Rebecca Muñoz recoge trabajos del artista en un libro que se presenta mañana

Recuperan 2 relatos del fotorreportero Enrique Díaz

MERRY MAC MASTERS

Gracias a la fotógrafa Mariana Yampolsky, la investigadora Rebecca Monroy Nasr supo de la llegada al Archivo General de la Nación de un acervo de medio millón de negativos denominado Fondo Díaz, Delgado y García. Al acudir, Yampolsky le enseñó "unas fotos de la vida cotidiana de la ciudad de México en los años 20" que a Monroy le cautivaron. Era 1989.

Después de 12 años de trabajo, que partió de cero, ha salido a la luz Historias para ver. Enrique Díaz, fotorreportero (UNAM-INAH, 2003), libro que recupera la producción de quien en 1920 estableció ''la única segunda agencia fotográfica independiente -Casasola lo hizo en 1911-, hasta donde conocemos, ya que no trabaja para los periódicos asalariado, sino se sostiene de su venta cotidiana", de acuerdo con la investigadora del INAH. Enrique Delgado y Manuel García ingresan a la agencia con el tiempo.

El estudio, que le valió su doctorado a Monroy, será presentado el martes 25 a las 18 horas en el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (Moneda 4, Centro Histórico).

Además de recuperar una parte desconocida de la fotografía mexicana, y en particular del fotoperiodismo, Monroy descubre dos historias ''fuertes'' en medio del tejido de la misma: cómo historiar con imágenes. Dueño de una búsqueda estética que provee sus fotos de "picadas, contrapicadas y alto contraste en las sombras, cuando aún no había llegado a México el cine alemán con el expresionismo", Díaz (1895-1961) hace ''nota gráfica en los años 20 y ya para fines de la década realiza fotorreportaje. Para los años 30 y cuarenta empieza a trabajar el foto ensayo".

Esos géneros le sirvieron a Monroy de hilo conductor para armar una historia entre un mar de negativos. Es en esa "estructura de funcionamiento", de la que sobresalen dos relatos en especial. Por un lado, "la lucha cristera en la ciudad de México y el magnicidio de Alvaro Obregón a manos de León Toral, y cómo este encuentro Estado-iglesia tan crítico que se da en los 20 es narrado por Enrique Díaz en imágenes con base en más de 700 negativos".

Otra de las "grandes" historias que la investigadora retomó para trabajar fue el levantamiento en 1938 del general Saturnino Cedillo en contra del entonces presidente Lázaro Cárdenas. Ante el hecho, el fotógrafo se trasladó a San Luis Potosí, escenario de la acción, para trabajar "día a día" una historia en imágenes de la población civil y de la militar. En su derrota, Cedillo se retiró a la sierra donde fue llevado Enrique Díaz, quien lo entrevista. Ese "magno" fotorreportaje, no obstante, le da "la gloria y el infierno".

Monroy manifiesta: "Por un lado, le dicen 'qué maravilla'. Pero, de parte de Lombardo Toledano y la CTM, que apoyaban mucho a Cárdenas, lo toman como un acto de agresión hacia su persona, y acusan a Díaz de apoyar el movimiento". A raíz de esos sucesos Díaz "queda un poco en el olvido", aunque en 1947 preside la recién fundada Asosicación Mexicana de Fotógrafos de Prensa, y ayuda a organizar nada menos que una exposición de los reporteros gráficos en el Palacio de Bellas Artes.