscano
se dedicaron a hablar de responsabilidad, de la necesidad de contar con
una reforma fiscal integral, y apoyaron la del Ejecutivo federal, que pretende
gravar con IVA alimentos y medicinas.
El albazo del secretario Creel
Fue el perredista Alfonso Ramírez Cuéllar
quien le dio un giro a la comparecencia al evidenciar la incomunicación
entre los distintos sectores del gobierno federal, porque mientras Francisco
Gil, el encargado de las finanzas públicas en el país, trataba
de evadir las interrogantes de los diputados en el salón de plenos,
el secretario de la política interna nacional, Santiago Creel Miranda,
anunciaba que el Ejecutivo enviaría una nueva propuesta fiscal al
Congreso: ''El día de hoy el secretario de Gobernación dice
que el gobierno y el PAN están dispuestos a presentar una nueva
propuesta...''
Francisco Gil Díaz se contrarió. Recibió
la copia de un cable de la agencia Notimex, lo leyó ante el pleno
y emitió una tenue conclusión sobre el albazo que
le dio el secretario Creel: ''Bueno, creo que esta nota de prensa responde
cumplidamente las preguntas que se han hecho sobre el particular''.
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