México D.F. Domingo 23 de noviembre de 2003
Plantea que los trabajadores de los medios puedan
mantener sus fuentes en secreto
Afina la PGR proyecto de normatividad para regular
la citación de periodistas
Afirman en la procuraduría que el texto ya fue
enviado a la CIDH, para su análisis
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La Procuraduría General de la República
(PGR) afina el proyecto de acuerdo mediante el cual pretende regular la
citación de periodistas ante el Ministerio Público Federal;
entre las medidas se propone que la comparecencia de un comunicador sólo
ocurra cuando su testimonio sea pieza fundamental para decidir la responsabilidad
o no de una o varias personas en una averiguación previa; el profesional
de los medios informativos podrá mantener la confidencialidad de
sus fuentes, pero si decide revelarlas lo haría sólo con
la anuencia de ellas.
El proyecto de acuerdo, que ya ha sido enviado a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para su análisis, contempla
medidas para que ni el agente del Ministerio Público ni elementos
de la Agencia Federal de Investigación (AFI) se presenten ante ningún
informador si no existe un citatorio de por medio.
El oficio de cita deberá establecer de manera clara
la calidad jurídica en que deberá comparecer el periodista,
y siempre tendrá que ser de testigo.
La solicitud de información a un reportero por
el Ministerio Público o elementos de la AFI, según el proyecto,
sólo deberá ocurrir cuando la información requerida
en una indagatoria no tenga ninguna otra manera de corroborarse u obtenerse.
De ahí que se considere que la cita será cuestión
de excepción.
Una
vez que un reportero sea llamado a declarar, se le hará saber de
qué asunto se trata; como la ley establece que toda persona que
sea considerada testigo está obligada a declarar lo que sabe, el
compareciente podrá argumentar que la información publicada
obedeció un trabajo periodístico y, por tanto, sus fuentes
de información deben permanecer en secreto.
Si el reportero argumenta lo anterior, la diligencia deberá
darse por concluida. En caso de que decida revelar sus fuentes, podrá
hacerlo siempre y cuando asegure que sus informantes, a los cuales mencionará,
están enterados de ello, y han dado su consentimiento para que se
revele su identidad.
De ocurrir lo anterior, y si las fuentes no están
enteradas de ello ni han dado su aprobación para divulgar sus nombres,
el periodista incurrirá en el delito de revelación de fuentes
y podrá ser consignado penalmente.
Sancionarían a funcionarios
En tanto, ni agentes del Ministerio Público ni
elementos de la AFI podrán, por ningún motivo, presionar
u obligar a los reporteros a revelar sus fuentes, ya que si lo hacen serán
sancionados en los ámbitos penal o administrativo. En el proyecto
de acuerdo no están señaladas aún esas penalidades.
Supuestamente, el acuerdo, que deberá ser firmado
por el titular de la PGR, Rafael Macedo de la Concha, ya lo estudia Eduardo
Bertoni, relator especial para la libertad de expresión de la Organización
de Estados Americanos.
Inclusive, según fuentes oficiales, ya solicitó
mayor información en torno al acuerdo que se pretende poner en vigencia,
toda vez que hay algunos términos legales que requieren precisiones.
En la exposición de motivos de Macedo de la Concha
para que se formalice el proyecto, afirman las fuentes, se destaca que
el contenido del acuerdo se sustenta en lo establecido en el marco jurídico
nacional y en lo expresado en el ámbito internacional en materia
de respeto al secreto profesional y la libertad de información.
En ese contexto, el titular de la PGR aseguró el
pasado 17 de octubre, en un encuentro con periodistas: "es decisión
inalterable del Estado mexicano respetar el secreto profesional de los
periodistas".
Sin embargo, el tema del respeto al secreto profesional
de los periodistas tomó nuevos bríos a partir de que la PGR
citó a seis reporteros de este diario para que comparecieran ante
el Ministerio Público y se pidió que revelaran sus fuentes
de información en torno a los casos Amigo de Fox y Pemexgate,
que pusieron al descubierto que esa institución había iniciado
una averiguación previa en diciembre de 2001 por los delitos de
peculado, ejercicio indebido de atribuciones, lavado de dinero y
delitos electorales, y que en ella se involucraba a funcionarios de Petróleos
Mexicanos, dirigentes del sindicato petrolero y miembros del Comité
Ejecutivo Nacional priísta, por un desvío de mil 100 millones
de pesos, de los cuales 500 millones se utilizaron para la campaña
presidencial de Francisco Labastida Ochoa.
A consecuencia de la cita, la exigencia de revelación
de fuentes y la presión que elementos de la AFI ejercieron sobre
reporteros de La Jornada, se interpuso una denuncia ante la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que se encuentra en trámite.
Esa situación provocó que en abril de este
año el presidente de la CNDH, José Luis Soberanes Fernández,
presentara al Senado una propuesta de reforma al Código Federal
de Procedimientos Penales, mediante la cual se busca defender el derecho
que los periodistas tienen a no revelar sus fuentes de información.
El proyecto prevé una adición al artículo
243 bis de dicho código, para que reporteros y otros profesionistas
"no estén obligados a declarar sobre la información que reciban,
conozcan o tengan en su poder", y en caso de que alguna de estas personas
"manifieste su deseo de declarar y cuente con el consentimiento expreso
de quien le confió el secreto, información o confesión,
se hará constar dicha circunstancia y se recibirá su declaración
o testimonio".
Pese que puede aprobarse esa reforma, no existe en México
ni a escala internacional una legislación que impida al Ministerio
Público citar a un reportero para preguntarle acerca de sus fuentes
de información.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, en
el proyecto de acuerdo propuesto por Macedo de la Concha se contempla que
en ningún caso se podrá exigir la revelación de fuentes,
porque de ello dependerá que los periodistas continúen realizando
una labor de investigación que beneficia a la sociedad por el descubrimiento
de actos ilícitos o que lesionan el tejido social.
La pretensión de la PGR es que su acuerdo tenga
aval internacional, ya que supuestamente con ello se garantizará
el secreto profesional de los periodistas y México se colocará
a la cabeza de las naciones latinoamericanas en ese ámbito, pues,
a decir de los informantes, no existe un solo instrumento de esa naturaleza
en Centro y Sudamérica.
Según el proyecto, para evitar actos de lesionen
los derechos de los informadores, durante su comparecencia éstos
podrán solicitar la presencia de un funcionario de la Subprocuraduría
de Derechos Humanos.
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