"No tengo que pedir perdón a nadie; a mí me lo deben pedir los comunistas", dice el ex dictador

El ex dictador chileno Augusto Pinochet reivindicó los 17 años del régimen militar en Chile durante una entrevista exclusiva el lunes a un canal hispano de Miami. "No tengo que pedirle perdón a nadie; al contrario, el perdón me lo tienen que pedir ellos a mí, los del otro lado, los marxistas, los comunistas", sostuvo.

En declaraciones a la periodista María Elvira Salazar, del canal de Miami WDLP-22, Pinochet se calificó de hombre que "no tiene odio ni resentimiento en su corazón", aunque admite que "posiblemente hubo excesos" durante el régimen militar.

Vestido de traje y corbata, con el pelo cano, aparentemente lúcido, pero con algunas dificultades de dicción, Pinochet señaló que obró por "amor a su país" y que nunca "aspiró a ser un dictador". Los excesos a los que alude fueron perpetrados según él por "gente que no se controla, por subalternos", quienes ahora "se quedan callados".

"No quiero que las futuras generaciones piensen mal de mí. Quiero que sepan lo que realmente ocurrió", aseguró el anciano militar, que está escribiendo por ello el libro Caminos recorridos.

Sobre su detención en Londres, indicó: "fue una experiencia injusta (...) La justicia no fue justa conmigo; ahora estoy esperando que la justicia divina actúe".

Pinochet, cuyas frases eran a veces interrumpidas por una esporádica tos, aseguró sentirse "bien" de salud, aunque con "pequeños dolores de cabeza".

También se refirió a la comunidad del exilio cubano anticastrista de Miami. "Dígales que deseo, sinceramente, que muy pronto se liberen de Satanás", expresó, en alusión al presidente Fidel Castro.

AFP