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México D.F. Domingo 23 de noviembre de 2003
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Qaedización de Turquía: Ƒguerra del agua y contra el euro?
Mala semana para Baby Bush
Fuerte reducción de la entrada de capitales en Estados Unidos
NO FUE UNA buena semana para Baby Bush, "la mayor amenaza a la vida del planeta", según la indeleble apreciación de Ken Livingstone, el popular alcalde de Londres (The Independent, 17 de noviembre): no solamente el Senado bloqueó su "reforma energética" sino que también el dólar y la economía de Estados Unidos exhibieron preocupantes vulnerabilidades. Existen asombrosas similitudes entre la exacerbación de los atentados terroristas atribuidos expeditamente a Al Qaeda, la trasnacional islámica del terror, con la concomitante debilidad popular de Baby Bush, así como con la vulnerabilidad del dólar y la economía de Estados Unidos. La cronología financiera, económica y electoral del mes de agosto previo a los atentados terroristas del 11/9 se asemeja demasiado a eventos de la misma índole en el mes del ayuno lunar en curso, el Ramadán, cuando se han exacerbado los operativos de Al Qaeda que han golpeado a dos (Ƒex?) aliados de Estados Unidos en la geografía islámica: Arabia Saudita y Turquía.
LOS MERCADOS DEL neoliberalismo global fueron mayormente sacudidos por el desplome del ingreso de capitales a Estados Unidos que por las víctimas de Estambul (dicho sea con respeto). A cada quien sus propias pistas: mientras unos exponen la coincidencia de la desafiante visita de Baby Bush a Gran Bretaña, otros percibimos que exactamente un día antes a los atentados gemelos de Estambul contra los intereses británicos el dólar sufrió una fuerte caída frente al euro y el oro, debido al cese de ingresos de capitales foráneos a Estados Unidos -de acuerdo con las últimas cifras de la Secretaría del Tesoro-, que pasaron de 50 mil millones de dólares en agosto a 4 mil 200 millones de dólares en septiembre, lo que no sucedía desde el colapso de la correduría LTCM de los "fondos de cobertura de riesgos" (los ominosos hedge funds) en 1998. El abismal déficit de cuenta corriente de Estados Unidos, 5.5 por ciento de su PIB, es una cacofonía de "terrorismo financiero" que la zona euro ya no está dispuesta a tolerar, lo cual se refleja en la abrupta caída de ingresos de capitales a Wall Street, inundado por la inmundicia de sus fraudulentos escándalos contables y del reciente estallido de su burbuja de "fondos de inversiones".
EL UNICO RUBRO donde el equipo Bush muestra su fortaleza sigue siendo el militar -independientemente de las derrotas tácticas en Afganistán y en Irak-, que le permite avanzar su agenda geopolítica en Eurasia y Africa, gracias a la exquisita coartada de las atrocidades de Al Qaeda, que con sus excéntricos atentados en toda la geografía del Islam -por sus consecuencias geoestratégicas- parece hacerle el juego a los sharonistas de la Casa Blanca, más que al mahometanismo.
BAJO EL SIGILO de sus poderosos medios de comunicación masiva, que forman parte de su panoplia bélica, el equipo Bush va ganando la partida geopolítica en Africa, al haberse posicionado estupendamente en torno al golfo de Guinea, uno de los principales yacimientos petroleros del planeta: desde el golpe de Estado en las islas de Sao Tomé y Príncipe (un día después del periplo regional de Baby Bush), pasando por la deposición del mandatario Charles Taylor en Liberia, hasta el "choque de civilizaciones" entre cristianos e islámicos en Nigeria (la principal potencia africana del petróleo). Más calladamente, el equipo Bush está a punto de fortalecer su presencia en Sudán: una virtual potencia petrolera y gasera, así como el mayor territorio de Africa, del mundo árabe y del mundo islámico; aunque algún erudito quisquilloso nos pudiera corregir, no sin razón, que también comprende una importante comunidad cristiana en el sur, que controla el río Nilo Blanco, uno de los afluentes del río Nilo, lo que puede degenerar en una "guerra del agua" por medio de la aplicación local del "choque de civilizaciones".
SUDAN, UN PIVOTE geoestratégico de primer orden con nueve fronteras territoriales, se encuentra justamente tanto frente a Arabia Saudita, con la que comparte las aguas estratégicas del mar Rojo, que conecta el mar Mediterráneo al océano Indico, como en la retaguardia de Egipto, la principal potencia militar árabe, donde se ha acelerado en el peor momento la sucesión presidencial debido a la súbita enfermedad de Hosni Mubarak, lo cual pudiera exaltar aún más a los poderosos grupos fundamentalistas islámicos que asesinaron a Sadat.
LLAMESE NIGERIA, SUDAN, Egipto, Arabia Saudita, se trata de la geografía islámica, donde opera por excelencia Al Qaeda, que ahora ha expandido sus operativos a Turquía, en el lapso de una semana, con una serie de atentados contra intereses religiosos y financieros de israelíes y británicos.
PERO NO HAY QUE confundirse, como enseña el matemático polaco-francés Benoît de Mandelbrot: el caos comprende también sus "fractales", es decir, sus zonas exiguas de "orden" dentro del gran "desorden", las cuales, traducidas al lenguaje geopolítico, simbolizarían las zonas donde se resguardarían sus operadores. Nos encontramos en la fase de turbulencias planetarias en búsqueda del orden mundial perdido y, por extensión metafórica, dentro de los "sistemas complejos" de la teoría física del caos, lo cual exige un abordaje "multidimensional" cuando la geopolítica va aparejada a las finanzas y la economía. Luego de las deleznables carnicerías de Turquía, en medio del abrupto desplome del ingreso de capitales a Estados Unidos, la consecuencia geopolítica inmediata se reflejó en la fresca definición de Turquía por Baby Bush como el "nuevo frente", después de Irak, contra el terrorismo global.
DE TODAS LAS frases premonitorias que explican el presente y, quizá, el futuro cercano, probablemente emergerá como una de las fundamentales, si no la principal, la que profirió ante un grupo de empresarios de la industria petrolera en Washington el actual vicepresidente Dick Cheney en 1998, cuando fungía como directivo de la petrolera texana Halliburton: "No tengo en mente ningún periodo cuando una región entera haya emergido súbitamente en forma tan significativa desde el punto de vista estratégico como el mar Caspio". La confesión estratégica de Cheney fue reportada tres años después por el periódico británico The Guardian (23 de octubre de 2001) y hoy cobra su verdadera dimensión con la serie de atentados terroristas en la "periferia inmediata" del mar Caspio, para hablar como los estrategas rusos de la malhadada "era Yeltsin". Por alguna razón, a los medios del neoliberalismo global británico, como The Financial Times y The Economist, que marcan la pauta mental de sus caricaturas globalizadas, les ha cautivado el reciente libro de Lutz Kleveman El nuevo gran juego: sangre y petróleo en Asia central. Ya en su número especial de inicio del tercer milenio, The Economist vaticinaba con mucha soltura que la "tercera guerra mundial" se desarrollaría en los confines del mar Caspio. En reminiscencia de la "teoría del caos" aplicada a la "nueva geopolítica", en su reciente libro Las sorpresas inevitables: pensar las turbulencias que vienen, Peter Schwartz, un anterior ejecutivo de la petrolera anglosajona Shell, ahora dedicado a escenarios futuristas, coloca a grandes porciones de Asia central en el peor nivel del "desorden": uno de los tres niveles del futuro "nuevo orden mundial", junto al "orden" del mundo tecno-industrializado -donde incorpora a Rusia, China e India- y el "supremo orden unipolar" de Estados Unidos. Por lo visto, cuando publicó su libro en agosto, Schwartz no se había enterado de los nuevos realineamientos geopolíticos en Eurasia, que ponen en tela de juicio al muy iluso "nuevo orden mundial" de la petrocracia anglosajona, pero que plantea el "desorden" en Asia central en las cercanías del mar Caspio.
A PARTIR DE este rodeo contextual de orden financiero y geopolítico, habría que enfocarse a los recientes atentados terroristas contra Arabia Saudita y Turquía (curiosamente dos aliados "rebeldes" del equipo Bush en su invasión a Irak), que los estrategas de la gasocracia texana y la petrocracia anglosajona colocan en la zona del "desorden" presente y de las "turbulencias que vienen". No entraremos en las disquisiciones del doctor Marwan Asmar, del Centro de Investigaciones de Noticias del Golfo (The Gulf News, 21 de noviembre), quien resume la "perspectiva árabe" de que los atentados a las sinagogas en Turquía "sirven únicamente a los intereses israelíes". La BBC de Londres (21 de noviembre) refiere que los medios de Turquía se encuentran divididos sobre la autoría de los atentados a los intereses británicos, y resaltan dos tendencias: 1) el socavamiento de un Estado moderno, moderado y seglar en el mundo islámico, que puede desembocar en el enésimo golpe de Estado por la elite militar; y 2) el eje Estados Unidos-Gran Bretaña-Israel utiliza las explosiones para conseguir sus fines geopolíticos.
POR DEMAS INTERESANTE resultó la doble simultaneidad a la carnicería de Estambul tanto de una explosión criminal en Kirkuk, la capital petrolera del Kurdistán sunita, como la evacuación de la Casa Blanca (en ausencia de su morador principal, de viaje en Gran Bretaña) debido a una "falla" (sic) en el radar del Comando Norte de Defensa Aerospacial (el legendario NORAD, por sus siglas en inglés, que extrañamente no funcionó el 11/9), por la perturbación de un "vuelo de pájaros" (šsic!). ƑSerá mera coincidencia que un día después, el general Wesley Clark, candidato opositor a Baby Bush, haya declarado en forma enigmática que un atentado con "armas de destrucción masiva" en Estados Unidos generaría un golpe de Estado militar? ƑQué andará tan desordenado para alentar sendos golpes militares en Estados Unidos y en Turquía?
Sonaría muy satánico que las potencias del primer orden tecnológico sacrifiquen a sus inocentes ciudadanos para los fines más aviesos. Pero como se han estado gestando las cosas desde el 11/9, a estas alturas Satanás ya parece hasta un santo frente a la conducta diabólica de cierto prototipo de mandatarios ultrabélicos. Lo real es que las reverberaciones de la invasión anglosajona a Irak no solamente fracturaron a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, sino que ya alcanzaron a Turquía, una de las seis fronteras caóticas de la antigua Mesopotamia. Turquía, una sensible "fractura tectónica" de la geopolítica en Eurasia, de por sí se encuentra en cuarentena económica por el FMI, además de que de los 53 mil millones de dólares de su deuda externa, 43 mil millones pertenecen a la banca europea (Stratfor, 20 de noviembre). Para Le Monde (20 de noviembre), la "carnicería" constituye una "cuádruple provocación: país islámico laico, miembro de la OTAN, con relaciones estratégicas con Israel, y candidato a ingresar a la Unión Europea". Se desprende que una crisis económico-financiera en Turquía afectaría más a la UE, además de "frustrar su ingreso" a ésta (Stratfor dixit), mientras que un golpe de Estado beneficiaría al eje Estados Unidos-Gran Bretaña-Israel.
DESDE EL PUNTO de vista de los vasos comunicantes hidráulicos, la invasión anglosajona a Irak (extensivo a la desestabilización de Siria) ya había alcanzado a Turquía, que controla los ríos Eufrates y Tigris, por medio de una "guerra del agua" que no se atreve a pronunciar su nombre. El terror, cualquiera sea su "mano invisible", escaló las cumbres borrascosas de la geopolítica en la "fractura tectónica" de Turquía y no solamente habría que fijarse en las seis ultrasensibles fronteras de Irak (Irán, Arabia Saudita, Kuwait, Jordania, Siria, Turquía), las cuales, guste o no, han sido infectadas por el virus maligno de la invasión anglosajona, sino también en las ocho fronteras de Turquía misma (Grecia, Bulgaria, Siria, Irak, Irán, Armenia, Azerbayán y Georgia, adonde ya llegó el caos; otros agregarían a la dividida isla de Chipre), lugares en que ya empezó a cundir el "efecto dominó" a través de sus vasos comunicantes del "choque de las civilizaciones" que pueden rencender "en reversa" las flamas incandescentes en los Balcanes, en la colindancia de la Unión Europea y su zona euro. ƑA quién le conviene incendiar al euro?
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