Por órdenes de su patrón cortó dos árboles secos en el Centro Histórico

Pide el Centro Pro la intervención de autoridades en caso de jardinero preso

Es "injusta y excesiva" la valoración del expediente, considera Mañana recibe sentencia

SUSANA GONZALEZ G.

El jardinero Pablo Jiménez Galloso, quien por órdenes de su patrón cortó dos árboles afuera del hotel donde trabajaba, se encuentra encarcelado en el Reclusorio Norte desde hace tres meses, acusado del delito de daño ambiental y espera sentencia mañana miércoles del juez 36 penal, Enrique Gallegos Garcilazo.

El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez denunció que la valoración de daño ambiental que hicieron las autoridades -primero la policía preventiva y luego el Ministerio Público- por las acciones cometidas por Jiménez Galloso, es "a todas luces injusta y excesiva".

Por ello la organización solicitó la intervención del jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador; de la secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum; del subprocurador de Procesos, Rosendo Gómez Piedra y de la subprocuradora Jurídica y de Derechos Humanos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Margarita Espino, así como del mismo juez Gallegos Garcilazo, responsable del caso radicado con el número 210/ 310.

Para el Centro Pro "los hechos que se le imputan a Jiménez Galloso no constituyen realmente un daño irreparable para el medio ambiente, y una sentencia condenatoria, además de ser una injusticia, provocaría daños irreparables en su proyecto de vida y en la de su familia", por lo que consideran que el caso merece la atención y un análisis cuidadoso del juez.

Además señala que el proceso contra el jardinero está marcado por varias irregularidades, como la falta de un representante legal del Gobierno del Distrito Federal que formulara la querella correspondiente, así como los dictámenes en materia de criminalística, fotografía y evaluación. Por otra parte, la misma Fiscalía de Procesos Norte de la PGJDF llegó a regresar el expediente al Ministerio Público por considerar que había varias deficiencias que hacían improcedente la solicitud de ejercicio de la acción penal contra Jiménez Galloso, quien a pesar de todo fue detenido el 19 de agosto de este año.

Incluso la averiguación previa iniciada contra el jardinero incluye un informe de la Coordinación General de Servicios Periciales de la PGJDF, donde se indica que "en el lugar de los hechos no se encontró a nadie que proporcionara informes. A petición del agente del Ministerio Público, se me impide determinar si los árboles cortados estaban vivos o muertos antes de ser cortados, no pudiendo determinar esto debido a que es competencia de peritos en biología (botánica)".

Si bien Jiménez Galloso lleva un trimestre encarcelado, su viacrucis comenzó el 12 de enero de este año, cuando Luis Alberto Colsa, gerente del Hotel San Lucas, ubicado en la esquina de las calles Callejón San Miguel y Callejón del Hormiguero, en la colonia Centro, le ordenó cortar dos árboles que se encontraban en la jardinera de concreto afuera del inmueble.

Los policías Roberto Carlos Díaz Arceo y Joel Cortés, tripulantes de la patrulla Cuha4-2021, detuvieron al jardinero por cortar los árboles sin permiso, a pesar de que el patrón de Jiménez Galloso les dijo que estaban secos y pretendía cambiarlos por otros. El Centro Pro destaca que el detenido tiene años de experiencia en la jardinería, ha sido asesor en el Jardín Botánico de la UNAM e incluso proviene de una familia fundadora del mercado de Xochimilco, con varias generaciones dedicadas al cuidado de flores y plantas del país.

La defensa del jardinero ofreció dos peritajes de especialistas del IPN y de la UNAM, que establecen que el derribo de los dos árboles, pertenecientes a la especie Ficus benjamina, no representan "un hecho irreversible ni causa de daño al ambiente" y las pérdidas pueden ser fácilmente mitigables mediante acciones sencillas y fáciles de instrumentar. Indican además que por estar sembrados en una jardinera, dichos árboles no podían alcanzar su máximo desarrollo y, en todo caso, pertenecen a una especie fácil de conseguir.