México D.F. Lunes 24 de noviembre de 2003
''No es la versión oficial del
movimiento, sino la recuperación de historias borradas''
El documental El fuego la palabra recoge la
voz de las bases zapatistas
Ana Bellinghausen, Alberto Cortés, Lucrecia Gutiérrez,
Jesús Ramírez Cuevas, Arturo Sampson y Ramón Vera
participaron en la elaboración del audiovisual que hoy se presenta
en la Cineteca
ANGEL VARGAS
El documental El fuego la palabra, que se estrena
hoy en la Cineteca Nacional, no pretende ser "ni la versión secreta
ni la oficial" del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN), aclaran sus realizadores:
"Es el intento de contar una historia conocida desde una
perspectiva diferente. Con este trabajo se busca abordar, expresar o manifestar
lo que es la épica de unos pueblos indígenas que se levantaron
en armas y que han desarrollado un proceso de resistencia durante 10 años",
abundan en entrevista.
"No debe esperarse la historia secreta del movimiento.
Es una historia general construida de otras historias en apariencia borradas.
Lo más importante de la película es que toca al zapatismo
desde el punto de vista de los pueblos, desde adentro, desde las bases,
aspecto que es imprescindible rescatar.''
De
acuerdo con Ramón Vera, Alberto Cortés y Jesús Ramírez
Cuevas, tres de los seis realizadores del trabajo testimonial, los registros
audiovisuales de movimientos sociales se han caracterizado en el devenir
del tiempo, porque en la mayoría se relega a segundo plano el punto
de vista de los actores centrales, lo que no sucede, afirman, en El
fuego la palabra.
"La mayoría de los documentales asume una posición
lejana, ajena, como detrás de una barrera o un vidrio. El desarrollo
de los acontecimientos se elabora de acuerdo con ciertos parámetros;
se hace un contexto y un armado formal", dicen.
"En el caso de este material, se trata de una construcción
colectiva que recoge decenas de voces y rostros, que no son los de los
dirigentes, y eso nos parece muy importante en los términos del
cine, el video o el documental insertos en movimientos sociales.''
Prosigue Jesús Ramírez Cuevas: "Lo importante
de este trabajo es que se trata de un acercamiento a profundidad sobre
los personajes menos vistos que hacen posible al zapatismo. La idea es
que la gente se dé cuenta que la lucha del zapatismo es de largo
aliento, y que más allá de las coyunturas políticas
se mantiene y continuará hacia adelante".
Tanto la elaboración de El fuego la palabra
como su proyección se inscriben en el programa político,
cultural y artístico EZLN: 20 y 10. El fuego y la palabra, convocado
por la revista Rebeldía para conmemorar los 20 años
de la fundación del grupo indígena y los 10 años de
su levantamiento.
A diferencia de otros audiovisuales que abordan la misma
temática, este trabajo fue armado, no a partir de imágenes
levantadas ex profeso, sino de un conjunto de materiales ya existentes,
incluso antes de la irrupción del movimiento, en enero de 1994,
inéditos en un porcentaje de casi 80 por ciento y grabados en formatos
no profesionales, como 8 milímetros, high 8 y vhs.
La parte restante fue retomada de otros documentales o
películas de los momentos más conocidos de los 10 años
más recientes en la historia del EZLN, entre ellos las consultas,
las convenciones, el levantamiento de los Aguascalientes y varias
marchas.
El discurso del documental no está diseñado
a manera de registro histórico ni en línea estrictamente
cronológica, sino que se desarrolla a partir de una colección
de ópticas y acontecimientos mediante los cuales se busca dar cuenta
de las etapas más representativas del proceso zapatista de esta
última década, explican los realizadores entrevistados, a
los cuales se suman Ana Bellinghausen, Lucrecia Gutiérrez y Arturo
Sampson.
Conforme se suceden las escenas, destaca Ramón
Vera, evidencia la profunda coherencia que existe al interior de las comunidades
zapatistas en cuanto a su compromiso con el movimiento, al quedar al descubiertas
algunas de esas acciones cotidianas de resistencia que no han sido consignadas
por los medios de comunicación por no ser espectaculares y que,
por lo mismo, son desconocidas.
El destino de El fuego la palabra es halagüeño.
Además de la función de estreno -programada para hoy a las
19 horas en la sala 2 de la Cineteca Nacional-, también se proyectará
en gran parte del país en lo que resta de este año y durante
2004.
Varios países de Europa han expresado su interés
por adquirirlo, y se cuenta ya con un importante tiraje en video que será
distribuido y vendido en la República; las ganancias serán
destinadas a las juntas de buen gobierno integradas en territorio rebelde
zapatista.
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