.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas

P O L I T I C A
..

México D.F. Lunes 24 de noviembre de 2003

Iván Restrepo

Gas natural: algo huele mal

Hace ocho días se publicó en este diario un desplegado a página entera, suscrito por directivos de las 52 empresas que construyen las obras para surtir gas natural en la zona metropolitana de la ciudad de México. En el desplegado, dirigido a la opinión pública, se pide detener la que los abajo firmantes llaman una "campaña contra el gas natural" en la entidad que gobierna el licenciado López Obrador. Luego de informar de los años de experiencia que tienen en el negocio citado, de la capacidad de sus técnicos, del riguroso control de calidad y seguridad que observan en todos sus trabajos, además regulados y auditados por las instancias oficiales, rechazan lo que llaman campaña de desprestigio entre la ciudadanía contra el gas natural, a raíz de la fuga ocurrida en la red de conducción de este energético en la colonia Tepepan, delegación Xochimilco. Defienden también a la empresa comercializadora Metrogas, a la que las autoridades y la población afectada señalan como responsable de lo sucedido. Acusan a las autoridades citadinas de manipular a la opinión pública "promoviendo la fobia a un energético seguro, que protege el ambiente y es una opción económica para los capitalinos", amén de que se atenta contra la economía de 5 mil familias que dependen de las empresas mexicanas que construyen la infraestructura para distribuir el gas en la ciudad. Y de remate, se dicen indignados por la posición del gobierno de López Obrador por poner en tela de juicio la calidad y el respeto con que los ingenieros mexicanos trabajan en las obras citadas.

Tienen razón los quejosos. El gas natural es un combustible que resulta más barato que otros, como la gasolina. Porque su combustión es completa y más limpia, virtualmente no emite bióxido de azufre, uno de los causantes del efecto invernadero, del calentamiento global. En cuanto a la seguridad en su manejo y conducción, como es más ligero que el aire, en caso de fuga se disipa más rápidamente. En resumen, utilizar gas natural o licuado en vez de otros hidrocarburos es una forma de disminuir la emisión de gases y partículas contaminantes y los daños a la salud pública.

Pero estos aspectos tan positivos no han estado ni están a discusión entre las autoridades y la opinión pública desde el pasado 4 de noviembre, cuando ocurrió la fuga de dicho combustible. Como bien lo documentó Carlos Fernández-Vega en su columna del 10 de noviembre anterior, Metrogas no es una empresa mexicana; su capital es español y forma parte de un consorcio trasnacional que ha sabido aprovechar las facilidades y la discrecionalidad con que desde el gobierno federal se alienta la presencia del sector privado en el campo energético nacional. Gracias a ello, hace cinco años la Comisión Reguladora de Energía le otorgó el permiso para comercializar gas natural en la ciudad de México, fijándole plazos, que se cumplieron hace tres semanas, para demostrar que atiende debidamente a miles de usuarios.

Lo que está a discusión es si en los tendidos de las redes de conducción y demás obras de ésta y otras empresas se cumplió con la normatividad federal. Si las licencias de construcción otorgadas por diversas delegaciones de la ciudad se dieron luego de los estudios exhaustivos necesarios, y si al ejecutar las obras se cumplió con lo que ordena la legislación del Distrito Federal correspondiente. Si estuvieron supervisadas por especialistas, que debieron dar su visto bueno antes de que entraran en funcionamiento. De esa manera, la población puede estar tranquila, segura de que lo hecho en México está bien hecho. Igualmente se discute si a los usuarios se les respetan los precios fijados y no resulta que a la mera hora no tienen el ahorro que les prometieron por utilizar un combustible con tantas ventajas ambientales y económicas.

Una nueva fuga el miércoles pasado en San Jerónimo, ocasionada por trabajadores al servicio de la telefónica Alestra, muestra que el problema es de enorme magnitud. Al excavar a 60 centímetros de profundidad para colocar fibra óptica, se toparon con un sistema de conducción de Metrogas. Mal harían las instancias oficiales si no van al fondo de este asunto e informan, sin demagogia, sobre el estado que guardan las obras requeridas para distribuir el energético y garantizar la seguridad de la población y de la infraestructura urbana. En todo esto como que algo huele mal, y no propiamente a gas natural, el cual tiene muchas ventajas, pero puede ser un peligro si hay negligencia y corrupción de las empresas y de los funcionarios de la Comisión Reguladora de Energía y del Distrito Federal.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email