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México D.F. Lunes 24 de noviembre de 2003
Empezó a rodar Conejo en la luna, thriller que muestra la corrupción de cualquier país
La cintas nacionales con amplia demanda de críticos y público europeos: Ramírez-Suárez
JUAN JOSE OLIVARES
Mientras en México el gobierno intenta deshacerse de tres instancias estructurales del cine nacional, en Europa, críticos y público en general piden más películas mexicanas, que quizá nunca llegarán por la poca producción nacional. Esto lo comentó Jorge Ramírez-Suárez, director de la cinta Conejo en la luna, coproducción de México e Inglaterra que comenzó el miércoles su filmación y que pretende, con una historia de thriller político mostrar la corrupción, el abuso de poder y la supresión del estado de derecho: una realidad de la situación internacional.
"En Europa piden mucho las cintas mexicanas. Todo mundo se pregunta dónde están las cintas mexicanas, y no llegan, porque la producción es muy baja, lo cual no es culpa de Fidecine ni Imcine, sino del sistema. Falta el otro financiamiento porque no hay incentivos fiscales. Luego surgen noticias absurdas como la de la desincorporación, que no sólo es una tontería y aberración, sino una ignorancia de cómo funciona el cine en otros países. La Secretaría de Hacienda quiere ahorrar unos centavitos y dejar pasar los dólares. En México estamos a primer nivel en términos de creatividad y técnico."
Llama a la unión
El director egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica y productor de las operas primas de Hugo Rodríguez (En medio de la nada), Fernando Sariñana (Hasta morir) y Carlos Carrera (La mujer de Benjamín), agrega: "La comunidad debe unirse en contra de estas estúpidas medidas, que en lugar de incentivar a una industria que está lista para exportarse, la tratan de matar, más por ignorancia que a propósito. Son ignorantes, no saben cómo funciona este negocio, que es una posibilidad que tienen de generar trabajo, impuestos e ingresos".
Conejo en la luna, que antes de ser filmada ya cuenta con la propuesta de distribución de Artecinema, tiene un equipo de trabajo muy interesante. El productor José Luis Escolar, con tres premios Goya, ha colaborado con directores como Pedro Almodóvar, Steven Spielberg, Sydney Pollack, Terry William, Alex de la Iglesia, Vicente Aranda y Agustín Díaz Llanes. Bernardo Trujillo es el diseñador de producción y fue director de arte de Frida, de And starring Pancho Villa as himself (con Antonio Banderas) y Blow (con Jonnhy Depp). Luis Sansans, director de foto ha trabajado para Tony Scott, Gerardo Tort, Julian Schnabel. Sandra Solares, directora de producción, ha cumplido esta función en las más taquilleras cintas mexicanas como Y tu mamá también, Sexo, pudor y lágrimas, entre otras.
No es totalmente mexicana
El realizador y guionista Ramírez-Suárez, quien salió de México hace 10 años luego de rodar un exitoso cortometraje de nombre Pronto saldremos del problema, dice que Conejo en la luna "no es una película totalmente mexicana, aunque su elenco principal y todos los jefes de departamento son mexicanos". Entre el reparto se cuentan Bruno Bichir, Jesús Ochoa, Alvaro Guerrero, Rodrigo Murray y la irlandesa Lorraine Pilkington, algunos de los cuales asistieron a la presentación.
Jesús Ochoa, quien hará el papel de un policía federal opinó: "Me importó encontrarme con personajes delineados, no hay personajes sueltos. Además es reconfortante encontrarse con gente nueva, como Jorge Ramírez, para seguir haciendo películas acá por México, más ahora en estos momentos en que nuestro cine ha sido vilipendiado por nuestras autoridades. Qué mejor manera de responderles que haciendo cine".
Y Alvaro Guerrero, le secundó: "Una de las cosas que me gustaron de este proyecto fue que muestra el reflejo de nuestras realidades. Mi personaje es el de un político inmerso en un mundo de corrupción. Pareciera que en México en muchos sectores no se quisiera hablar de esto, como si no fuera una realidad. Algún día nos tocará hacer una película de políticos imbéciles que quieran cerrar escuelas de cine y cosas así".
Conejo en la luna está ubicada en todos los niveles y situada en México e Inglaterra. Entrelaza culturas diferentes en clima, costumbres y conducta, pero ligadas por una historia de asesinatos, de política externa y de extorsiones.
"Es un thriller que muestra la corrupción de cualquier país, pues a altas esferas sucede en todo el mundo con diferentes estilos. Tanto Inglaterra como México tienen de donde cojear. El proyecto nació hace un par de años. Cuando me fui en 1994 había una gran crisis en la industria mexicana, emigré a Los Angeles y luego a Alemania, donde vivo actualmente.
"La idea fue regresar a México con una historia que sucediera aquí. El nombre es por el mito prehispánico. Tiene que ver con una emoción de la historia, es un icono visual", abundó el cineasta.
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